_
_
_
_
_

Ciudad blanca de alma negra

Charles Bradley encabeza el Black is Back, que llega a su quinta edición pese a las dificultades administrativas

El músico Charles Bradley, que actúa mañana en el festival Black is Back, en el patio del Conde Duque.
El músico Charles Bradley, que actúa mañana en el festival Black is Back, en el patio del Conde Duque.

Para el aficionado a la música soul, el menú es de auténtico festín: una docena de bandas del gremio para la tarde y noche de este sábado y domingo, a la fresca y en el patio del Conde Duque. Para los organizadores, en cambio, el camino ha resultado espinoso hasta el último suspiro. “Las dificultades burocráticas y la inseguridad jurídica son tan grandes que entran ganas de quedarse en casa, pero al final la pasión por esta música supera las consideraciones racionales”, se sincera David Jiménez-Zumalacarregui, director de Heart of Gold, la promotora que organiza por quinto año consecutivo el festival Black is Back. Los sinsabores han sido abundantes, pero es probable que se difuminen con las primeras notas de los conciertos más notables: Blueperro (21.00), James Taylor Quartet (23.10) o Escort (00.45), en el caso de hoy, o JC Brooks (20.20), James Hunter Six (21.25) y Charles Bradley (22.30), indiscutible cabeza de cartel, para la nunca tan intensa noche electoral de mañana.

Bradley & His Extraordinaires son una referencia fundamental entre los amantes del soul genuino y sin aditamentos, el que no recurre a productores de moda para modernizar el sonido y hacerlo accesible a públicos más amplios. El de Florida no nos visitaba desde el extinto Primavera Club y ahora llega con un rutilante nuevo disco bajo el brazo, Changes, y el recuerdo aún reciente de aquel documental, Soul of America, que desgranaba su vida convulsa y la música como bálsamo redentor. “Es un contador de historias asombroso”, certifica Jiménez. “He asistido a conciertos en Estados Unidos en los que el público salía bañado en lágrimas”.

Más información
Soul para almas párvulas
Muere el cantante Billy Paul, versátil vocalista de soul y jazz
The Bellrays, ‘soul’ y rock sin postureo
Nora Norman, una nueva chica soul llega a la ciudad

James Hunter es la quintaescencia del británico blanquísimo al que le bulle la negritud en las entrañas, un tesoro que no acabó de aflorar hasta que recibió los parabienes del nunca efusivo Van Morrison. Y James Taylor -nada que ver con el mítico cantautor homónimo- esconde tras su apariencia huraña a uno de los más consumados especialistas mundiales con el órgano Hammond.

Al menú de grandes nombres puede añadirse el de JC Brooks & The Uptown Sound, un tipo joven de Chicago, ecléctico y abiertamente gay, que tan pronto puede recordar a James Brown como atreverse con una versión de Wilco. Y atención a Blueperro, madrileños muy experimentados en la onda del Josh Rouse de 1972; Sister Cookie, jovencita inglesa que bebe del rhythm & blues de los años cincuenta, o TT Syndicate, enésima demostración de que nuestros vecinos portugueses atesoran una cultura musical abrumadora.

Sobre la “burocracia administrativa elevada al cubo” en Cibeles habrá tiempo de hablar a partir del lunes. “Lo malo es que sigue siendo imposible trabajar con el sector público de esta ciudad aunque haya cambiado el signo político”, concluye el máximo responsable de Heart of Gold. “Y eso, para un madrileño progresista y de izquierdas, resulta doblemente doloroso”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_