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Reganosa prepara su ampliación con un nuevo tanque en 2020

La planta regasificadora de Mugardos duplicará su capacidad

Reganosa se prepara para crecer. La planta de gas de Mugardos, controvertida por su ubicación en el corazón de la ría ferrolana, aspira a un tercer tanque de carga, un segundo brazo surtidor de buques en el muelle de atraques y a incorporar otro vaporizador para duplicar la cuota de regasificación de la terminal, Los planes de expansión de la empresa ya figuran dentro de la planificación energética europea 2015-2024, que marcan la pauta a la estatal, todavía por desarrollar pero que suele amoldarse a lo que dicta el marco comunitario, admitió Emilio Bruquetas, director general de Reganosa. Sitúa 2020 como horizonte temporal para incrementar la capacidad de la planta, la más pequeña de la seis que integran el sistema estatal.

 A los dos grandes tanques ya construidos, que fueron retocados con pinturas de colores para mejorar su “integración paisajística” en la ribera, se le sumará un tercero capaz de almacenar otros 150.000 metros cúbicos de gas natural licuado. El dúo de hormigón, que pasará a trío, se levanta en Punta Promontorio, en terrenos que fueron propiedad de la familia Tojeiro, y a dos pasos de las casas de la aldea de Mehá. Estos vecinos estaban entre los colectivos opositores a la terminal que se agruparon en el Comité Cidadán (CC). La planta lleva ocho años funcionando, pero ellos mantienen las concentraciones contra el atraque de cada gasero —27 en 2014— aunque las protestas han perdido fuelle y son muy pocos los que acuden.

La ampliación de la planta de Mugardos, con la Xunta entre sus accionistas (17,5%), fue uno de los argumentos que deslizó el conselleiro de Economía, Francisco Conde, durante la firma de un protocolo con el presidente de la compañía, José María Paz, a fin de impulsar el diseño de una nave prototipo para suministrar gas a cualquier barco. Economía e Industria, a través del Inega, aporta el 45% de los 222.000 euros que Reganosa pone sobre la mesa para abrir un concurso internacional de ingeniería a fin de diseñar el barco-surtidor. Se trata, dijo Conde, de dotar a los astilleros gallegos “del saber hacer necesario” que les permita competir en el negocio del gas, anticipándose a la directiva de la UE para reducir las emisiones marinas contaminantes que obliga a las navieras a buscar combustibles alternativos al crudo a partir de 2020.

El diseño del buque es el primer paso concreto de un plan más ambicioso avanzado el mayo de 2014 para hacer de la ría de Ferrol un puerto nodal (hub en el argot naval) de suministro de gas natural licuado, en el que están embarcados Reganosa y la Xunta con el respaldo de la Autoridad Portuaria de Ferrol, Navantia y la Universidad de Santiago. “O llegamos a tiempo o no llegamos”, dijo Conde, convencido de que la posición “geoestratégica” de Galicia frente al corredor marítimo de Fisterra es “una oportunidad”, que se refuerza con la planta de gas y los astilleros públicos.

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