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El primer título europeo del Atlético

El equipo rojiblanco se llevó la Recopa de 1962 en una final que tuvo que jugarse dos veces

Villa Lonja, entre Rivilla y Collar. En segundo plano, Adelardo y Peiró.
Villa Lonja, entre Rivilla y Collar. En segundo plano, Adelardo y Peiró.

Ante el éxito de las tres primeras ediciones de la Copa de Europa de Campeones de Liga, ya en 1958 empezó a pensarse en una Copa de Europa de Campeones de Copa. Por fin la UEFA decidió ponerla en marcha para la 60-61, y al efecto envió notificación a todas las federaciones europeas, animándolas a inscribir a su campeón.

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En España el campeón fue el Atlético, vencedor en la final de 1960 al pentacampeón europeo, el Real Madrid, que acababa de ganar la quinta final. Pero la federación, que presidía Benito Pico (exdirectivo del Madrid), no mandó la inscripción. La explicación fue que se había traspapelado la comunicación de la UEFA.

Así que la primera edición, 60-61, se disputó sin campeón español. Sólo se inscribieron diez equipos. Ganó la Fiorentina. La UEFA decidió no darle carácter oficial, sino experimental.

En 1961 el Atlético volvió a ganar la Copa, de nuevo al Madrid en el Bernabéu, y esta vez a Benito Pico no se le olvidó inscribirle para la edición 61-62, en la que participaron 23 equipos y ya tuvo rango oficial. El Atleti, que eliminó sucesivamente al Sedan, el Leicester (donde jugaba el gran Gordon Banks), al Werder Bremen y, ya en semifinales, al Motor Jena. A éste, como equipo de la Alemania comunista que era, no se le pudo recibir en Madrid, así que el Atlético, que había ganado la ida 0-1 en Jena, le recibió como local en Malmoe, donde volvió a ganar, esta vez 4-0.

El desempate ante la Fiorentina se disputó a la vuelta del verano debido al Mundial de Chile

Y a la final. Enfrente, la Fiorentina, ganadora un año atrás de la Recopa experimental. Ese curso había apretado hasta última hora al Inter y al Milán por el Scudetto.

El partido se fijó para el jueves 10 de mayo, en Glasgow. Ocho días antes, el Madrid había perdido la final de la séptima Copa de Europa ante el Benfica, en Rotterdam. La final de la Copa de Ferias la jugarían el Barça y el Valencia. Así que en la 61-62 tuvimos cuatro de los seis finalistas europeos.

Se acercaba el Mundial de Chile. La Selección, llevada por el dúo Helenio Herrera-Hernández Coronado (lo que se conoció como Fórmula H3C, por el perfil explosivo de ambos) estaba concentrada en Algorta cuando el Atlético partió para Glasgow con cuatro de los seleccionados, Rivilla, Adelardo, Peiró y Collar. La Fiorentina renunció a Albertosi, su joven meta, y al medio Robotti, concentrados con Italia.

El Atlético, sin Griffa (lesionado desde meses atrás) ni su sustituto Callejo, tuvo que recurrir a Chuzo (1,66m pero gran salto) para el puesto de central, en el que debía enfrentarse al gigantón Milani, pichichi italiano. El resto del equipo era el de gala.

Se televisó el partido. Los seleccionados lo vieron desde Algorta. En el minuto 11, Peiró remató una gran jugada entre Adelardo y Mendoza; en el 25 el sueco Hamrin empató para la Fiore. Luego todo fue ver parar a Sarti. Se entendió, ante su actuación, que el entrenador Valcareggi (reciente sustituto de Hidegkuti, que fichó por el Mantua), hubiera prescindido de Albertosi. Lo que no se entendió fue que Sarti no estuviera citado para el Mundial. Pronto le ficharía el Inter de Helenio Herrera, con el que viviría la edad de oro del club.

La primera edición, 60-61, se disputó sin campeón español. Sólo se inscribieron diez equipo

Acabó 1-1, tras prórroga, por culpa de Sarti. ¿Y ahora? No había fechas. Habría que dejarlo para después del Mundial, como la Copa de Ferias. Se fijó el miércoles 5 de septiembre, en Stuttgart.

De modo que al regreso del Mundial (que no nos añadió ningún laurel) y de las vacaciones, el Atlético fue de nuevo a por su primer título europeo. Y con prisas: llegó el sábado previo, para aclimatarse. Ya estaba Griffa, con lo que pudo jugar el once de lujo: Madinabeytia; Rivilla, Griffa, Calleja; Ramiro, Glaría; Jones, Adelardo, Mendoza, Peiró y Collar. La Fiorentina no pudo alinear al brasileño Almir, reciente fichaje, porque sólo se podían utilizar jugadores ya inscritos en la temporada anterior.

En la meta de la Fiore está ahora Albertosi, que en el 8 comete un error descomunal: deja caer de sus manos el balón en un córner, lo que aprovecha Jones para hacer el 1-0; tampoco está del todo bien cuando en el 26 encaja el 2-0, gol de Mendoza; en el 58, Peiró marcaría el 3-0. El Atlético fue superior de punta a cabo, con una exhibición de Collar, ante el júbilo de los miles de emigrantes españoles que, aunque en menor número, pudieron imponerse a los italianos.

Los jugadores dan la vuelta olímpica con el trofeo, que aquí, Pedro Sardina, redactor jefe de Marca, renombraría como Recopa, lo que hizo fortuna. Con ellos da la vuelta, José Villalonga, secretario técnico del equipo, el mismo hombre que había sido entrenador del Real Madrid en las dos primeras ediciones de Copa de Europa, y que sería el seleccionador de la España ganadora de la Eurocopa en 1964.

El jueves 6, pasadas las 10 de la noche, los ganadores de la refinal de la Recopa, como se la llamó, aterrizaron en Barajas. Acudió una multitud a recibirles.

Se echó en falta al presidente de la federación, Benito Pico.

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