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Gergiev, Gatti y Pollini liderarán la nueva temporada de La Filarmónica

El ciclo de conciertos madrileños se consolida en su tercer año de conciertos en Madrid

Daniel Verdú
El director Valery Gergiev.
El director Valery Gergiev.

Cuando nadie daba un céntimo por la supervivencia de los ciclos privados de música clásica, en plena crisis financiera española, la empresa Grup Camera decidió expandir su propuesta musical a Madrid. Contaban con los ciclos de Barcelona, Girona y Vitoria, pero pensaron que en la rica oferta musical madrileña había espacio todavía para un nuevo proyecto. Y funcionó. El año que viene se embarcan en la tercera temporada de conciertos sinfónicos y de cámara de La Filarmónica —así se llama su proyecto—, que presentaron ayer ante la prensa. Y las cifras de abonados y su sólida programación les avalan.

“Nunca hemos pretendido ocupar el espacio de nadie”, señaló ayer Josep María Prat, presidente de la empresa catalana, ante las reticencias implícitas que pudieron encontrar al comienzo en una ciudad que contaba ya con varias propuestas, a priori, similares. Y es cierto. La programación de la temporada 2014-2015 se reafirma en su propósito. Un repertorio accesible, con buenas orquestas, en su mayoría de lo que podría denominarse clase media del sector, que acercan la música al gran público. A los cerca de 1.300 abonados que consiguieron en solo dos años para un espacio como el Auditorio Nacional.

Pero además, el ciclo apuesta por figuras consagradas como Valery Gergiev y su orquesta del Teatro Mariinski (con la novena de Beethoven), Maurizio Pollini que dará un recital de sonatas de Beethoven por determinar todavía en el Teatro Real —solo quiere tocar en ese recinto— , Daniel Gatti con la orquesta Nacional de Francia o la pianista Martha Argerich, con piezas de Shostakvich y Beethoven. Pero quizá lo interesante será comprobar el poderío de la nueva orqusta Da Camera (creada con motivo del 30 aniversario de la institución y formada por miembros de las elites musicales del momento) o a la violonchelista Natalia Gutman, que traerá durante las próximas temporadas —y ahí reside, en parte, la vocación de permanencia de La Filarmónica— las suites de Bach.

Por sus amplias modalidades de precios y la familiaridad del repertorio, La Filarmónica es hoy uno de los ciclos que más está haciendo por acercar la clásica a nuevos públicos. Gracias a los grandes nombres que incorpora, también habrá la oportunidad de tomar el pulso a formaciones como la Orquesta Sinfónica de la Radio de Suecia (con Daniel Harding en el podio), a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia WDR con Jukka-Pekka Saraste, o a la Philharmonia Orhestra, dirigida por Clemens Shuldt. Todo un ejercicio de valentía empresarial —y cultural— en estos tiempos tan poco propicios para jugarse el pellejo en aventuras de este tipo.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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