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Una orquesta rusa actuará en España por primera vez desde la invasión de Ucrania pese a sus vínculos con el Kremlin

El conjunto musicAeterna, afincado en San Petersburgo, actuará bajo la dirección de Teodor Currentzis en Zaragoza, Barcelona y Madrid, a pesar de contar con el patrocinio de un banco cercano a Putin y sancionado por la UE

Teodor Currentzis, en una imagen de noviembre de 2017.
Teodor Currentzis, en una imagen de noviembre de 2017. Sebastian Gollnow (picture alliance / Getty)

El director grecorruso Teodor Currentzis (Atenas, 51 años) creó musicAeterna en 2004, como resultado de una filosofía personal. Una orquesta formada por músicos incondicionales, que tocaban instrumentos de época y combinaban la máxima exigencia artística con la reconsideración de las viejas tradiciones interpretativas. Una excelente formación instrumental que se desarrolló, a partir de 2011, en la ciudad periférica de Perm, a la que sumó un coro y donde realizó varias premiadas grabaciones para Sony Classical de Mozart, Chaikovski y Stravinski.

Pero musicAeterna trasladó su residencia a San Petersburgo en 2019, para convertirse en un conjunto independiente. Esa fue la teoría. En la práctica, el banco ruso VTB, sancionado por la UE tras la invasión de Ucrania, se convirtió en su principal patrocinador. Y su presidente, Andréi Kostin, un oligarca cercano a Putin también en la lista de sancionados, se sentó en la junta directiva de la orquesta, al igual que otros dos nombres muy próximos al líder ruso: el gobernador de San Petersburgo, Alexander Beglov, y la directora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina. A pesar de todo ello, musicAeterna (que no figura entre las entidades castigadas por la UE) actuará en el Auditorio de Zaragoza, el próximo viernes, 12 de mayo, y proseguirá con conciertos en Barcelona, los días 14 y 15, y en el Auditorio Nacional de Madrid, el 17 y 18.

Fuentes gubernamentales han asegurado a EL PAÍS que la orquesta no está en la lista de entidades sancionadas y, en general, las actividades culturales no se ven afectadas por las medidas de la UE. Otra cuestión es que alguna persona sancionada acompañase a la formación o que recibiera un pago por las actividades de la misma, en cuyo caso no se le concedería el visado o no se autorizaría el pago, informa Miguel González.

El conjunto de Currentzis será la primera orquesta rusa que actúa en España desde la invasión de Ucrania. Debutó en el Teatro Real, en 2012 y 2013, con varias producciones de Purcell y Stravinski, y regresó para conciertos sinfónicos, en 2018 y 2021. Pero esta gira española parece que será su única cita internacional en 2023, tras la reciente cancelación de sus conciertos en Francia y Alemania. Tanto en la Philharmonie de Colonia, en enero, donde su director artístico reconoció que “sus actividades y financiación estaban muy próximas al régimen ruso”, como en la Philharmonia de París y en la Elbphilharmonie de Hamburgo, en abril, “por estar plagados de incertidumbres ante los efectos de la guerra rusa en Ucrania”.

La gira española de musicAeterna fue contratada mucho antes de la invasión de Ucrania, en abril de 2021, por la Agencia Camera, empresa de Grupcamera. En declaraciones a EL PAÍS, su director de comunicación insistía en que es “una orquesta multicultural y multinacional (con músicos de 12 países distintos, incluidos españoles y ucranios) con base en San Petersburgo”. En la web de la orquesta, consta una única violinista ucrania, aunque la inmensa mayoría de sus 74 integrantes son rusos, bielorrusos y kazajos, con la excepción de una violonchelista italiana y cuatro españoles: un contrabajista murciano, una flautista y un trombonista catalanes y un trompista valenciano.

Teodor Currentzis (derecha), durante un concierto en Madrid, en abril de 2021.
Teodor Currentzis (derecha), durante un concierto en Madrid, en abril de 2021.Rafa Martín

“Nosotros nos movemos siempre por criterios de máxima calidad artística”, prosigue el responsable de prensa de Grupcamera. Y reconoce: “Sabemos que VTB está entre los sponsors de musicAeterna, al igual que otras empresas y entidades que dan apoyo al proyecto artístico liderado por Teodor Currentzis”. No obstante, considera que la orquesta debería pronunciarse acerca de esos vínculos. Por supuesto, ni musicAeterna ni Currentzis han realizado ninguna declaración al respecto. Y el silencio del director grecorruso ante la invasión de Ucrania ha obligado al Konzerthaus de Viena a vetar su presencia la próxima temporada, a pesar de su estrecha relación con esta sala, donde ha grabado sus dos últimos discos, en Sony Classical, con las sinfonías Quinta y Séptima, de Beethoven.

Currentzis ha mantenido una intensa actividad en Rusia con musicAeterna, tras el inicio del conflicto en Ucrania. El pasado verano dirigió una gira patrocinada por Gazprom donde apareció junto a su CEO, Alexéi Miller, otro oligarca próximo a Putin. Y recientemente ha dirigido a la Orquesta y Coro del Conservatorio de Moscú, por lo que ha sido nombrado profesor honorífico en esa institución. Pero no por ello ha renunciado a actuar en Europa. En noviembre pasado, trató de montar una producción de Tristán e Isolda, de Wagner, en Moscú, Dortmund y Baden-Baden, aunque no consiguió involucrar a ningún cantante destacado y tuvo que transformarla en una improvisada tournée con el Réquiem, de Verdi.

En los próximos meses, Currentzis dirigirá a la Sinfónica de la SWR de Stuttgart, de la que es titular desde 2018, aunque no renovará su contrato por decisión propia. Y también actuará al frente de su nueva orquesta, llamada Utopia, que involucra a músicos de 30 países y está financiada por Kunst und Kultur DM Privatstiftung y varios patrocinadores europeos. La ha definido como “una comunidad creativa especial” que reúne “personas afines con una ideología musical compartida”, aunque persisten dudas acerca de su verdadera independencia de Rusia. En la gira de presentación por Alemania, Austria y Grecia, dirigirá la Tercera sinfonía, de Mahler. Y con Utopia participará este verano, en el Festival de Salzburgo, cuyo director artístico, Markus Hinterhäuser, sigue siendo uno de sus apoyos incondicionales.

Hinterhäuser ha asegurado que no conoce ninguna relación directa de Currentzis con Putin. Es verdad que el director nacido en Atenas nunca ha mostrado afinidad ideológica con el régimen ruso. En el pasado, se mostró muy crítico contra la corrupción en el entorno del Kremlin e incluso clamó, desde estas páginas, contra la injusticia que padeció el director de cine y teatro Kirill Serébrennikov durante su prolongado arresto domiciliario. Pero ahora prefiere callar o apostar por la reconciliación, al dirigir obras del compositor ruso-ucranio Alexei Retinski. En su gira española, sus dos programas también tendrán una evidente relación con la guerra de Ucrania: una reflexión sonora de Richard Strauss acerca de las consecuencias de la II Guerra Mundial (Metamorphosen para 23 instrumentos de cuerda) y dos sinfonías que desembocan en la muerte (Sexta, de Chaikovski, y Novena, de Mahler). Tres obras que invitarán al silencio y la meditación, mientras la invasión rusa de Ucrania ya se acerca a los 500 días.

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