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Confusión y caos

Jesús Ferrero explora las diferentes formas del miedo que prenden en personajes que encarnan un amplio abanico de pasiones

La obra narrativa de Jesús Ferrero pivota entre aquellos títulos que se abren a vidas ajenas, reales e históricas —como Juanelo o el hombre nuevo, Las trece rosas o El hijo de Brian Jones, incluida la estupenda Balada de las noches bravas, que narra la educación sentimental de una generación, la del autor, que en los primeros años setenta presenció el crepúsculo de las ideologías al ritmo del rock and roll—, y otros títulos que, desde el fundacional Belver Yin, son protagonizados por personajes ficticios anclados en un mundo interior que aborda pulsiones a menudo extremas. A este grupo pertenece Las abismales, que le valió a su autor el Premio de Novela Café Gijón 2018.

Amparado en su amplio conocimiento de las culturas antiguas y de la mitología clásica, en Las abismales Ferrero explora las diferentes formas del miedo que prenden en personajes que encarnan un amplio abanico de pasiones: desde la pura inocencia hasta la maldad más perversa. Los nombres propios de algunos de ellos anuncian su raíz íntima: Serafina, Absalón, Berenice, Tobías, Volfango…

Hay en la novela una destilada creación de un mundo mítico —que incluye la presencia activa de animales cargados de simbolismo como son los caballos o los perros—, que alterna con un escenario muy real y reconocible, constituido por diversos enclaves de Madrid y sus alrededores, incluido el bosque, repleto de resonancias. En ese ámbito, empiezan a suceder una serie de acontecimientos (crímenes, suicidios, ataques varios) que van creando una atmósfera opresiva y terrorífica, que pronto se convierte en el hervidero donde la masa desata su barbarie.

La trama narrativa sigue el triple esquema clásico de planteamiento, nudo y desenlace, con un epílogo inquietante, y algunos episodios resultan algo previsibles, y algunos otros incluso redundantes. También los personajes secundarios resultan excesivos: son tan numerosos que quedan reducidos al clisé. Lo mejor de Las abismales es, sin duda, la creación de esos espacios casi visionarios, repletos de resonancias: desde la Biblia hasta Elías Canetti.

Las abismales. Jesús Ferrero. Siruela, 2019. 240 páginas. 18,95 euros.

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