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La UE recompensará a los agricultores que cuiden el suelo para absorber más CO₂

El nuevo marco voluntario de certificación de carbono debe aún ser ratificado por la Eurocámara y los Estados miembros

Silvia Ayuso
Huerto con agricultura regenerativa, que mejora la retención de carbono del suelo, en la finca Les Planeses, en Girona.
Huerto con agricultura regenerativa, que mejora la retención de carbono del suelo, en la finca Les Planeses, en Girona.Massimiliano Minocri

El Parlamento Europeo y el Consejo (los Estados miembros) han llegado este martes a un acuerdo provisional —a ratificar aún por las dos partes— para la creación del primer marco de certificación voluntario a nivel de la UE para la eliminación de carbono. Con esta medida, Bruselas espera impulsar las tecnologías innovadoras de absorción de carbono, que considera clave para los nuevos objetivos intermedios de 2040 antes de alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo. La iniciativa también busca alentar la captura de carbono en suelos agrícolas, para lo cual prevé recompensar a aquellos agricultores que realicen prácticas que “conduzcan a una mejora general del equilibrio de carbono en el suelo”.

El nuevo reglamento pretende acabar con el blanqueo ecológico o greenwashing y crear nuevas oportunidades de negocio. “El acuerdo hará de la UE un líder global en eliminación de carbono, impulsará la inversión privada y el desarrollo de mercados voluntarios de carbono, a la par que respeta la integridad climática y evita el blanqueo ecológico”, ha celebrado al respecto la ponente de la Eurocámara, la portuguesa Lídia Pereira. Por su parte, el Consejo ha destacado que, una vez entre en vigor, este reglamento será “el primer paso” hacia la introducción de un marco integral de eliminación de carbono y reducción de emisiones del suelo en la legislación europea.

“Las absorciones de carbono y la captura de carbono en suelos agrícolas constituirán una parte importante de nuestros esfuerzos por alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050″, ha subrayado el comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra, tras conocer el acuerdo provisional, cerrado en la madrugada del lunes al martes. Este pacto se da poco después de que el propio Hoekstra propusiera, en nombre de la Comisión y a comienzos de mes, el objetivo de 90% de reducción de gases de efecto invernadero para 2040. Una meta que requerirá, según Bruselas, de un impulso decisivo de las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, sistemas para atrapar CO₂ generado y enterrarlo en el subsuelo, o de absorberlo con sumideros naturales.

Con el nuevo marco de certificación europeo voluntario, “liberaremos nuevas oportunidades económicas para los agricultores, silvicultores, constructores e innovadores”, ha destacado además Hoekstra, en momentos en que las protestas agrícolas han hecho recular parte de la ambiciosa política medioambiental de la Comisión Europea que, sin embargo, este acuerdo busca impulsar. Al respecto, el nuevo reglamento desbloqueará, una vez aprobado, una financiación privada y pública “innovadora”, según Bruselas, que permitirá que los agricultores eliminadores de carbono “puedan ser recompensados sobre la base de las absorciones y reducciones de emisiones certificadas”.

Agricultura regenerativa en Girona.
Agricultura regenerativa en Girona. Massimiliano Minocri

Para ello, el acuerdo ahora alcanzado establece normas de certificación para la captura de carbono en suelos agrícolas, como la restauración de bosques y suelos y la prevención de las emisiones de suelo o un uso “más eficiente” de los fertilizantes. Además, la reducción de la liberación de metano procedente de la fermentación entérica (resultado de la digestión de las vacas) o la gestión del estiércol del ganado se incluirá como parte de la revisión de la normativa prevista en 2026.

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No se trata de un pago generalizado a los agricultores, puntualizan fuentes comunitarias, sino que la medida busca recompensar a aquellos que realizan prácticas de la denominada agricultura de captura de carbono para reducir las emisiones de los suelos agrícolas.

Diferentes modelos de cultivo

Entran en este concepto la agrosilvicultura y otras formas de agricultura mixta que combinan en la misma tierra vegetación leñosa (árboles o arbustos) y sistemas de producción agrícolas o ganaderos. También el uso de cultivos intermedios, cultivos de cobertura, laboreo de conservación o de un mayor número de elementos paisajísticos —todos ellos elementos integrantes de la agricultura regenerativa—. También es considerada agricultura de captura de carbono la conversión específica de tierras de cultivo en barbechos o de superficies retiradas en pastos permanentes, así como la restauración de turberas y humedales para reducir la oxidación de las reservas de carbono existentes e incrementar el potencial de fijación de carbono, como señaló la Comisión en 2021, cuando presentó una comunicación sobre ciclos de carbono sostenibles para mejorar este modelo de negocio de captura de carbono en suelos agrícolas.

En el caso de las certificaciones para reducción o almacenamiento de carbono en actividades agrícolas, estas actividades deberán durar al menos cinco años antes de poder ser certificadas. Además, estas actividades no deben dar lugar a la adquisición de tierras con fines especulativos que afecten negativamente a las comunidades rurales.

Las normas de certificación también se extenderán a las absorciones de carbono industriales, como la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono, o la captura y almacenamiento directo de carbono del aire. El acuerdo provisional mantiene el requisito de que las actividades de eliminación de carbono deben cumplir cuatro criterios generales para poder ser certificadas: cuantificación, adicionalidad, almacenamiento a largo plazo y sostenibilidad.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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