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La difícil conciliación de la memoria de la Segunda Guerra Mundial con el turismo masivo en Holanda

Los residentes de la finca holandesa retratada en la serie televisiva ‘Hermanos de sangre’, producida por Steven Spielberg y Tom Hanks, van a instalar una valla y cobrarán por las fotos

World War II
El actor Damian Lewis haciendo de Richard Winters en 'Hermanos de sangre' (a la izquierda) y el Capitán Richard 'Dick' Winters posando en Schoonderlogt (a la derecha).HBO (GETTY) / US ARMY
Isabel Ferrer

De uniforme, con el casco apoyado en el costado y una leve sonrisa. Así posó en 1944 el comandante estadounidense Richard Dick Winters bajo el arco de entrada a una finca situada al este de Países Bajos. El complejo se llama Schoonderlogt y está en la localidad de Elst, en la región de Betuwe. Las tropas aliadas denominaban la zona La isla y la lucha se prolongó allí 198 días durante la Segunda Guerra Mundial. La figura de Winters y de sus hombres, miembros de la Compañía Easy, trascendió el ámbito de la memoria militar gracias a una serie televisiva estrenada en 2001: Band of Brothers (Hermanos de sangre, HBO) coproducida por el cineasta Steven Spielberg y el actor Tom Hanks. El británico Damian Lewis da vida a Winters, y su imagen, plantado en el mismo lugar que el oficial, se ha hecho tan famosa con el tiempo que los dueños de la propiedad van a instalar una valla y cobrarán por las fotos para contener el flujo de turistas.

El arco por el que se accede a Schoonderlogt sigue en su sitio, pero a ambos lados, y dentro del recinto, hay casas de particulares que ven interrumpida su vida cotidiana por multitud de curiosos en busca de vestigios del pasado. Los que llegan hasta aquí vienen de otros museos de la guerra, y muchos son aficionados de la serie que van de gira desde Normandía a los Alpes Bávaros. No proceden solo de Estados Unidos, hay viajeros de Brasil, Sudáfrica o Italia y de muchos otros países, y pueden ver la habitación donde dormía Winters y en la que redactó sus informes. Los residentes del complejo, sin embargo, buscan el equilibrio entre preservar el pasado y su intimidad.

En un correo electrónico explican su decisión: “Somos conscientes de la historia del lugar y las visitas están permitidas, pero para que el complejo sea accesible y para costear su mantenimiento habrá que llegar a ciertos acuerdos. Las visitas y las fotos deberán abonarse en un futuro cercano”, aseguran. Las entradas se podrán comprar en su página de internet. Con un recargo, será posible hacerse fotos con un vehículo Jeep Willy MB original de la época, y con una imagen de tamaño natural de Dick Winters. Los dueños de la finca serán los únicos que cobren por estas imágenes, confirma Bauke Huisman, promotor del Betuws Oorlog Informatie Centrum, BOIC (Centro de Información sobre la guerra de la región de Betuwe).

Monumento en recuerdo de la compañía de Winters, que estuvo en Países Bajos.
Monumento en recuerdo de la compañía de Winters, que estuvo en Países Bajos.Cynthia Leiwakabessy ( Funcksterrshoots)

La Compañía Easy formó parte del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista, perteneciente a la 101º División Aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos. Llamados los Screaming Eagles, su insignia es la cabeza de un águila blanca. El término Easy se refiere a la E, en el alfabeto fonético usado durante la guerra, y montaron su cuartel general en la finca de Schoonderlogt durante una etapa de la guerra.

Sus soldados desembarcaron en Normandía, lucharon en Francia, Bélgica, Países Bajos y Austria. Tomaron el Nido del Águila, el refugio alpino de Hitler, y estuvieron entre los primeros en liberar un campo de concentración. El comandante Winters era respetado y admirado por sus subalternos, pero su figura salió de los despachos militares gracias al relato de sus hazañas escrito por su compatriota Stephen E. Ambrose, basado en entrevistas con veteranos y que dio pie a la serie.

Hermanos de sangre incluye muchas historias, con cierto toque de Hollywood, pero todas ellas reales. Richard Winters no era tan conocido antes de la emisión, pero Spielberg y Hanks, que hicieron juntos la película Salvar al soldado Ryan (1998), tenían tantas historias de veteranos que acabaron encontrando al capitán”, dice Bauke Huisman.

Durante la campaña en Europa, Winters comandó con éxito, entre otros, la destrucción de una batería alemana en Utah Beach, el nombre en clave de uno de los tramos de la costa de Normandía durante el desembarco de junio de 1944. Lo hizo con unos pocos hombres, y repitió este tipo de operación con la captura de unos 300 soldados alemanes en un pueblo holandés. Ese momento es recogido en uno de los capítulos de la serie televisiva, titulado La encrucijada. Después de la guerra regresó a la vida civil, compró una granja en su país y tuvo dos hijos con su esposa, Ethel. Viajó varias veces a Países Bajos, lo mismo que otros veteranos, y falleció en 2011 a los 92 años. En vida, recibió varias condecoraciones, entre ellas la Cruz de Guerra francesa y el Corazón Púrpura, otorgada en nombre del presidente de los Estados Unidos.

Huisman creció a 100 metros de Schoonderlogt y ha investigado la historia de la contienda en su región. Frente a la finca, “visitada por millares de personas al año”, se alza desde 2019 un monumento en recuerdo a la 101 División Aerotransportada. Forma parte de una iniciativa privada con apoyo gubernamental en la que él se ha volcado, “porque aquí pasaron muchas cosas que vale la pena contar”, asegura. “De Países Bajos se recuerda la fallida operación aliada Market Garden [que trató de tomar los puentes en el curso del Rin, Waal y Mosa para crear un corredor que permitiese la entrada de los aliados en Alemania], y parece que luego hubo un silencio de meses. Pero no es así”, explica. La isla está situada entre las localidades de Arnhem —escenario del último puente que no se pudo ganar— y Nimega, y los soldados estadounidenses pasaron unos dos meses en el área.

“En octubre de 1944 había unos 1.500 militares aliados en la propiedad, y durante la operación Pegasus se le ordenó al regimiento la evacuación de unos camaradas atrapados en la orilla norte del Bajo Rin”. Según los cálculos que maneja, en La Isla fueron evacuadas unas 60.000 personas. La tierra quedó sin cultivar durante meses, “y se estima que hubo unas 1.500 bajas civiles”. “Murieron además cerca de 1.400 soldados aliados y 5.000 alemanes. Los heridos fueron cinco o seis veces más”, dice. En su opinión, la memoria de este lugar no está tan representada como lo ocurrido al oeste de Países Bajos, “donde predomina la historia de Anne Frank, autora del famoso Diario, el bombardeo de Róterdam (1940) o el Invierno del Hambre (1944-1945) que acabó con unas 20.000 personas”.

El estudioso holandés considera un honor ocuparse del monumento, que sigue la estela de otros similares en Normandía, en la provincia holandesa de Brabante o en la ciudad belga de Bastogne, y crean una suerte de tour europeo siguiendo la estela de los Screaming Eagles. “Ellos son los que hicieron el mayor sacrificio. Son las verdaderas estrellas de este recuerdo”, asegura. En Normandía, una estatua recuerda desde 2014 a Richard Winters y a los oficiales que sirvieron durante el desembarco aliado. En Ephrata, en Pensilvania, donde pasó parte de su niñez, hay una reproducción de la misma efigie.

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