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Incertidumbres valencianas

¿Qué pasará si en septiembre el Gobierno no ha presentado la propuesta de reforma de la financiación pactada con Compromís?

Amparo Tórtola
Baldoví, en cuclillas en el centro, en Benicàssim esta semana con otros cargos de Compromís
Baldoví, en cuclillas en el centro, en Benicàssim esta semana con otros cargos de CompromísEuropa Press

De todo el ruido que suele acompañar a la celebración anual del Foro de Davos -cumbre que reúne en Suiza a las élites globales- me quedo con una sencilla advertencia lanzada por la búlgara Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI): "Debemos acostumbrarnos a la nueva realidad, marcada por la incertidumbre".

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El temporal Gloria llegó a tierras valencianas esta semana. Lo hizo arrasando y dando la razón a Georgieva. La evolución de la climatología suma incertidumbre y genera desasosiego en un territorio, el valenciano, sometido en exceso a vaivenes de todo tipo y en todos los ámbitos.

Incertidumbre suscita la nómina de altos cargos del Consell que han abandonado la nave del gobierno valenciano, en cascada, apenas unos meses después de asumir las responsabilidades delegadas. No descartemos que se produzcan nuevas salidas si sus titulares son reclamados en próximas fechas para asumir competencias en segundos escalones ministeriales en Madrid. Francesc Colomer, actual secretario autonómico de Turismo, tiene todos los boletos para irse a la capital.

El último en aumentar la lista de dimitidos -ya suman nueve- es Rafael Tabarés, secretario autonómico de Universidades hasta la fecha y número dos de la Consejería de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, dirigida por la consellera Carolina Pascual. Fuentes socialistas dicen que a Tabarés se le quedó cortó el cargo; que él aspiraba a ser conseller. No estuvo lejos de conseguirlo. La paridad exigida para garantizar igualdad de presencia femenina en el ejecutivo valenciano abortó su nombramiento.

Aunque de adscripción socialista, Tabarés ha contado en estos meses de permanencia en el cargo con la complicidad y el apoyo de la vicepresidenta de Compromís, Mónica Oltra. Su paño de lágrimas. Al final, los buenos oficios de esta no han logrado retenerlo. Catedrático de Psiquiatría, provocan incertidumbre las palabras de despedida de Tabarés recogidas por el digital ValenciaPlaza: "...me voy verdaderamente preocupado por el presente y el futuro del gobierno y del Botànic II". Ya podía haberse explayado un poco más en el diagnóstico. Habrá que esperar a que vuelque en un artículo -tal y como ha anunciado- sus opiniones "sobre lo vivido en la conselleria y las razones de mi marcha". ¿Son una pista las palabras por él suscritas en un texto publicado en estas mismas páginas de EL PAÍS allá por 2013? Escribía Tabarés: "No podemos dejar de reconocer que Ximo Puig tiene una voz suave y cercana pero sus palabras pueden llegar a ser estridentes y categóricas, pobres. Ocurre lo mismo con su imagen que, de forma natural, despierta un sentimiento de simpatía o de cercanía, pero que se ve enturbiado por su costumbre de usar artefactos para cambiar su verdadera apariencia. Creo que estos aspectos resultan desconcertantes en tiempos de decepción y engaño". Y se preguntaba: "...¿por qué el PSOE y su filial en la Comunidad Valenciana, el PSPV, han dejado de ser un referente de organización política transformadora y equilibrada en la razón para millones de ciudadanos?". Quedamos a la espera de sus explicaciones y reflexiones.

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Y más incertidumbres. En relación con Compromís. Al hilo del reciente debate de investidura de Pedro Sánchez, la coalición valencianista/nacionalista sacó pecho al firmar un pacto con el presidenciable que fue bautizado por su diputado Joan Baldoví como "el acuerdo del trellat". El punto fuerte del decálogo de débitos asumido por Sánchez se apoyaba en la obligación de este de presentar el borrador de un nuevo modelo de financiación autonómica en un plazo de ocho meses. El vencimiento tendrá lugar en septiembre. ¿Qué pasará si, superado el verano en el calendario, no hay novedad en el frente de la financiación autonómica? Compromís, en franca competencia con el PSPV-PSOE y el empresariado valenciano, ha hecho de este asunto su principal bandera reivindicativa. Antes del próximo estío las dos principales fuerzas de la coalición -el Bloc e Iniciativa PV- celebrarán su Congreso y Asamblea General, respectivamente. Ambas citas serán, suponemos, los ámbitos dónde debatir y definir la estrategia a seguir en caso de incumplimiento del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Se aúpan voces dentro de la coalición dispuestas a todo. Ese todo incluye dinamitar el Consell.

Las relaciones como socios de gobierno del PSPV-PSOE y Compromís pueden alcanzar un grado de enemistad similar al que en su momento mantuvieron esas dos grandes de Hollywood que fueron Bette Davis y Joan Crawford. La primera, respecto a la segunda, llegó a asegurar: "No la mearía encima ni aunque estuviera en llamas".

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