Una exhibición insuficiente

Gran partido del Sevilla en La Rosaleda. El equipo de Emery derrotó a un buen Málaga, que fue mejor en la primera mitad y luego se vino abajo ante la superioridad de su rival y el hecho de jugar con uno menos por la expulsión de Weligton. El Sevilla arrolló en 30 minutos de la segunda mitad espléndidos, dignos de un equipo que ha logrado la mejor puntuación de su historia (76 puntos). Su exhibición no ha sido suficiente para jugar la previa de la Liga de Campeones, puesto que la victoria del Valencia en Almería le deja sin la cuarta plaza, en la que estuvo virtualmente durante muchos minutos con su triunfo en Málaga y el empate de los valencianos en Almería. No pudo ser. El Sevilla tendrá que esperar a ganar la final de su competición fetiche, la Liga Europa. Si vence al Dnipro el próximo miércoles, estará en la fase de grupos de la Liga de Campeones.

No se jugó el partido solo en Málaga. El equipo de Gracia y el de Emery disputaron su pleito muy pendientes de lo que hacían Athletic y Valencia. Fue mejor el Málaga, que buscaba la séptima plaza, en el inicio, mucho más intenso, demostrando que le pone mucho jugar ante el Sevilla más allá de pelear una clasificación europea. Fue estupenda la apuesta de Gracia por el ataque, alineando prácticamente a cuatro delanteros, acogotando con una enorme intensidad a un Sevilla que tiene en mente la final de la Liga Europa el próximo miércoles. Amrabat, muy intenso, acumuló arrancadas para desarbolar al rival, que no tuvo espacios ni criterio en los pies de Reyes.

Fue Sergio Rico, que se está convirtiendo en un porterazo, el que mantuvo a su equipo con vida en los primeros instantes del partido. Espectacular fue la parada que le hizo a Javi Guerra a los 24 minutos. Luego salvó Coke la posibilidad de que Juanmi marcara a puerta vacía. Cuando peor lo pasaba el Sevilla, superado por la intensidad del Málaga, Weligton cometió la tontería de la tarde al golpear a Gameiro con su brazo. El asistente lo vio y el colegiado no lo dudó. Roja al capitán y partido nuevo. Respiró el Sevilla, pero no carburó en exceso. Sí tuvo una gran ocasión después de una galopada de Aleix Vidal, demasiado generoso con Gameiro. El extremo debería haber disparado al haber entrado con mucha ventaja en el área pequeña, pero fue muy amable con su compañero.

Los goles del Athletic al Villarreal no bajaron el ímpetu del Málaga, que con uno menos se mantuvo con una enorme decencia en el campo. El inestimable trabajo de Camacho y Recio anulaba a Reyes y Banega. Gameiro no tenía su día y solo Aleix Vidal creaba algún problema a los defensas del Málaga.

Todo cambió en la segunda mitad. El Sevilla se convirtió en ese equipo imperial que arrasa a sus rivales. El Málaga acusó mucho el cansancio de la primera mitad y el Sevilla voló, hasta el punto de destrozar al grupo de Gracia. Aleix fue una bala y Reyes dibujó jugadas de ensueño. Como en el primer gol del equipo de Emery. Un excelente pase de Coke fue muy bien aprovechado por Reyes, que dejó sentado a Kameni con un fantástico recorte. Luego vino otro golazo de Banega, de perfecto golpeo. La emoción ya no residía en la Rosaleda. Estaba en Almería. No falló el Valencia.