Un libro, investigaciones académicas y una sastrería-café: la nueva vida de Irina Karamanos
Tras dejar el cargo de primera dama, la pareja del presidente Gabriel Boric concreta varios proyectos para tener autonomía financiera y volver a la actividad académica y la formación política
El mail llegó a su buzón en abril de este año. Irina Karamanos (Santiago, 33 años) se tardó en contestar: pensó que quizás se trataba de una broma, pero después de chequear bien el nombre de la persona que le escribía, confirmó que sí, que era una invitación a dar una charla TED. La pareja del presidente chileno de izquierdas de Chile, Gabriel Boric, fue una de las expositoras de TEDWomen, un evento realizado la semana pasada en Atlanta, Estados Unidos.
“Parece preocupante que partes de un borrador constitucional reduzcan oportunidades o cierren aún más puertas que la Constitución de Pinochet”, dijo Karamanos respecto del actual borrador de nueva Constitución que se trabaja en Chile, de acuerdo al medio digital estadounidense Axios, aunque en el Gobierno apueste a la prescindencia en la materia.
La convocatoria a TEDWomen sorprendió a Karamanos, quien cursó un año de Arte en la Universidad de Chile y luego hizo su pregrado en Humanidades en la Universidad de Heidelberg, en Alemania, donde se especializó en educación para la no discriminación. Consumidora de estas charlas desde hace varios años, no imaginó que ese mundo que ella miraba desde lejos, la miraba a ella de cerca. El entrenamiento se extendió por varios meses. Ella escribió un guion que luego fue editando con la ayuda del equipo de TED, hasta que una semana antes de partir a Atlanta y después de practicar varias veces, el libreto estaba listo. TEDWomen se interesó en Irina luego de conocer su gestión en la Coordinación Sociocultural de La Moneda, un departamento dependiente de la Presidencia de la República en Chile, que tradicionalmente han ocupado las mujeres de los presidentes, con excepción de los gobiernos de Michelle Bachelet. Karamanos, una mujer feminista, decidió asumir, pese a las críticas incluso de alguna parte del mundo feminista. Buscaba, explicó, traspasar las fundaciones que dependían de esa oficina hacia los ministerios correspondientes y luego terminar con esa institución, que le parecía anacrónica y poco democrática.
Logró su objetivo: el 31 de diciembre de 2022 cerró su despacho en La Moneda, el palacio de Gobierno chileno, decidida a volver a sus intereses y recuperar su autonomía financiera: el rol de primera dama no era remunerado. No ha sido un camino fácil, ha comentado. Los conflictos de interés en el mundo público por ser la pareja del presidente, la inhibían de tomar cualquier actividad que de ese tipo. Por lo mismo, su búsqueda ha estado enfocada en ONGs, institutos, fundaciones y organismos internacionales, además de emprendimientos propios.
En agosto pasado terminó de armar el puzzle para volver a dedicarse a su profesión y retomar con más fuerza la vida partidaria (es militante de Convergencia Social, partido que forma parte del Frente Amplio, el mismo que milita Boric). Está concentrada en varias tareas que ahora sí son remuneradas. Una de ellas es su trabajo como analista de estudio de currículum educacional para Sudamérica con una organización internacional y el próximo año estará colaborando en papers. Además, formará parte de equipos de investigación en diferentes universidades públicas. Sus temas de estudio se concentrarán principalmente en migraciones y discursos de discriminación entre los jóvenes. Otro de los asuntos que la tiene muy interesada en términos académicos es el surgimiento de la ultraderecha en el mundo. De hecho, participó como panelista a principios de año en tres charlas que indagaban en La ultraderecha y el (anti)feminismo. Con la directora de la cátedra de Mujeres y Medios de la Universidad Diego Portales, Paula Escobar, y el investigador Cristóbal Rovira, abordaron el caso chileno, el de España y de Brasil.
Otra de las actividades en las que está concentrada la exprimera dama chilena es el Observatorio Internacional de Política Feminista de la Internacional Feminista, de la cual es coordinadora. Es un cargo que asumió dentro de esta agrupación de la que es fundadora, en la cual participan también la política española militante de Podemos, Irene Montero (que estuvo hace unos días en Chile); la diputada del Partido Comunista chilena Karol Cariola, y la alcaldesa de Santiago del mismo partido, Irací Hassler, además de integrantes de otros países latinoamericanos y de España. Su función ahí es armar la plataforma del observatorio que busca ser un repositorio de políticas públicas feministas a fin de compartir prácticas y conocimientos. Además, hacer un monitoreo de noticias relacionadas a proyectos de ley, casos de violencia política de género, nuevas elecciones, entre otras temáticas que tengan impacto en el movimiento.
Pero más allá de lo académico, Irina también tiene un lado empresarial que quiere explotar. Cuando vivió en Alemania estuvo siete años administrando un café. Es algo que disfrutaba porque le permitía conocer otras personas y compartir experiencias. Ahora volverá al mundo gastronómico, pero con un nuevo ingrediente: la sastrería. Se está asociando con una diseñadora de moda, con la cual tendrán un café y un taller de sastrería, donde la idea es generar reflexiones sobre vestuario y género. Estará ubicado entre un barrio entre Providencia y Ñuñoa, en Santiago, y abriría durante este último trimestre del año.
En paralelo, la cientista social está escribiendo un libro. Ya tiene un contrato con el grupo editorial Penguin Random House y la fecha de lanzamiento sería a inicios de 2024. Es un manual de cómo desarmar espacios tradicionales cuando no son necesitados y, más que entregar el testimonio de su experiencia en La Moneda, es un texto conceptual que en pocas páginas entregará la mirada de Karamanos hacia las instituciones y sus dinámicas de cambio. La publicación incluirá además ilustraciones de la misma autora, que este año ha estado retomando su veta artística a través del dibujo.
Mientras tanto, Karamanos se ha ido involucrando nuevamente en el día a día de la vida partidaria. De hecho, entre miembros de su partido (Convergencia Social, CS) la nombran como una pieza clave en la conformación de un partido único entre las tres colectividades que hoy forman parte del Frente Amplio (CS, Revolución Democrática y Comunes).
“En coincidencia con su experiencia, seguro que Irina estará abocada a formación de liderazgos de jóvenes, mujeres y disidencias, desplegándose, hablando y construyendo militancia en distintos lugares. Sé que está muy entusiasmada con algo que ha sido central en su actuar político, que es converger, sumar y hacer síntesis de la diversidad humana y desde lugares diferentes. Yo veo que Irina será clave en el proceso desde este quehacer concreto, pero también en su propio rol de lideresa”, explica la exconvencional constituyente, Constanza Schönhaut (CS), ahora asesora del ministerio del Interior.
La exprimera dama ha sido explícita de que no está interesada en competir por un cargo de elección popular, pero que su inquietud política tiene que ver con la formación de mujeres y jóvenes. Para eso, está reactivando desde su partido la plataforma Abre Caminos dedicada a la promoción y formación política de dirigentas, una iniciativa que formó en conjunto con la actual ministra de la Mujer, Antonia Orellana.
Entremedio de esas actividades, Karamanos también ha dedicado tiempo este año para retomar búsquedas más personales que debió dejar de lado cuando optó por asumir en La Moneda. Retomó la reconstrucción de su historia familiar, un tema que la ha llevado a los archivos de la radio de la Universidad de Chile donde su papá, Jorge Karamanos, quien murió de cáncer cuando Irina tenía ocho años, tuvo un programa durante 10 años. Por lado materno hizo un viaje a Polonia para visitar el pueblo de su abuela materna para seguir reconstruyendo la historia de sus antepasados, de los cuales conocía muy poco.
Nuevas charlas y actividades como la reciente TEDWomen no están en su agenda. Por ahora prefiere estar concentrada en retomar algo de la vida que tenía antes de que su pareja se transformara en presidente de la República y ella saliera del anonimato al que estaba acostumbrada. Será difícil volver a esos días: en estos 19 meses de Boric en La Moneda, Karamanos ya no pasa inadvertida ni dentro ni fuera de Chile.
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