El aterrizaje en Chile del Tren de Aragua, la megabanda tras el homicidio del exmilitar venezolano Ronald Ojeda
La organización delictual detectada unos tres años atrás en el país sudamericano se especializa en trata de personas, explotación sexual de migrantes, torturas y asesinatos
El Tren de Aragua surgió en el Centro Penitenciario de Tocorón, en el estado venezolano de Aragua, unos 15 años atrás. Desde entonces ha extendido sus tentáculos por América Latina, principalmente en Perú, Bolivia, Colombia, Brasil, Ecuador y Chile. Los últimos días, la megabanda ha encendido las alarmas de la seguridad chilena luego de que el Ministerio Público revelara que estuvo detrás del secuestro y asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda en Santiago. El fiscal a cargo de la causa, Héctor Barros, confirmó el vínculo del Tren de Aragua con el crimen del exteniente de 32 años, muerto por asfixia mecánica posicional y sin impactos de bala. La policía encontró el pasado viernes su cuerpo en una maleta enterrada a 1,4 metros bajo cemento en una barriada en el municipio de Maipú, en la zona poniente de Santiago.
Los secuestros y asesinatos son parte de las actividades de la organización delictual, al igual que la trata de personas, la explotación sexual de migrantes y torturas. El Tren de Aragua, convertido en un problema regional, se manifestó en Chile en 2021. Estas son las claves de su instalación y de los operativos para desactivarla.
La primera pista
Unos tres años atrás, la policía chilena detuvo a dos peruanas en la frontera del extremo norte del país sudamericano, en la Región de Tarapacá, portando ketamina, un fármaco para tratar la depresión grave que también se consume en fiestas. Las mujeres, que provenían de Bolivia, se excusaron diciendo que el Tren de Aragua las había obligado a ingresar la droga. Era falso, pero el argumento de las traficantes le sirvió a la Fiscalía conocer la organización.
La empresa
En una de las grandes operaciones realizadas por la policía el año pasado para desarticular a la banda en Chile, quedó de manifiesto que la organización funciona como una empresa. Miembros de la banda compraron un moderno bus que salió desde Tarapacá a Coquimbo, en la zona norte. Dentro del vehículo venían 28 migrantes en situación irregular y 141 kilos de droga. La policía logró detener a 11 miembros de la meganda y la fiscalía descubrió que tenía una fachada de sociedad, con nombre social, propietaria de buses. Desde fuera, aparentan operar legítimamente, pero los buses, por ejemplo, traficaban migrantes y trasladaban drogas.
Nueva criminalidad
En Chile se empezaron a registrar en los últimos años varios homicidios donde los cadáveres presentaban más de 15 balas, aparecían enterrados o abandonados en el desierto y con señales de torturas. Escenas que el país sudamericano no estaba acostumbrado. Desde la instalación del Tren de Aragua en territorio chileno, han hecho trata de adolescentes y mujeres migrantes para explotación sexual, especialmente venezolanas, además de extorsiones, tráfico de drogas, torturas y asesinatos cuando sus víctimas no cumplen con los pagos.
Secuestros al alza
Los secuestros en Chile, de tipo extorsivo, han aumentado, promovidos principalmente por bandas transnacionales. En la Región Metropolitana de Santiago el promedio de seis a ocho casos por año se disparó a 26 en 2021. Al año siguiente, en 2022, a 46. A noviembre de 2023 ya sumaban 45, según información de la PDI. Uno de esos casos, aunque en Rancagua, ciudad a 85 kilómetros de Santiago, fue el secuestro del empresario metalúrgico Rudy Basualdo, de 50 años. Fue liberado tras el pago millonario de su rescate, 40 horas después del suceso. La policía detuvo a siete personas. El fiscal de Rancagua, Javier Von Bischoffshausen, apuntó contra Los Piratas del Tren de Aragua.
Células
Las ramificaciones de la megabanda se han extendido de distintas formas. Hay una célula, por ejemplo, que se formó en Perú, y que hoy opera solo en la Región de Arica, en el extremo norte de Chile: Los Gallegos. En 2023 se encontraron restos humanos enterrados bajo el cemento en un cerro ariqueño. Ese caso tiene a 38 detenidos -la mayoría venezolanos- a la espera de un juicio oral por los delitos de homicidio calificado, tráfico de personas migrantes, de armas y de drogas, además explotación sexual de mujeres migrantes y extorsiones.
La respuesta
El año pasado el Congreso aprobó legislación específica para combatir el crimen organizado. La normativa reestructura el delito de asociación ilícita en dos tipos penales: criminal y delictiva. También golpea al patrimonio de las organizaciones. Además, modernizó su legislación contra el narcotráfico: endureció el comiso y amplió el reporte de operaciones sospechosas a instituciones que no estaban obligadas a hacerlo. El Ministerio Público, a través de un programa la subsecretaría del ministerio del Interior, también ha implementado desde el pasado noviembre una nueva unidad: el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH). Ha sido una política pública creada, precisamente, por la irrupción de una nueva delincuencia armada y porque, también, ha cambiado la escena del crimen.
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