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Horror en el ‘resort’

Luis Gerardo Méndez se lleva uno de los premios a Mejor actor en el Festival de Cine de Guadalajara por su papel en 'Tiempo compartido' que ganó en Sundance el galardón a mejor guion

Un fotograma de 'Tiempo compartido'.
Un fotograma de 'Tiempo compartido'.
Víctor Usón

El horror ocurre en un resort, en unos de esos majestuosos hoteles con todo incluido. En Tiempo compartido, la última cinta del mexicano Sebastián Hofmann, nada es lo que parece y tras lo que aparenta ser un paraíso se esconde un auténtico infierno. El viaje familiar más soñado acaba con la madre, Eva (Cassandra Ciangherotti), sollozando y el padre, Pedro, prácticamente poseído. Un personaje que interpreta Luis Gerardo Méndez y por el que se ha llevado el premio Mayahual a mejor actor en un largometraje iberoamericano de ficción en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

“Quisimos que la película se sintiera muy real. Resaltamos la ansiedad de los personajes y nos inspiramos mucho en los hoteles que aparecen en los catálogos y en las revistas de los aviones, en los que todo parece perfecto, pero donde tras esas impecables sonrisas se esconde algo oscuro”, aseguró Hofmann en una rueda de prensa

Esta película, que se llevó el premio especial del jurado a mejor guion en la última edición del Festival de Sundance, está rodada en la turística Acapulco (México) pero podría ocurrir en cualquier otro lugar del planeta. Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara que ha terminado este viernes, Tiempo compartido lanza un dardo envenenado a las grandes empresas hoteleras y a los programas vacacionales masificados.

Protagonizada también por Montserrat Marañón y Miguel Rodante, esta cinta toma el nombre de uno de los programas de vacaciones más conocidos en todo el mundo y que también fue muy popular en México. Se trata de alojamientos en lugares turísticos en régimen de multipropiedad, en los que cada propietario tiene derecho a disfrutar de ellos durante un tiempo estipulado.

“Uno de los primeros recuerdos que tengo de mi infancia son unas vacaciones con mi familia en Acapulco. Fuimos gracias a que nos ofrecieron alojamiento a un precio ridículo con la condición de ir a un seminario sobre tiempo compartido. Mientras estábamos con un agente de ventas recuerdo la expresión de mi papá. Era consciente de que no tenía el dinero para pagarlo pero la presión de sus hijos y su esposa lo acorralaban. Afortunadamente nunca firmó”, sostiene Luis Gerardo Méndez.

Se trata de una dura crítica al consumismo y a sus estrategias publicitarias que ofertan el paraíso cuando en realidad lo único que hay disponible son cuartos de hotel. En esta cinta el capitalismo aparece retratado como una secta en la que solo una ínfima minoría se rebela y cuando lo hace acaba arrinconada y tachada de loca.

“Es una película que trata, entre otras cosas, sobre lo que creemos que necesitamos para ser felices. Y sin duda el capitalismo salvaje, el consumismo y la poscolonización de México a través de estas empresas hoteleras son temáticas que están muy presentes [en la película]”, señala Hofmann.

Una oferta, aparentemente inofensiva, acaba convirtiendo las vacaciones de Pedro y Eva en la mayor expresión del horror y su vida en un auténtico infierno. Y es que en el paraíso hay mosquitos, hace un calor asfixiante y la psicosis se apodera de quienes no acatan las normas. Allí solo hay dos opciones: ser un rechazado social o convertirse en un cíborg programado.

“Hay miles de historias, todo un universo que hay que explorar para entender cómo se aprovechan estas transnacionales de aquellos que están en una situación frágil y vulnerable para convertirlos en sus clientes”, cuenta Luis Gerardo Méndez.

Tiempo compartido va acumulando premios que suponen un fuerte espaldarazo para esta película llena de niños saltando en piscinas, padres sorbiendo cócteles desde la hamaca y turistas con la piel roja quemada por el sol. Una cinta galardonada cuyo director espera que se estrene en México en la segunda mitad de este año.

El palmarés del Festival de Guadalajara

El premio Maguey ha sido para Tinta bruta y en esta misma categoría el galardón a mejor actuación ha recaído sobre Ellen Page por My days of mercy. 'Restos de vientos', la cinta dirigida por Jimena Montemayor Loyo que cuenta la pelea de una familia por sobrevivir tras la ausencia del padre, se ha llevado el premio Mezcal a Mejor película y Mejor dirección en la 33 edición de este festival que ha tenido a Cataluña como invitada de honor. Los galardones a mejor actor y actriz han sido para Noé Hernández  y Daniela Schmidt por 8 de cada 10 y Cría puercos, respectivamente.

Entre los premios al largometraje iberoamericano de ficción, Matar a Jesús se ha llevado el premio a Mejor película, mientras que el de dirección ha sido para Anahí Berneri por Alanis. El esta misma sección, el de mejor actor ha sido compartido entre Luis Gerardo Méndez y Giovanni Rodríguez (Matar a Jesús) y el de mejor actriz ha sido para Sofía Gala Castiglione por Alanis.

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Sobre la firma

Víctor Usón
Es redactor de EL PAÍS desde 2015. Trabajó en la delegación del periódico en México durante cuatro años y anteriormente estuvo en las agencias Europa Press y DPA. Es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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