Persiste la crisis política en Móstoles por el festival de música Amanecer Bailando

La nueva ubicación del festival de música Amanecer Bailando elegida por el PSOE en el parque Prado Ovejero (Móstoles) no ha acallado las críticas vecinales ni del resto de los partidos políticos, tanto del PP en la oposición como Ganar Móstoles e IU-LV, ambos socios de gobierno de los socialistas. El evento abrirá sus puertas el sábado 8 de septiembre durante 17 horas ininterrumpidas con grupos de diferentes estilos que tocarán durante toda la noche en varios escenarios.

El portavoz de Ganar Móstoles, Gabriel Ortega, continúa sin entender la razón por la que el PSOE no ha alejado el festival de las zonas habitadas del municipio. “Primero eligieron el parque natural El Soto, de forma unilateral y ahora determinan por decreto que se lleve a Prado Ovejero, donde los escenarios estarán a 50 metros de viviendas o a menos”, explica. En su opinión, no se cumple la ley de espectáculos de la Comunidad de Madrid ni la normativa de ruido, además de presentar problemas de seguridad debido a que el acceso se realiza por varias pasarelas.

El fuerte rechazo generado por el evento ha supuesto una quiebra en la relación entre los miembros del tripartito que gobierna el municipio. Ortega sostiene que el concierto se gestionó a sus espaldas, a pesar de ser él el concejal de Cultura. “Ha sido un punto y aparte, y se pone en riesgo la confianza que permitiría presentar una alternativa de gobierno en las elecciones de 2019”, añade.

El alcalde en funciones, Roberto Sánchez, asegura que se han disculpado con los colectivos vecinales debido a “las molestias por el ruido que se van a producir, pero serán como en cualquier concierto de las fiestas porque aquí no hay recinto ferial”. En opinión de Sánchez, se ha generado una polémica más allá del evento que se debe a la cercanía de las elecciones y a que cada grupo político tiene “unos intereses particulares”. Recrimina a sus socios de gobierno haber difundido por redes sociales el desacuerdo que existía porque “hacerlo público para tener más o menos razón esta fuera de la lealtad política”.

El festival ha supuesto también la ruptura de relaciones con la mayor parte de las agrupaciones vecinales del municipio, que han abandonado todos los órganos de participación ciudadana. El presidente de las Asociaciones de Vecinos Coordinadas, Ricardo Zamora, sostiene que se está produciendo un “despropósito tras otro” y que el PSOE no está teniendo en cuenta sus demandas. “Son hechos consumados y estoy temblando por los problemas que van a sufrir los vecinos”, apunta.

El regidor en funciones indica que se espera una afluencia menor a la prevista en principio debido a la polémica generada, que se situará en torno a 10.000 o 12.000 personas.