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Crónica
Texto informativo con interpretación

Ketama vuelve porque quiere y porque puede

La banda arranca en Granada su nueva gira casi 15 años después de su retirada

Javier Arroyo
Concierto de Ketama, el sabado, en Granada.
Concierto de Ketama, el sabado, en Granada. Fermín Rodríguez

Los de Ketama dicen que vuelven porque quieren. Además, se podría añadir, porque pueden. Los dos hermanos Antonio y Juan y su primo Josemi, Ketama, han dado por concluida una separación que duraba ya casi 15 años y que ellos nunca dieron por definitiva. En la noche del sábado, en Granada y arropados por 2.000 personas y un excepcional grupo de músicos, Ketama mostró que todavía pueden transmitir alegría y flamenco, desde el ortodoxo si se ponen, hasta fusión, su producto original y genuino. Tienen por delante, al menos, una veintena de conciertos que los llevará hasta septiembre de auditorio en auditorio.

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El inicio de gira en Granada, quiso dejar claro Josemi, es “un reencuentro musical, no personal, porque siempre hemos estado juntos”. No hay duda de que la cita con el público tenía a los Carmona alterados. O en palabras del propio Antonio, “con más nervios que la hostia”. Y al público, deseoso de verlos y oírlos. Si la salida de Juan y Josemi fue muy aplaudida, la de Antonio, que se guardó para salir el último al escenario, multiplicó los aplausos, mostrando las ganas de reencuentro de la gente con el trío. A partir de ahí, un repertorio que arrancó con el flamenco jazzístico de Karta canción y llegó al delirio con un fin de fiesta al más puro estilo Ketama de 1995.

Loco de amor, Flor de lis y No estamos locos se enlazan al final para crear un fin de concierto repleto de energía y con el público encendido y con ganas de moverse como 25 años atrás. Un concierto de dos horas que recorre la historia del grupo con su último disco, De akí a Ketama 2019, como eje central. Pero no todos los que asistan a esta gira verán y oirán exactamente lo mismo. Los Ketama son gente más que sociable que siempre conocen a alguien allá donde recalan, así que cada cita de la gira tendrá probablemente la guinda de algún amigo sobre el escenario. En Granada fue un asunto casi familiar, con la subida a escena de Pepe Habichuela, padre de Josemi. Con su guitarra y la de Josemi, más el laúd de Juan, regalaron al público una preciosa bulería. También Kiki Morente, vástago de Enrique, subió a escena hecho un pincel y elegante como pocos para, a medias con Antonio, ofrecer un Viviré muy flamenco.

El concierto de Granada tuvo algunos desajustes. En escena aún falta engrasar el mecanismo de entradas, salidas y qué viene después. Por otro lado, la voz de Antonio ha llegado a esta primera cita algo resentida tras un viaje desde Argentina. No obstante, los coros de Antonio y Manuel Montes, los mellis, suplieron bien el contratiempo. Otra cosa que ha quedado clara en la vuelta de Ketama a los escenarios es que son muy queridos y que ellos saben devolver el cariño. Para eso está Antonio, que no paró de dar besos a diestro y siniestro y que se animó a pasearse por el auditorio mientras cantaba.

Ketama arranca gira arropado por un equipo de músicos excepcional. Muy flamencos y muy caribeños. Y los tres Carmona no se quedan atrás. Se ve que lo que les gusta de verdad es tocar instrumentos. Antonio se lo pasa en grande con la percusión y Juan y Josemi han alcanzado una maestría con la guitarra que impresiona. Pareciera que han pasado los casi 15 años de separación tocando diez horas al día para llegar a donde han llegado. Los dos se gustan al toque y por eso el concierto incluye dos solos de guitarra que emocionan al público y que, en el caso de Josemi es sublime.

Los hermanos y el primo Carmona han vuelto como lo dejaron, pero más sabios y más músicos. Y un pelín más adultos, si no de qué iban a dedicar hace veinte años varias canciones a sus hijas, como han hecho en Granada Juan y Josemi. Eso es también su concierto, un recorrido emocional por su trayectoria pero en sentido inverso. Arrancan serios y terminan con una jarana que deja un buen regusto. Los Ketama sí que saben hacer un fin de fiesta.

Cuando no existía la fusión

Ketama no siempre fue lo que es ahora. Ni la fusión ha existido desde siempre. Hubo un primer Ketama allá por el principio de los ochenta que los Carmona no olvidan y quisieron recordar en el escenario granadino. Ese primer grupo lo formaban Juan Carmona, José Soto y Ray Heredia. Tuvieron sus más y sus menos con el mundo flamenco, que les hizo pasar ratos difíciles como en el concierto Nuevas formas del flamenco de Jerez en 1988, donde su "flamenco arrockado", como lo llamaba este diario en una crónica, llevó 400 personas a un espacio donde cabían 14.000. Por fortuna, cuatro meses después llegó el cambio y con él el giro en los titulares que pasaron de "El flamenco arrockado fracasa en Jerez" a "Ketama, lo mejor de la cuarta jornada del festival iberpop". En 1995 nació el segundo Ketama, con la publicación de De akí a Ketama, ahora remasterizado. Y así han ido pasando los años. Y va a hacer 30 de aquello.

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