Sin mascarillas delante de la cámara y adiós al Zoom: así será la gala de los Oscar 2021
La 93ª ceremonia de los premios de la Academia busca volver a la sencillez de sus orígenes. Será una fiesta más cercana y sin un presentador único
El director Steven Soderbergh es uno de los productores de los Oscar de la pandemia. Su elección no es gratuita. Su película Contagio, estrenada hace una década, se convirtió en febrero del año pasado en un fenómeno premonitorio, justo cuando la epidemia de coronavirus comenzaba a descontrolarse. El drama sobre un virus mortal originado en Hong Kong que se propaga por todo el mundo estuvo entre lo más buscado a inicios de 2020. Contagio no compitió por ningún Oscar en 2012, pero estará extrañamente presente en la ceremonia presencial de este domingo, donde Nomadland, dirigida por Chloé Zhao y protagonizada por Frances McDormand, es la favorita. Soderbergh y Stacey Sher, productora de Contagio, montarán junto a Jesse Collins el mayor espectáculo de Hollywood en un año en el que, más que nunca, el show debe continuar pese a que la industria estuvo tocada de muerte por el cierre de las salas.
Los productores han contado que el rodaje de Contagio los puso en contacto con diversos epidemiólogos. Los expertos fueron consultados recientemente para el diseño de los protocolos sanitarios que marcarán la ceremonia presencial del domingo. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos ha dejado en parte el teatro Dolby, casa de los galardones desde 2002, para trasladarse a Union Station, la estación de trenes en el centro de la ciudad. Ese será el corazón de la ceremonia, que arrancará a las 17.00 hora del Pacífico (2.00 del lunes en España). Antes de eso se transmitirán los números musicales de los cinco artistas nominados a mejor canción original, en un espectáculo similar al de la toma de posesión de Joe Biden como presidente de EE UU.
La pandemia ha obligado a los organizadores a disminuir la escala de la gran fiesta de Hollywood. Las invitaciones para los nominados y sus acompañantes han sido reducidas a mínimos. Algunas producciones cuentan con solo cuatro entradas para la ceremonia. Todo un cambio comparado con las 3.400 butacas del teatro Dolby. Los cineastas que provienen del extranjero llegaron a Los Ángeles hace casi 10 días y la Academia les ha exigido hacerse tres pruebas de antígenos hasta la noche de los premios. Quienes no hayan podido viajar a California estarán en las sedes de Londres (en el British Film Institute) y en París (en un estudio). Y si no, vía satélite. Las videollamadas por Zoom han quedado prohibidas por los organizadores.
Las pruebas y la vacunación son las piezas angulares de una estrategia que ha permitido hacer presencial el evento. La pandemia obligó a postergar dos meses los premios. La Academia vuelve así a ajustar los planes de la gala como ya hiciera tras las inundaciones de 1938, el asesinato de Martin Luther King, en 1968; el atentado a Ronald Reagan, en 1981, y el estallido de la guerra de Irak, en 2003, cuando se redujo la alfombra roja y se eliminaron las gradas del público. Hoy el momento de la epidemia es distinto. El 40% de los estadounidenses ha recibido al menos una vacuna y el 34% de la población de California ya está inmunizada.
A escala reducida
Los Oscar vuelven a sus orígenes en su edición 93. Con la reducción de la escala, los organizadores buscarán dar al evento un tono íntimo como el de las primeras 15 entregas. “Para lograrlo, estudié la sutil elegancia de las primeras ceremonias, que eran cenas y bailes formales celebrados en icónicos salones de Los Ángeles en hoteles como el Hollywood Roosevelt, el Ambassador y el Biltmore”, explica a EL PAÍS el arquitecto David Rockwell, diseñador de producción.
La gigantesca sala de venta de billetes de la estación de trenes, construida en 1939, se poblará de mesas de café, sillas y sofás de terciopelo azul colocados en desnivel. “El punto focal será una sencilla plataforma. En contraste con otras ceremonias, donde los relucientes escenarios captan por completo la atención, queremos llevar todo el espacio a la ceremonia”, afirma el director de Rockwell Group. Soderbergh ha dicho que la gala será retransmitida como una película. En formato de pantalla ancha, a 24 imágenes por segundo y con cámara al hombro en algunos momentos.
No habrá presentador. En su lugar, la Academia ha anunciado a 18 cineastas que estarán a cargo de los anuncios de los premios. Han confirmado su presencia los ganadores del año pasado: Bong Joon-ho, director de Parásitos; Renée Zellweger, Joaquin Phoenix, Laura Dern y Brad Pitt. A ellos se sumarán Bryan Cranston, Halle Berry, Reese Witherspoon, Harrison Ford, Rita Moreno y Zendaya, entre otros. Dos nominados este año, Viola Davis, en la categoría de mejor actriz por La madre del blues, y Riz Ahmed, mejor actor por Sound of Metal, también entregarán galardones.
No está claro el papel que tendrán las mascarillas a lo largo de la ceremonia. Los productores han hablado de la creación de burbujas, un modelo en el que se basó la industria cinematográfica para volver a rodar en la pandemia. La zona A estará ocupada por los nominados y sus acompañantes. Sí usarán mascarillas el equipo técnico y la producción. Cuando los grupos se muevan a otros patios y espacios la protección será, entonces sí, obligatoria.
Babelia
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