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Suárez vale por tres, como Pelé

El ariete del Barça no acusa las bajas de Messi y Neymar y firma un triplete ante el Gunagzhou que vale la final del Mundial de Clubes e iguala la marca de O Rei

Jordi Quixano
Suárez bate al meta del Guangzhou en la semifinal del Mundial de Clubes.
Suárez bate al meta del Guangzhou en la semifinal del Mundial de Clubes.YUYA SHINO (REUTERS)

Aunque Neymar avisó en las redes sociales de que estaba de vuelta —“I’m back”, escribió—, ya se sabía que no iba a jugar la semifinal del Mundial de Clubes ante el Guangzhou Evergrande porque apenas sumó un día de carrera continua con el preparador físico Juanjo Brau. La sorpresa fue la ausencia de Messi por el cólico nefrítico que sufrió después del desayuno. Así las cosas, la responsabilidad recayó en Luis Suárez, que cumplió con creces porque firmó un esplendoroso hat-trick que valió el triunfo.

Acostumbrado como está a pelear cada balón y cada parcela, a Suárez no le incomodaron en demasía las estrecheces que le propuso el Guangzhou, con la zaga y la media insertadas en el rellano del área. Resulta que juega con pantuflas en la casa rival y que le vale con media ocasión para meter una, dos o tres. “Es un asesino del gol, un killer del área indispensable para nosotros, capaz de solventar de forma espectacular cualquier situación”, señaló el técnico del Barcelona, Luis Enrique. “Para un delantero es importante hacer goles, convertir. Pero lo que me deja más contento es llegar a la final, que es para lo que vinimos”, resolvió el ariete, que se llevaba el balón entre las manos —todavía no estaba firmado por sus compañeros— y que ya tenía claro que lo iba a dejar en su museo personal. “Es el 9 puro más completo del mundo, es el mejor. Lleva muchos años a un gran nivel, el juego del Barça le viene a las mil maravillas y hace muchos goles”, resumió Jordi Alba.

Frente al Guangzhou explicó el porqué de los piropos. Primero cazó un rechazo tras un disparo de Rakitic y después completó una pared con Iniesta. No contento, también convirtió desde el punto de penalti. Aunque eso fue porque no estaban Messi ni Neymar, los encargados de los lanzamientos desde los 11 metros. “Es una pena que no hayan jugado, pero para eso estaba Luis, para marcar goles”, señaló Alba. “Uno está acostumbrado a asumir el rol que le toque”, recogió el uruguayo. “Para este partido teníamos esas dos bajas muy importantes… Se trataba de ayudar y se dio que hice tres goles”. En eso no falla. Pero no es como Messi, que descascarilla tantas cinturas como defensas y que genera juego con el balón en los pies desde la banda derecha. Incluso Neymar reivindicó ese protagonismo de absorber el juego para crear la rampa hacia el gol desde la izquierda en ausencia del 10. Resulta que Suárez inicia la presión y acaba las jugadas, pero ni le va ni le vienen los preliminares porque para él todo se reduce al gol cuando ataca. Y está en vena; desde que comenzara el curso contabiliza 22 dianas (13 en la Liga, cinco en la Champions, otro en la Supercopa de Europa y los tres de Japón) en 23 duelos. Aunque no sólo se define por los goles.

El 10 felicita al equipo y dice que espera estar en la final

Messi pasó una mala noche el miércoles, pero se animó por la mañana del jueves, hasta el punto de que desayunó con el jefe de prensa del Barcelona y comió con todos los demás compañeros. Pero antes de salir con el autobús hacia el Nissan Stadium, un cólico nefrítico le sacudió de dolor y se quedó con el doctor Ricard Pruna en el hotel. “Veremos cómo evoluciona”, cuentan desde el club, a la espera de si puede jugar contra el River. “Gran trabajo del equipo. Me duele mucho perderme cualquier partido, pero espero estar al 100% en la final”, reflejó Messi a través de Facebook. “Ni yo, ni ellos [Messi y Neymar], ni nadie sabemos si van a poder jugar la final”, dijo Luis Enrique. “Todos sabemos qué es un cólico”, terció el director deportivo Robert Fernández. “Que pueda jugar o no dependerá mucho de cómo pase la primera noche”.

El precedente de 1962

“Siempre está espectacular. En este duelo se ha dado la casualidad de que ha hecho tres tantos y se remarca más. Pero siempre está igual, tanto si hace uno, dos o tres, porque realiza un gran trabajo”, explicó Busquets. “Es que el trabajo defensivo que hace es buenísimo, es un privilegio tenerlo como compañero”, amplió Alba. “Es un jugador que va más allá de los tantos. Nos da millones de cosas aunque no marque. Es el 9 que cualquier entrenador y equipo quisiera tener”, defendió Mascherano al tiempo que se ponía hielo en el labio inferior por un golpe sufrido durante el encuentro.

De momento está en el Barça, en el club de sus sueños como siempre recuerda. Aunque ahora tiene otro desafío por delante, el Mundial de Clubes. “Recuerdo que de niño me levantaba a las seis de la mañana para ver la Intercontinental [versión antigua del torneo]. Para los sudamericanos es muy importante esta copa y ahora que la puedo ganar, la ambición crece más”. Entonces, cuando se llamaba la Intercontinental, Pelé le marcó tres goles al Benfica en el Estadio de la Luz, en el partido de vuelta disputado en 1962. Nadie había convertido otro triplete hasta que compareció Suárez, dispuesto ahora a batirse ante River, con o sin Messi y Neymar, después de sentirse ‘O Rei’.

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