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La Generalitat inyecta un millón en una fundación cerrada desde 2014

El Govern ha salido al rescate de la entidad que elaboraba el Barómetro de la Comunicación y la Cultura para pagar las deudas pendientes

La Generalitat ha inyectado un millón de euros a Fundacc, la fundación privada que elaboraba el Barómetro de la Comunicación y la Cultura, pero que cerró a finales de 2014 por problemas de financiación y por la duplicidad del servicio, porque ya había otros estudios de audiencias. El Gobierno catalán ha salido al rescate de la fundación para pagar las deudas pendientes y poder liquidarla, según consta en el Diario Oficial de la Generalitat. En total, ha aportado 12,7 millones durante diez años.

L'exconseller de Cultura Joan Manuel Tresarras.
L'exconseller de Cultura Joan Manuel Tresarras.MARCEL·LÍ SÀENZ

La Fundación Privada Audiencias de la Comunicación y la Cultura (Fundacc) nació en 2005 impulsada por el Gobierno tripartito para crear un indicador de audiencias alternativo a los que ya existían en el mercado —Estudio General de Medios (EGM) y Oficina de Justificación de la Difusión (OJD)—, porque se consideraba que estos no ofrecían una fotografía suficientemente precisa de las audiencias de los medios de comunicación en los territorios de habla catalana. “Era un proyecto muy interesante, concebido por el exconsejero de Cultura Joan Manuel Tresserras (ERC), que ayudó a medir las audiencias de las radios locales y la prensa comarcal y sacó a relucir la riqueza de los medios en Cataluña”, recuerda Carles Duarte, expresidente de la fundación.

El primer Barómetro vio la luz a finales de 2007 y pronto se topó con los recortes presupuestarios de la Generalitat, que rápidamente hicieron mella en el proyecto, ya que su principal fuente de financiación —el 60%— era el Gobierno catalán. El 40% restante provenía de la Diputación y de algunos medios de comunicación. Durante los primeros años las aportaciones de la Generalitat crecieron desde el millón de euros en 2006 hasta un máximo de 2,4 millones en 2010. Con la crisis, las cifras bajaron hasta los 660.000 euros de 2014, año en que Fundacc cesó su actividad. Según la Generalitat, se ha aportado 12,7 millones durante la década de existencia de la fundación.

Proyecto fallido

“Desde un primer momento hubo problemas de financiación ya que había un desajuste entre la ambición y el coste del proyecto y los recursos que la Generalitat podía aportar”, apunta Duarte. Los recortes azotaron las cuentas de Fundacc. El expresidente explica que entonces “se crearon deudas con terceros, con los prestadores de servicios”, como las empresas que hacían las encuestas. El Barómetro desapareció a finales de 2012 y la Fundacc intentó sobrevivir con otros proyectos como el Libridata, que mide la venta de libros.

Además de los números rojos, el hecho de que ya existieran otros estudios de audiencia condenó el proyecto. Uno de los problemas que surgieron es que a menudo los diferentes estudios de audiencia entraban en clara contradicción. Se dio el caso que el EGM y el Barómetro ofrecían datos diferentes, por ejemplo, sobre cuál era la radio líder en Cataluña, y ello “creó desconfianza en los anunciantes”, admite Joan Sabaté, ex director general de Fundacc. Sabaté asegura que se pensó que ambos estudios “podrían coexistir, pero se vio que no fue así”.

Más de 40.000 entrevistas

La fundación presentó el primer Barómetro de la Comunicación y la Cultura a finales de 2007. Se trataba de una macroencuenta realizada a más de 40.000 personas de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares. La intención era hacer una radiografía exhaustiva de los hábitos informativos y culturales en los territorios de habla catalana. Y así quedaba reflejado en las 776 páginas que formaban el primer informe. Pero los ajustes presupuestarios y el hecho que los Gobiernos valenciano y balear “no se implicaran el proyecto”, admite Joan Sabaté, exdirector general de Fundacc, hizo que el Barómetro quedara reducido a medio centenar de páginas que recogían datos solo de Cataluña a partir de 30.000 entrevistas. Tras la desaparición del Barómetro, la Generalitat encarga al EGM el estudio de audiencias, pero con datos ampliados para Cataluña.

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