El chupinazo de San Fermín 2023 | Pamplona se viste más de rojo y blanco que nunca: “No nos rendiremos, aupa Osasuna”
Llega el inicio de los Sanfermines, en los que, por segunda vez en la historia, el cohete lo ha lanzado Osasuna en plena polémica por la decisión de la UEFA de excluir al club de la Conference League
“No nos rendiremos, aupa Osasuna”. Con estas palabras, el presidente del equipo navarro, Luis Sabalza, flanqueado por el técnico rojillo, Jagoba Arrasate, y por los dos primeros capitanes, David y Unai García, ha lanzado este mediodía el cohete del chupinazo que marca el inicio de los Sanfermines de 2023 en Pamplona. Chupinazo “festivo y reivindicativo”, en palabras del técnico rojillo Jagoba Arrasate, pamplonica de adopción, que ha asegurado que “no estamos solos en esta pelea”, refiriéndose a la exclusión de Osasuna de la Conference League, determinada por la UEFA, por supuestos amaños de partidos. Así, el inicio de los sanfermines se ha convertido también en un manto de calor para arropar al equipo de la ciudad.
El recurso del club para ser admitido de nuevo en la competición ha supuesto una excusa más para unirse de forma real y metafórica en una plaza que parece agrandarse para acoger a todos los que acuden al inicio de las fiestas. “Esto nos ha juntado otra vez”, ha asegurado Arrasate. Tanto ha sido el apoyo al equipo de esta comunidad, que se ha hecho visible en las pancartas colgadas de los balcones de la plaza consistorial, en los que se podía leer “UEFA mafia” o “Fuerte con los débiles, débiles con los fuertes”. La ciudad está a una, se han sumado incluso los txistularis y los gaiteros, que han cambiado el guion y tras el tradicional “Agur Jaunak” han entonado el “alé Osasuna, alé, alé”. Lo han hecho justo antes del “Ánimo, pues”, y la multitud no ha fallado, cantando a pleno pulmón. El último lanzador del chupinazo e histórico del fútbol español, Juan Carlos Unzué, ha apelado también al “sentido común” de la UEFA: “Es la misma sensación que tengo a veces con los políticos a nivel nacional: no les entiendo”.
Reivindicativa o no, la fiesta ha vuelto a estallar desde el balcón consistorial, en una plaza pequeña que, como todos los 6 de julio, se ha expandido ―o eso quieren creer los pamplonicas― para acoger a propios y extraños. Esta plaza es testigo del chupinazo desde hace 82 años. Antes ―desde 1931, según las primeras crónicas―, el cohete se lanzaba a pie desde la plaza del Castillo, a apenas unos pocos metros. En esta ocasión, alrededor de 12.500 personas ―6,25 por metro―, han copado la plaza. A ellas, hay que sumarles las presentes en el resto de las calles de la capital navarra y aquellas que lo viven en la distancia y siguen anudándose el pañuelo en todas las partes del mundo. La nota negativa se ha producido apenas una hora antes del chupinazo, cuando una mujer de 63 años ha fallecido de un infarto en la Plaza del Castillo.
En estas primeras horas de la fiesta, txistularis, gaiteros y la banda municipal de La Pamplonesa recorren las calles de la ciudad repartiendo emoción y alegría a raudales. Tradición y fiesta, unidas de la mano, con pamplonicas que se abrazan unos a otros y que recuerdan, como muchos recordaban que este “es el momento en el que te acuerdas de las personas que te faltan”. Tradición que va a marcar, más de lo que muchos creen, los próximos nueve días.
Ha sido una mañana especial que ha dado comienzo a más de 200 horas de fiesta que habrá de conjugarse con la campaña electoral. Pero este jueves, día de pegada de carteles electorales, nadie piensa en ello. Hoy se disfruta y se agradece a San Fermín que haya evitado que lloviera a mediodía. Ya, lo que pase a partir de ahora, será otro cantar. La mayoría de los que han salido de blanco impoluto son ahora una amalgama de colores y no miran ya al cielo. Los pañuelos están anudados en cuellos de propios y ajenos, y no faltan los que dan lecciones sobre cómo llevarlos: hacia adelante o hacia atrás. Por lo demás, el blanco es ley y es lo que permite distinguir al “guiri”, que decide ponerse hoy unos vaqueros. Tampoco faltan los vasos reutilizables, porque las fiestas patronales también quieren avanzar hacia un modelo sostenible.
Empiezan unas fiestas que aspiran a unir a todos los que las disfruten más que nunca, como ha dicho Arrasate. Por delante, más de 200 horas de fiesta, de alegría y de comunidad. Este año, con los esfuerzos centrados en queno se produzcan agresiones. “Navarra es fiesta, STOP agresores” es el mensaje lanzado desde las administraciones públicas, pero es un mensaje también de la ciudadanía navarra: aquí se viene a disfrutar y, siempre, con respeto. Pamploneses, pamplonesas, ya está aquí. ¡Viva San Fermín!, ¡Gora San Fermín!
Babelia
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