_
_
_
_
_

Andrés Suárez: “Pirateaba mis propios discos para regalarlos”

El cantante, que actuará el 4 de noviembre en el Barclaycard center, se sincera en un encuentro con suscriptores de EL PAÍS

Patricia Peiró

En estos días, Andrés Suárez hace de todo por la noches menos dormir. Desconocemos a qué dedicará exactamente las horas nocturnas, pero su próximo concierto en el Barclaycard center de Madrid (aforo de 15.000 personas) le provoca un insomnio galopante. Ya le sucedió cuando el año pasado actuó en el Palacio de Vistalegre. "Cuando llegué a Madrid, salía a la calle para hacer trasbordo en el metro porque pensaba que no se podía hacer de otra manera. Este concierto es una reponsabilidad con esta ciudad que amo", aseguró ayer en un encuentro con suscriptores dentro del programa EL PAÍS + en el Teatro del Arte.

Este ferrolano se niega a abandonar en sus letras las referencias al mar y a su tierra gallega, por mucho que le digan que se reitera. "Soy hijo y nieto de marineros, qué le voy a hacer", reflexionó ante Arancha Moreno, directora de Efe Eme y colaboradora habitual de EL PAÍS. Hace más o menos 15 años, se subió a un tren nocturno y tras quince horas de traqueteo despertó en Madrid. "Me sorprendió ver que la gente hacía cola para andar por la calle", bromeó con los asistentes. Después de eso llegaron las noches en el Libertad 8, el templo de la canción de autor. "Como me oiga la discográfica me mata, pero en ese momento llegué a piratear yo mismo el disco para poder regalar copias". Su manager de Sony, en el público, sonreía, así que pelillos a la mar.

Ese fue el primer viaje, pero luego llegaron mucho más. Cuba, para grabar con Pablo Milanés, México, Argentina, Uruguay... Una vez su amigo Rafa Pons le dijo que era imposible que él tuviera novia porque se le morían hasta los cactus. "Los nervios y los viajes constantes van en el pack. Algo malo tenía que tener el paraíso", señaló. En esta travesía recuerda a su abuelo, que era capaz de hacer vibrar las paredes con su voz cuando cantaba a pesar de que solo tenía un cuarto de pulmón, su madre, con una voz de ángel, y a su padre, "que escuchaba muy bien". Tal vez por eso, era a este último al primero al que siempre enseñó sus creaciones durante mucho tiempo. "Sigo siendo de mandar mails con temas nuevos para que la gente más cercana me dé su opinión", reconoció. 

Andrés Suárez y Arancha Moreno dialogan en el encuentro de EL PAÍS+.
Andrés Suárez y Arancha Moreno dialogan en el encuentro de EL PAÍS+.Claudio Álvarez

En el trayecto se detiene en Moraima, el disco que le puso en el mapa musical definitivamente, el que le llevó a los grandes escenarios. "Ese álbum tenía la clave. Eran canciones en directo que amaba de verdad. Nunca podré hacer un Moraima 2, me parecería hipócrita". Tras el vaciado que representó la composición de ese trabajo, Suárez se quedó en blanco. Pensó que no volvería a escribir nunca más, el terror al folio en blanco le invadió. "En ese momento aprendí que las canciones salen cómo y cuando quieren y de repente, en una noche, escribí siete temas".

Él es cantautor, no poeta, defiende. "Hay un batiburrillo montado con esto de las canciones, la poesía...", comienza a decir al hilo del Nobel a Dylan. Y tras asegurar estar muy feliz por el galardón al genio, matizó: "un escritor de canciones es un escritor de canciones". Y las conclusiones, que las saquen los demás.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_