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Europa League - dieciseisavos - jornada 1Así fue
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El Sevilla golpea primero

El pentacampeón se impone a la Lazio gracias a un gol de Ben Yedder, aunque dejó escapar la posibilidad de sentenciar la eliminatoria ante un rival muy rústico

Ben Yedder marca en la portería del Lazio. En vídeo, declaraciones en rueda de prensa de Pablo Machín, entrenador del Sevilla tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: Gregorio Borgia (AP) | ATLAS
Rafael Pineda

Fue bueno, sin duda, pero pudo ser mejor. El Sevilla aumentó sus prestaciones en los últimos partidos fuera de casa para vencer a la Lazio gracias a un gol de Ben Yedder. En el ambiente, sin embargo, flotó la sensación de que el conjunto andaluz dejó escapar una gran ocasión de dejar sentenciada la eliminatoria en Roma. La Lazio, muy rústica y desgarrada por las bajas y las lesiones de Luis Alberto y Bastos, dejó mucho que desear. El Sevilla desperdició contragolpes fabulosos para hacer el 0-2 e incluso pudo ceder el empate en alguna acción aislada de los locales. El Sevilla ganó y golpeó primero, pero tendrá que cerrar la eliminatoria en su estadio el próximo miércoles. A la victoria del equipo andaluz se unió la ausencia de incidentes antes y durante el desarrollo del partido. La Lazio, como hacen muchos equipos italianos, pareció menospreciar la competición. El Sevilla, incluso con sus dudas y los cambios demasiado conservadores de Machín, no lo hizo al presentar su equipo de gala y lograr un buen resultado, aunque no definitivo.

Lazio, 0-Sevilla, 1

Lazio: Strakosha; Marusic, Bastos (Luis Felipe, m. 57), Acerbi, Radu, Lulic; Parolo (Cataldi, m. 46), Leiva, Luis Alberto (Durmisi, m. 44); Correa y Caicedo. No utilizados: Proto; Romulo, Patric y Badelj.

Sevilla: Vaclik; Navas, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero (Promes, 75); Banega, Vázquez, Sarabia (Amadou, m. 83); Ben Yedder (Munir, m. 71) y André Silva. No utilizados: Soriano; Rog, Mesa y Gil.

Gol: 0-1. M. 22. Ben Yedder.

Árbitro: Slavko Vincic. Amonestó a Radu, Banega, Correa y Mercado.

Olímpico de Roma. Unos 25.000 espectadores.

Hubo una figura que sobresalió sobre el maltrecho césped del Olímpico. Aupado a esa figura, a sus conducciones y a su pausa, el Sevilla encontró siempre una salida para atosigar a la Lazio. El artífice fue Franco Vázquez, quien recordó con la camiseta del conjunto andaluz los buenos partidos que ya había realizado en el fútbol italiano jugando en el Palermo. Vázquez fue el hombre que le dio sustancia al Sevilla, que, como no podía ser de otra forma, se transformó en su competición preferida. Los de Machín dejaron atrás en muchas fases del partido la imagen abúlica que les suele acompañar lejos de la protección de Nervión. En algunos momentos, además, encontraron su fútbol ideal, basado en rápidas transiciones.

La Lazio, disminuida con las bajas por lesión de Milinkovic Savic y su goleador Immobile, planteó el encuentro al contragolpe. Curiosamente, y cuando menos lo esperaba, fue cazada a la contra. El Sevilla, que había avisado en un par de acciones de Ben Yedder, vivo e inquieto, se soltó de manera magnífica para que Escudero recordara al lateral rápido que fue. El balón le llegó a Sarabia, que dio el pase que todo delantero desea. Ben Yedder solo tuvo que meter el interior para hacer el 0-1.

Vázquez se cansó en la segunda mitad y el Sevilla se empequeñeció. La Lazio se encontró con un partido muy envenenado. Asustado por el contragolpe y el gol, no se soltó jamás en busca del empate. Luis Filipe y Lucas Leiva lo intentaron sin fortuna mientras los andaluces desperdiciaban contragolpes en superioridad para asestar el golpe definitivo. No llegó. Machín pareció conformarse. Las eliminatorias tienen su momento y el Sevilla dejó pasar una buena ocasión para plantarse en los octavos de final de una competición en la que siempre compite bien. Europa no perdona a los equipos sin esa ambición que hace ganar los títulos.

Los sevillistas, trasladados en autobuses públicos

Las fuerzas de seguridad realizaron un amplio despliegue en Roma para evitar que se repitieran los incidentes que se produjeron en la noche del miércoles entre ultras de la Lazio y del Sevilla. Los aficionados del conjunto andaluz estuvieron custodiados en todo momento por la policía desde que se juntaron en su punto de reunión. Desde allí, los casi 2.000 aficionados sevillistas desplazados a Roma fueron transportados hasta el estadio Olímpico en autobuses públicos de transporte. A lo largo del día, el control de la policía fue absoluto y no se produjeron incidentes.

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