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Desembarca António Zambujo, el embajador del ‘neofado’

La nueva gran estrella de Portugal ofrece en Santiago su único concierto en Galicia

Entre los años 2008 y 2010 el músico Caetano Veloso mantuvo abierto un fecundo blog denominado “Obra em progresso”. En este espacio, este mito de la canción brasileña expresaba su opinión sobre política, cultura general, películas y sobre todo numerosas y profundas reflexiones musicales. Un día descubrió una nueva voz portuguesa que lo impactó y lo resumió con una emotiva frase en portugués en su blog: “É de arrepiar e fazer chorar” (estremece y hasta hace llorar). Era el año 2008, y las palabras de una autoridad musical como Veloso acababan de catapultar para siempre a la órbita internacional a un joven cantor del Alentejo llamado António Zambujo. Seis años después, solo consultando la agenda de conciertos de este artista, se puede comprobar la dimensión que ha alcanzado. En el último año y medio ha pasado por Canadá, Estados Unidos, México, Brasil o diversos países de Europa, además de recorrer Portugal y España de punta a punta. Un apretado calendario del que ha sacado algunas fechas para hacer pequeñas colaboraciones en Galicia, con buenos amigos como Uxía o Xosé Manuel Budiño. Sin embargo, es la primera vez que Zambujo (Beja, 1975) se presenta en Galicia con su banda al completo, como hará este sábado (21,00 horas) en el Auditorio de Galicia de Santiago, con las entradas a 12 euros y un amplio porcentaje del aforo ya cubierto en la venta anticipada.

“Gallegos y portugueses nos entendemos en un mismo idioma, pero no es fácil penetrar en un nuevo lugar. Hay que ir poco a poco, que la gente te vaya conociendo y además no depende solo del artista y del público”, explica con su ritmo pausado el porqué de no haber actuado antes en un gran auditorio en Galicia, donde se presentará después de haber girado por medio mundo y ya con cinco discos editados. Zambujo habla por teléfono desde Lisboa, unas horas antes de actuar con Ana Moura, otra de las nuevas grandes fadistas portuguesas. Con Ana Moura hizo varios conciertos en Portugal en los que han abarrotado recintos, reuniendo miles de personas en algunos de los espacios emblemáticos del país.

Ana Moura o el propio Zambujo tienen alma de fadistas, pero su música es permeable a un montón de mezclas que la hacen diferente. Es una forma de renovación de la música portuguesa, que se ha etiquetado como `neofado´, una revisión contemporánea del género que aporta nuevos arreglos e introduce nuevos instrumentos. ”A mi no me gusta definirme porque soy músico y adoro la música. No tengo barreras para mezclar géneros musicales, toco lo que me gusta y lo que me sale y no pienso en el género”, explica el artista alentejano.

Dentro de esta nueva ola de búsqueda de nuevos caminos para el fado, Zambujo ha dado con la tecla de llevar sutilmente el alma saudosa del fado a territorios muy personales, difuminando el límite entre los géneros. En su música hay desde influencias de morna caboverdiana, pasando por el jazz hasta ciertas reminiscencias del cante coral de las voces masculinas de su querido Alentejo. Pero sobre todo, una gran parte de aroma brasileño,donde está presente la bossa nova y esa forma de cantar que evoca a veces al mismo Caetano Veloso o a su adorado Joao Gilberto. Su forma de cantar, casi meciendo las palabras, traza “un diálogo orgánico con la música brasileira” , como describe en su blog Caetano Veloso. Virtuoso de la voz, pero también buen guitarrista, sus composiciones tienen siempre un aire de música contemporánea, muchas veces con presencia muy marcada de los vientos, quizá como lejana huella de sus orígenes como clarinetista.

En el concierto del Auditorio de Galicia de Santiago, tocará temas de su último disco “Quinto”, y muchas de las canciones que se han convertido en grandes éxitos en Portugal, donde canciones como “Lambretta”, “Flagrante”, Readers Digest” o “ Zorro” son temas muy populares de los que se ha apropiado el público que los recita de memoria en los conciertos. Son canciones que tratan de desamor o de emociones, con sutiles toques de humor y con un acabado a veces cercano al pop, al que se ha acercado a través de músicos de bandas portuguesas como Deolinda o Azeitonas, con los que ha compartido escenario.

Zambujo avanza una novedad para el público que vaya al concierto de Santiago: “acabo de finalizar un nuevo álbum, esta misma semana entró en fábrica y será la primera vez que voy a tocar algo de ese disco”. Las previsiones son que el disco esté a la venta en la primera quincena de noviembre, aunque tiene un inconveniente. “Tengo todo menos el título porque me cuesta mucho bautizar mis discos y eso lo dejo siempre para el final”, confiesa teléfono en mano desde alguna calle lisboeta este artista procedente de un país más acostumbrado a exportar voces femeninas que masculinas. “Me había pasado con voces femeninas pero nunca con una voz masculina la sensación que tuve escuchando la música de Zambujo, que apoderó de mi y no pude parar de escucharlo una y otra vez”, dejó escrito Caetano Veloso al escucharlo por vez primera. Quizá Zambujo sea, como lo han definido en Portugal, el más brasileño de los cantantes portugueses. O quizá sea el gran embajador del `neofado´. En cualquier caso, por encima de definiciones, siempre quedará la sentencia de Caetano: “esta voz estremece”

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