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Kluivert para reflotar La Masia

El Barça negocia con el exjugador holandés el puesto de coordinador del fútbol base, en manos de Amor y Bakero desde 2017

Jordi Quixano
Kluivert festeja un gol con el Barça en 2004.
Kluivert festeja un gol con el Barça en 2004.efe

La reciente dimisión irrevocable de Jordi Mestre como vicepresidente deportivo del Barcelona por desavenencias con la junta puso en jaque al club y al presidente Josep Maria Bartomeu, que asumió el cargo a la carrera porque el equipo está en pleno mercado veraniego de altas y bajas. Sin tiempo para bajar la pelota al césped y conscientes de que en La Masia se han perdido señas de identidad porque ya son muchos los años en los que no hay un canterano que se asiente en el once a excepción de Sergi Roberto —aunque en el último curso compartió el puesto con Semedo—, Bartomeu y su junta decidieron recuperar las esencias, hacer del club el Barça de los futbolistas al estilo Ajax y el Bayern.

“Es una teoría que cada vez se oye más en el club”, cuenta un trabajador del Barça; “porque al final los que saben de fútbol son los que lo han vivido desde dentro”. Otra persona de la ciudad deportiva amplía: “Siempre es beneficioso tener ese plus de identidad y conocimiento de la casa, además del cariño que se le tiene al club por haber defendido su camiseta”. Pero también es, sin embargo, la propuesta que hizo en su día Joan Laporta en las pasadas elecciones presidenciales de 2015, pues con el eslogan Cruyff, La Masia, Unicef y Cataluña pretendía recuperar a los exjugadores como piezas capitales en el organigrama. Como Éric Abidal, que era su mano derecha y que sería el secretario técnico en caso de que ganaran unas elecciones en las que apenas compitieron. “Yo he nacido en el fútbol base del Ajax, donde los exjugadores son importantísimos, lo que cuadra con mi manera de ver las cosas”, resumía por entonces Johan Cruyff, ideólogo de Laporta en las elecciones. Ahora, el Barça parece darle la razón.

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Curioso fue que tras despedir a Robert Fernández en el pasado verano, Bartomeu escogiera al mismo Abidal para el cargo que se le negó en las urnas. Pero no fue el único exjugador en volver porque también lo hicieron Guillermo Amor y José Mari Bakero en 2017 como responsables del fútbol formativo. Una responsabilidad que ahora se remodelará.

Unificar criterios

El Barcelona está negociando con Patrick Kluivert para que sea el coordinador del fútbol formativo —queda por ver qué ocurre con Bakero y Amor, que también es responsable de las relaciones institucionales del primer equipo— con la idea de unificar de una vez para siempre los criterios y sobre todo con la premisa de desdibujar la división que existe entre el fútbol formativo y profesional. “Tiene que haber un coordinador de todo el fútbol”, señalan desde los despachos del Camp Nou. Figura que ejerce Pep Segura, también director deportivo, aunque no está claro que continúe porque su puesto está en tela de juicio. Junto a Kluivert, en cualquier caso, irá Xavi Roca, exjugador también del Barça desde la cuna que llegó a debutar con el primer equipo en 1996. “Pero por ahora todo sigue igual”, defiende otra persona del club; “ya veremos en qué acaban los cambios”.

Los habrá y no serán los únicos exjugadores en volver a La Masia porque la semana pasada, por ejemplo, se cerró la contratación de Víctor Valdés como nuevo técnico del Juvenil A. No resultó curioso que el exportero pidiera como segundo a alguien de la casa, a un técnico que llevara años en la ciudad deportiva, para hacer la transición y la adaptación más sencilla. Decisiones, en cualquier caso, que tienen como prioridad devolverle al Barça ese sello cruyffista que ha marcado los éxitos modernos —también gracias a la propuesta futbolística de Guardiola tan afín al Flaco— y la prolífica producción de jugadores de La Masia, pero que con el paso del tiempo se ha ido erosionando y con el que no acaba de congeniar el propio Segura.

Así, como hacen el Ajax y el Bayern, donde los entrenadores, los integrantes del área deportiva y hasta de mercadotecnia la conforman futbolistas que salieron de la cantera y que se subrayaron con el balón, el Barça pretende recuperar su principal seña de identidad. Y esa no es otra que La Masia.

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