Michelin activa el protocolo de emergencia para el GP de Argentina

Al final, la previsión sirvió de poco. Dirección de carrera y Michelin se esforzaron por enmendar el desastre. Pero la lluvia terminó por desmontar los planes. Después de que Scott Redding sufriera un problema de delaminación (desintegración de la goma, por las capas exteriores) en uno de sus neumáticos blandos durante el FP4, pocos minutos antes de la sesión de clasificación del sábado, que destrozó en pocos segundos toda la parte trasera de su moto y obligó a cerrar la pista e interrumpir la sesión para limpiar el asfalto, Michelin decidió retirar todos los neumáticos (blandos y duros) de circulación. Dirección de carrera activó el protocolo: se correría con el neumático de seguridad. Y a las nueve de la mañana del domingo habría media hora extra para que los pilotos pudieran probar y adaptar sus motos a esas nuevas gomas, que ninguno había probado antes. Como llovió durante la noche, Dirección de carrera ha anulado esa sesión extra, que carece de sentido ahora que ya no hay goma extra que probar, con el asfalto empapado, el cielo cerrado y una ligera llovizna que impide que se seque. Los pilotos dispondrán, como cada domingo, de los 20 minutos habituales de la sesión de calentamiento, más otros diez extra.

El caso es que, además, debido a la cancelación de esa sesión extra, se ha tenido que activar el protocolo de emergencia. Dirección de carrera cuenta con tres escenarios posibles: una carrera en lluvia; una prueba que empiece con el asfalto mojado y que vaya secándose a medida que avancen las vueltas (lo que podría incluso implicar una bandera roja, para volver a dar la salida y retomar la prueba, a 10 vueltas); y una carrera en seco. Michelin ha asumido la responsabilidad y entiende que sus gomas, aquellas que había decidido retirar el día anterior, pueden soportar una carrera de las llamadas flag to flag, de mojado a seco. Así mismo, y con un calor muy inferior a los días precedentes, asume también que sus gomas son seguras hasta los diez giros, así pues, se instaura un protocolo similar a aquel del GP de Australia del 2013: si saliera el sol y la carrera se corriera en seco, se podrían usar los neumáticos de competición que se habían retirado (ya que la goma de seguridad no se ha podido probar), eso sí, con una parada en boxes obligatoria a mitad de carrera, una carrera reducida a 20 vueltas y con una paradas tras nueve, diez u once giros.

Si bien, parece difícil que la pista se seque, pero todo puede pasar hasta las cuatro de la tarde, hora argentino. Las gomas de seguridad solo se utilizarán en caso de que se hayan podido podido probar previamente durante la sesión de calentamiento, lo que parecía poco probable, pues el asfalto estaba todavía con mucha agua por la mañana.

En el mejor de los casos los pilotos correrán sobre el asfalto mojado y con gomas rayadas

En el mejor de los casos los pilotos de MotoGP disputarán el gran premio de Argentina sobre el asfalto mojado, algo que todavía no han hecho en los dos años anteriores que se ha celebrado en el circuito de Termas de Río Hondo y con neumáticos rayados, especiales para condiciones de lluvia, después del agua descargada durante la noche. No será la mejor de las condiciones. No ha llovido en todo el fin de semana. Aunque la temperatura, muy elevada en los días precedentes, puede echarles un cable, ya que ha descendido considerablemente este domingo. Si bien, apenas ha llovido un día en toda la pretemporada, lo hizo en la primera jornada de test en Phillip Island (Australia) y entonces todavía los equipos tenían muchas dudas sobre cómo funcionaba la electrónica. Será, seguramente, todo un reto para los equipos y para los pilotos, que saben que la pista, muy sucia en un trazado que apenas tiene unas pocas citas durante el año que ayuden a limpiar la pista, puede ser una trampa.

Michelin desconoce por qué a Redding, este sábado, y a Baz, en pretemporada, les ha explotado una goma blanda trasera cuando la temperatura interna de la misma sube mucho. En su día alegaron que la altura del piloto, combinada con la presión del neumático, había influido. “No se sabe exactamente, el caso es que esto es MotoGP y algo así no puede ocurrir”, sentenció Lorenzo, campeón del mundo.