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El plan rector del Guadarrama se aprobará a finales de año

Se propone que senderistas y ciclistas transiten por rutas marcadas

Esther Sánchez
Un senderista en la Pedriza, en el Parque Nacional del Guadarrama.
Un senderista en la Pedriza, en el Parque Nacional del Guadarrama.Kike Para

El documento que regirá los usos y la gestión del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama estará listo este año, asegura la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. El plan tendrá una vigencia de 10 años y fijará las normas de utilización, conservación y protección del parque. Ayer, los diferentes grupos de trabajo —están participando científicos, técnicos y representantes de las administraciones, entidades, sectores y agentes sociales— se reunieron para debatir sobre un borrador que ahora se enriquecerá con sus aportaciones y que dará lugar a un documento inicial del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG).

Una vez esté finalizado, se someterá a información pública para que cualquier particular o entidad pública pueda emitir alegaciones. Los planes de la consejería apuntan a que vea la luz a finales de año.

La regulación de las actividades deportivas en una zona que se encuentra tan solo a 50 kilómetros de la capital es imperativo para proteger el entorno. En el borrador se propone que el senderismo se realice por las vías señalizadas de forma preferente y acotar la circulación de bicicletas también a itinerarios marcados y con limitación de velocidad. En cuanto a las rutas de escalada, se pretende que no se abran nuevas vías que precisen el uso de elementos fijos. El plan también espera poder compatibilizar el vuelo libre y la actividad ecuestre, siempre bajo determinadas condiciones.

Al mismo tiempo, se está analizando la forma de compatibilizar los usos ganaderos tradicionales, o permitir que los vecinos recojan leñas muertas del suelo para autoconsumo. Las actividades comerciales o de turismo que se permitan se someterán a autorización, lo que permitirá ejercer un mayor control sobre ellas.

Ángeles Nieto, de Ecologistas en Acción, advierte de que este primer documento “no se puede considerar un PRUG”. La conservacionista critica que “para empezar” no se sabe si hablan del ámbito del parque, de la zona periférica de protección o de ambos. “Más que nada es un listado de actividades de ocio y recreo y poco más”, sostiene. Como muestra explica que se habla de piragüismo, “cuando en el parque nacional no existe tal opción, así de perdidos están”.

En su opinión, lo razonable sería tomar como punto de partida el plan director y las normativas anteriores. “Lo que está regulado no lo cambiemos, por ejemplo, si el plan rector de algunas zonas ya regulaba el uso de bicicletas, empecemos por ahí y luego se verá donde es necesario profundizar”, propone. Nieto espera que el texto, que es “muy inicial”, mejore de “forma drástica” antes de someterlo a información pública.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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