Más ojos en el universo, nuevas vacunas de ARN y Steve Aoki en la Luna: qué sorpresas puede dar la ciencia en 2023
Este año se lanzan importantes misiones de exploración espacial y comienzan a operar potentes instalaciones científicas, como el telescopio Vera Rubin o el acelerador de partículas más potente jamás construido
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Sin necesidad de sacar una bola de cristal, la ciencia permite adelantarse —en cierta medida— a sus hitos futuros. Gracias a que se trata de un trabajo muy planificado, cimentado en ladrillos que investigadoras y científicos van colocando poco a poco, y con proyectos muy costosos, a largo plazo. Los mayores logros científicos de 2022, por ejemplo, fueron la puesta en marcha del telescopio espacial James Webb y el logro de la fusión nuclear eficiente, dos hitos en los que se estuvo trabajando durante décadas. Como las que tienen a sus espaldas las vacunas de ARN (aceleradas gracias a la covid), los laboratorios de física de partículas o los nuevos proyectos de exploración espacial que nutrirán de información científica a los periódicos en 2023.
Esa planificación permite aventurar algunos eventos y noticias científicas importantes que traerá el año que acaba de comenzar, en distintos campos de la investigación.
Exploración lunar. Los cohetes están que arden, en el mejor sentido de la expresión. El 2022 ha terminado siendo, como preveíamos, el que ha registrado un mayor número de lanzamientos espaciales de toda la historia: 180 con éxito, según el recuento de Nature. Y 2023 será otro gran año. La Luna sigue siendo un objetivo geoestratégico prioritario para las grandes potencias espaciales, sobre todo EE UU y China, como acaba de reconocer el administrador de la NASA, Bill Nelson: “Es un hecho: estamos en una carrera espacial”.
Los planes de los estadounidenses están pendientes del nuevo cohete de SpaceX, Starship, que tendrá que probar su capacidad para llevar personas a la Luna en los próximos meses: probablemente, tendrá una primera prueba importante en marzo, un paso decisivo en los planes de tener en 2025 a una mujer paseando por nuestro satélite. Y luego está el proyecto DearMoon (querida Luna), impulsado por el magnate japonés Yusaku Maezawa, que pretende usar la Starship para dar una vuelta alrededor de la Luna junto a ocho artistas, incluido el popular DJ estadounidense Steve Aoki. El plan es intentarlo este año, pero podría retrasarse.
Hay más países en la carrera lunar: tendrán su protagonismo la misión japonesa Hakuto-R, la india Chandrayaan-3, el rover Rashid de Emiratos Árabes Unidos.
Búsqueda de vida extraterrestre. No hablamos de si hay aliens entre nosotros, aunque un poco también. La NASA acaba de poner en marcha a un equipo científico que tendrá listo su primer informe sobre los ovnis, que ahora se llaman UAP (siglas en inglés de fenómenos aéreos no identificados). Además, el instituto SETI, encargado de buscar vida extraterrestre, pone en marcha su primera gran campaña de búsqueda de vida inteligente del proyecto Cosmic.
La Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) lanzará en abril la misión Juice en dirección a las lunas heladas de Júpiter, como Europa, candidatas a albergar vida en alguno de sus océanos. Pero no llegará a los satélites galileanos hasta 2031, por lo que habrá que buscar resultados apasionantes en otros proyectos. Por ejemplo, la misión privada neozelandesa de Rocket Lab y el MIT, que mandan a Venus una sonda en busca de signos de vida. No obstante, estas señales en otros mundos también se pueden detectar en remoto, como con el Webb, que acaba de demostrar que es capaz de cazar planetas habitables y de analizar hasta el extremo la composición de la atmósfera de esos exoplanetas (los ajenos a nuestro sistema solar). No sería extraño que este potente observatorio espacial dé grandes pasos en 2023 en este campo.
Estudio del espacio. Este año puede suponer un paso importante hacia la fiebre del oro de la minería de asteroides. La sonda Osiris-Rex alcanzó en 2020 el asteroide Bennu, del que tomó muestras que traerá a la Tierra en septiembre, para poder analizarlas en detalle. Y también la NASA lanza este año, en octubre, la sonda Psyche, que pretende analizar por primera vez un asteroide metálico para estudiar su composición.
Y tendremos nuevos ojos mirando al universo. Por un lado, se pondrá en marcha en Chile el observatorio astronómico Vera Rubin, con una potentísima cámara que permitirá rastrear nuevos asteroides peligrosos y estudiar la materia oscura y la energía oscura. Ese mismo objetivo tendrá el nuevo telescopio que también lanzará este año la ESA, Euclid, un aparato de 600 millones de euros que analizará miles de galaxias. Además, China pondrá en el espacio el observatorio Xuntian en la misma órbita que la Estación Espacial China, para poder realizar trabajos de mantenimiento o mejora. Y Japón lanzará su misión Xrism para detectar la radiación de rayos X de estrellas y galaxias distantes.
Biomedicina. Las vacunas de ARN mensajero se hicieron mundialmente famosas al sacarnos del túnel de la pandemia de covid, pero inicialmente se estuvieron desarrollando durante décadas con otro objetivo en mente. Por ejemplo, el cáncer, que vuelve a estar en el punto de mira de esta tecnología biomédica, después de que Moderna y Merck anunciaran resultados prometedores en los ensayos preliminares de su vacuna contra el melanoma. Esa alegría inicial tendrá que concretarse este año, como la de la vacuna universal contra la gripe, probada con éxito en ratones. Otras enfermedades, como la malaria, la tuberculosis y el herpes genital, también están en la diana.
La edición genética sigue dando pasos de gigante desde que se empezó a usar la herramienta Crispr y sus desarrollos más sofisticados, como el revolucionario bolígrafo genético, han demostrado esta semana su capacidad para corregir enfermedades del corazón. Se espera que este año se autorice el uso de la primera terapia basada en Crispr contra enfermedades de la sangre, aunque el principal problema de estas terapias génicas sigue siendo el del precio millonario de los tratamientos.
Además, la Organización Mundial de la Salud publicará una lista actualizada de patógenos prioritarios que pueden provocar futuros brotes o pandemias, incluida la temible “Enfermedad X”, un patógeno desconocido que podría causar una nueva grave epidemia internacional. La lista la elaboran más de 300 científicos que estudian más de 25 familias de virus y bacterias, para establecer las hojas de ruta de investigación y guiar el desarrollo de vacunas y tratamientos.
Fronteras de la física. A finales de 2022 se logró domar por primera vez la fusión nuclear y este año deberían consolidarse esos avances. Pero sobre todo habrá que contar con el estreno de instalaciones científicas punteras en el ámbito de la física fundamental, como la Fuente Europea de Neutrones por Espalación (ESS), en Suecia, un proyecto que permitirá estudiar la estructura de la materia al generar intensos haces de neutrones con el acelerador de partículas más potente jamás construido.
En China, pondrán en marcha a 700 metros bajo tierra el detector de neutrinos JUNO (Jiangmen Underground Neutrino Observatory) para medir con precisión la oscilación de estas partículas subatómicas eléctricamente neutras. Para las ondas gravitacionales se estrena el proyecto MIGA, que utilizará átomos ultrafríos para detectar esas ondas en el espacio-tiempo a frecuencias más bajas que nunca. También arrancará en 2023 la mayor máquina de rayos X del planeta, el LCLS de California, que permitirá examinar átomos y moléculas con un detalle sin precedentes.
En sus predicciones para 2023, las revistas Science y Nature apuestan también por otras noticias científicas, como la controversia con los medicamentos para mitigar el alzhéimer, la búsqueda del lugar que determine el salto al Antropoceno, o los avances en el conocimiento del género Homo, nuestra familia.
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