_
_
_
_
_

Los líderes de Ciudadanos se lanzan a una campaña en la calle en contra de los lazos amarillos

Torra califica como “brotes fascistas” la retirada de símbolos y llama a actuar como “un solo pueblo”

Albert Rivera e Inés Arrimadas retiran lazos amarillos durante el recorrido que hicieron en Alella.
Albert Rivera e Inés Arrimadas retiran lazos amarillos durante el recorrido que hicieron en Alella.Alejandro García (EFE)

La tensión política por los lazos amarillos crece en Cataluña y se ha convertido en un arma arrojadiza entre el independentismo y los partidos constitucionalistas. Los incidentes se suceden día tras día y ya están enturbiando el clima de distensión que se había abierto entre el Gobierno y la Generalitat tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, acudió este miércoles al municipio barcelonés de Alella para retirar personalmente lazos amarillos, mientras que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, calificó de “brotes fascistas” a las personas que actúan así.

La presencia de Albert Rivera en Alella, acompañado de la líder la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, se había anunciado como “un paseo” por las calles de la población por el servicio de prensa de Ciudadanos, pero ambos dirigentes acabaron retirando con sus manos lazos amarillos de plástico atados a lo largo de una valla en la calle. Les acompañaron una decena de simpatizantes y su presencia provocó el abucheo de algunos vecinos al grito de “¡fuera!”, “¡vergüenza!” y “¡fascistas!”.

El paseo de Rivera y Arrimadas apenas fue de 200 metros por las calles de Alella, un municipio de menos de 9.500 habitantes de la conurbación de Barcelona donde es muy numerosa la presencia de los lazos amarillos para pedir la libertad de los líderes independentistas encarcelados. De la fachada del Consistorio cuelga de hecho una gran pancarta con el lema “Libertad presos políticos” y un lazo amarillo, y en la parte trasera hay una bandera estelada.

La comitiva de Ciudadanos estuvo escoltada por un dispositivo de los Mossos d’Esquadra en todo momento y cuando se marcharon los políticos, los vecinos del pueblo volvieron a colocar lazos amarillos en la misma valla. “En Cataluña se ha producido una fractura social”, dijo Rivera al acabar su acción. “Eso es lo que ha conseguido el separatismo, una fractura social. Artur Mas la negaba, Puigdemont la negaba, hasta Torra la niega. Pero la evidencia es lo que estamos viendo aquí: que unos señores intentan imponer su ideología a la fuerza en el espacio público a los demás”.

Sánchez insiste en que debe haber diálogo sobre seguridad

La Junta de Seguridad de Cataluña se reunirá el próximo día 6 en el Palau de la Generalitat respondiendo a la petición realizada por Quim Torra. El Gobierno catalán rechaza que en ese encuentro se aborde de la polémica por los lazos amarillos, pero el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró este miércoles que se hablará de “todo”, dentro de la “lealtad institucional” y el “respeto recíproco” entre él y el consejero de Interior; Miquel Buch. La versión del ministerio es que el orden del día ya se concretó y que incluía, a propuesta de su departamento, un punto sobre la convivencia en Cataluña, aunque la Generalitat aseguró el martes que la relación de temas a abordar estaba abierta.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en conversación informal con los periodistas en su viaje latinoamericano, señaló que la seguridad es competencia compartida y que, por supuesto, se va a abordar en la próxima reunión de la Junta de Seguridad, respaldando así al ministro Marlaska, según informa Miguel González.

El Gobierno español recuerda que el Govern quiso llevar a la comisión bilateral celebrada el 1 de agosto la cuestión de los políticos presos con el argumento de que era para hablar de todo y que ahora no puede negarse a abordar el tema de los lazos amarillos.

Los recelos de la Generalitat se explican porque considera una invasión de sus competencias que se hable del tema, pues la seguridad ciudadana corresponde a los Mossos d’Esquadra, mientras que el Gobierno recuerda que la Policía Nacional y la Guardia Civil aún conservan algunas competencias.

Por la tarde, Rivera y Arrimadas participaron en una concentración frente al parque de la Ciutadella, el escenario en el que el sábado fue agredida una mujer que retiraba lazos amarillos. Ciudadanos aseguró que habían acudido cerca de un millar de personas, portando banderas españolas y pancartas de con los lemas “libertad” y “as calles son de todos”. Los manifestantes corearon lemas como “Puigdemont a prisión” e increparon a las patrullas de los Mossos al grito de “policía política”, “esta policía no nos representa” o preguntando a los agentes “¿dónde estabais el 1 de octubre?”, el día que se celebró el referéndum de independencia que anuló el Tribunal Constitucional.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En las filas independentistas, en la otra orilla del espectro político, también hubo ayer declaraciones sobre los lazos amarillos. Lo hizo el presidente de la Generalitat en una entrevista al diario digital Vilaweb, en la que confesó su “preocupación” por los incidentes ocurridos en las últimas semanas por los lazos amarillos, invocó la unidad de la sociedad catalana y no evitó duros calificativos contra las personas que retiran esa simbología.

Así, Torra reclamó la necesidad de que, “como un solo pueblo”, dijo “estemos unidos frente a estos brotes fascistas, estos grupos de intolerantes, que actúan de noche, encapuchados y con armas, y que cualquier policía normal del mundo detiene e identifica”.

El discurso del independentismo pasa por criminalizar a las personas que retiran lazos amarillos y hacer extensiva a todas ellas la actuación de una parte que actúa con la cara tapada. Es el caso de un grupo de 80 personas, autodenominadas en las redes sociales “Brigadas de limpieza de lazos amarillos preparadas para liberar Cataluña del independentismo”, que actuaron en la madrugada de ayer quitando símbolos en La Bisbal d’Empordà (Girona).

Utilizando escaleras de grandes dimensiones, todos ellos ataviados con monos blancos que también les tapaban la cabeza y con gafas industriales que impedían que fueran reconocidos, retiraron los lazos amarillos. Los Mossos d’Esquadra levantaron acta al grupo por una supuesta infracción de la ley mordaza e identificaron al coordinador de la acción.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_