El sueño de Goran Dragic

El sueño ha acudido a visitarle ya dos noches. En un partido inolvidable, Eslovenia elimina a Estados Unidos en cuartos del Mundial. "Les ganamos metiendo 20 triples", cuenta feliz el base Goran Dragic, "pero luego me despierto y la realidad es muy dura. Son mucho mejores. Necesitaríamos un encuentro perfecto, el mejor en la historia del baloncesto esloveno".

Si hay alguna esperanza para Eslovenia de descabalgar a la NBA, esta pasa por los hermanos Goran y Zoran Dragic. El mayor tiene 28 años, mide 1,91m y entre los Phoenix Suns y Houston colecciona 440 partidos en la NBA. Su primera experiencia fuera de casa le curtió en España, en el Murcia (años después pasó por el Caja Laboral). "Fue duro, me hizo crecer mentalmente. Recuerdo un país de gente muy amable y con mucha pasión por el deporte", dice Goran, capitán y referencia de Eslovenia.

Su hermano pequeño, Zoran, es tres años menor y cinco centímetros más alto. El Unicaja Málaga le ha ampliado dos años el contrato, ha subido su cláusula a 750.000 euros y ha fijado el 30 de junio de 2015 como la fecha en que el alero puede ejecutarla si desea emigrar a la NBA —si es antes, deberían negociar—. "Esta es la única ocasión en que puedo jugar al baloncesto con mi hermano", cuenta Zoran. "De pequeño nunca podíamos jugar en serio. El partido no terminaba. Acabábamos peleando entre nosotros".

Eslovenia y Estados Unidos se enfrentaron en el último amistoso de preparación antes del Mundial. Ganó la NBA por 101-71. "Ese partido nos enseñó como no jugar contra ellos. A campo abierto no puedes ganarles. Jugaremos más lento, más controlado. Si te despistas dos minutos, te meten un 15-0", avisa Goran. "Somos un país de dos millones de habitantes que está entre los ocho mejores del mundo. Eso ya es grande. Siempre nos ha faltado un paso para conseguir una medalla". Luchar por ella pasar por hacer realidad un sueño.