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Maltrato animal en la fiesta de los Quintos

Jóvenes de Guadalix de la Sierra llenan un pozo con basura y cadáveres de gallinas y palomas

Jóvenes sacan basura y aves muertas del pozo.Vídeo: JUSTICIA ANIMAL

“Saca la gallina, kikiriki”, se oye con entusiasmo, mientras una chica extrae de la alcantarilla un animal muerto y lo tira en un contenedor amarillo, seguida de vítores y redobles de tambor. Otras dos jóvenes se afanan, las manos embutidas en guantes, en limpiar el pozo, lleno de basura y de los cadáveres de varios animales. Hay que despejarlo. Allí es donde los quintos de Guadalix de la Sierra plantan cada año el árbol o mayo, símbolo de la popular fiesta de los Mayos o Quintos. El vídeo fue grabado en 2012 por Mati Cubillo, presidenta de la ONG Justicia Animal, tras recibir la denuncia de algunos vecinos, que aseguran que también desaparecen gatos en esas fechas y que es por el mismo motivo.

Del agujero continúa emergiendo basura y uno de los espectadores responde a Cubillo que ese año no hay gatos. “Anoche estuve viendo cómo lo metían, eran dos gallinas, un gallo y palomas”, explica. “¡Qué asco, chaval! Aunque una vez que estás aquí te acostumbras”, advierte alguien con el olfato más fino. La escena transcurre a plena luz del día, a dos pasos del Ayuntamiento, en cuyo balcón la escultura del actor Pepe Isbert inmortaliza la película Bienvenido, Mister Marshall, que se rodó en el pueblo en 1952.

Olivia Heredia, vecina del municipio durante varios años, ha interpuesto varias denuncias en el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). “En el año 2011 y 2013 me desaparecieron varios gatos y nunca más volví a saber de ellos”, explica. En ese momento no sabía nada de la fiesta de los Quintos. Fue al empapelar el pueblo con la foto de los animales cuando una señora le advirtió de que la causa podría ser la costumbre de los chavales de matar animales en esas fechas.

En 2012 decidió encerrar a los gatos en casa todo el mes de abril “durante el día y la noche”. No desapareció ninguno. El año siguiente se relajó y volvió a ocurrir, asegura Olivia Heredia. El alcalde, Ángel Luis García Yuste, manifiesta que lo ocurrido no es achacable a los quintos. “Es una gamberrada que se ha sacado de contexto en las redes sociales. Ni es tradición, ni lo vamos a permitir”.

El pleno aprobó ayer una moción de IU para evitar estas prácticas

Los problemas comenzaron hace unos tres años. Hasta ese momento, los quintos anteriores ponían obstáculos a los del año en curso para dificultar su labor. Pero consistían en echar piedras en el agujero, no animales muertos, relatan los vecinos. A partir de ese momento, se ha ido repitiendo la escena. Algunos ciudadanos declaran que encierran a los gatos en casa durante un mes. Este año, el Ayuntamiento ha adoptado medidas para impedir que se repita el “macabro” comportamiento.

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La preocupación que se ha extendido por el pueblo se trasladó ayer a un abarrotado y rejuvenecido pleno municipal. Los chavales querían oír a sus políticos, que utilizaron un tono didáctico en todo momento. Este año le toca el turno a los jóvenes nacidos en 1998, que cumplen 16 años. Unos 60 calcula el alcalde. Los concejales aprobaron por unanimidad una moción presentada por IU-LV con una serie de medidas dirigidas a recuperar la fiesta. La corporación está formada por 13 ediles, siete del PP, tres del PSOE, dos de un grupo independiente y uno de IU-LV.

Manuel Reche, concejal de IU-LV, recuerda que se trata de una celebración popular que tiene lugar en otros puntos de Europa con raíces paganas que se remontan a las civilizaciones fenicia y griega. “Aquí se ha mantenido y debe continuar, no pretendemos suprimirla sino restaurar su dignidad”, expuso. La propuesta se refiere a los actos deplorables que desvirtúan su espíritu, “llegando algunos de ellos a empañar el buen nombre de nuestro pueblo y la convivencia entre nuestros vecinos”. El PSOE, por su parte, también denunció la barbarie de meter a los animales muertos en el pozo. Por este motivo, se pidió en el pleno mayor presencia policial y charlas educativas.

El alcalde aseguró que ha mantenido reuniones con los quintos y sus progenitores para evitar que se produzcan hechos como los que recoge el vídeo. Porque a la corporación municipal el supuesto maltrato animal la ha pillado por sorpresa. “En el Ayuntamiento no teníamos conocimiento de que se estaban introduciendo animales muertos en el pozo ciego”, asegura. Concede que haya podido pasar un año, “pero el pasado y el anterior..., lo dudo”. Al mismo tiempo, García Yuste pretende evitar las peleas que tuvieron lugar en 2013.

Los chavales quedan la tarde del 30 de abril al mediodía y talan un chopo, el conocido como mayo. Lo podan y plantan otro. Entre los quintos, las quintas y los amigos lo trasladan hasta la plaza del pueblo. Muchos de ellos vestidos como requiere la ocasión: de traje. A las 12 de la noche lo plantan en el pozo e intentan que quede lo más recto posible. Es el mismo lugar que se utiliza en las fiestas patronales para instalar la cucaña, un poste de teléfono untado con manteca y aceite.

Se empezaron a meter animales muertos hace unos tres años

Los padres colaboran en los festejos y se procura cortar los árboles que tengan menos valor o que haya tumbado el viento. “Les proponemos el ejemplar a talar y lo suelen respetar”, dice el regidor. A las 12 de la noche los quintos introducen el árbol en el pozo. La fiesta prosigue en la plaza con música.

El hueco preparado para recibir el chopo tiene una profundidad de un metro y un diámetro de unos 70 centímetros. Este año, “para evitar que echen residuos, basura, animales, se ha realizado un molde de hormigón de las mismas dimensiones que el pozo que pesa unos 450 kilos”, cuenta el alcalde. Además, la tapa del pozo está sellada por seis puntos porque hace unos días los vecinos denunciaron que la habían intentado arrancar. Al no conseguirlo, abrieron otras alcantarillas y metieron piedras.

Los mozos y mozas también se encontrarán con una mayor presencia policial y agentes de paisano. Aunque el alcalde no se cansa de repetir que “se ha sacado de contexto, y que no existe ningún problema”. A pesar de la denuncia de Olivia Heredia ante la Guardia Civil. García Yuste carga contra la acusación de que se matan gatos debido a la fiesta. “Es muy lamentable que se hagan afirmaciones sin tenerlas confirmadas”, concluye. Heredia envió una carta al Ayuntamiento que no ha recibido contestación. El alcalde reconoce que recibió la misiva y que intentó contactar con el número de teléfono adjunto, pero sostiene que no obtuvo respuesta. Heredia replica que en la carta no aparecía ningún teléfono de contacto. “Estaba el nombre y el carné de identidad, pero nada más”, puntualiza.

En marzo pasado la denunciante, que ya no vive en el pueblo debido a las prácticas de los quintos, decidió publicar su denuncia en un blog. El altavoz de las redes sociales cumplió su cometido y el impacto fue inmediato. Los comentarios a favor y en contra se multiplicaron. Desde: “Increíble el asco que daís ecofrikis” a “Sepan los ecologistas que los dinosaurios no se extinguieron, los extinguimos nosotros. Jajaja”. Incluso una persona asegura tener constancia de las matanzas. “Claro, claro, hadie mata gatos en el mayo. Y dices que tú vives en Guadalix? A mí me han invitado a cacerías”, declara.

El Ayuntamiento quiere cortar el problema de raíz y el alcalde anunció ayer que van a contratar un seguro de responsabilidad civil en previsión de posibles incidentes. Mati Cubillo, presidenta de Justicia Animal, opina que es imposible que el PP no supiera nada. “La limpieza del hoyo se hacía a plena luz del día y al lado del Ayuntamiento”. El impacto que ha tenido la noticia ha provocado que se presenten más de 17.000 firmas contra el maltrato animal en el Consistorio. Una iniciativa a la que el alcalde ha restado importancia, porque “se firma de forma aleatoria, seguro que muchos de ellos no saben ni situar a Guadalix en el mapa”.

Para algunos vecinos el problema proviene de la falta de alicientes para los jóvenes. “Guadalix es demasiado tranquilo y la Casa de la Juventud está cerrada o no tiene actividades atractivas”, reflexiona un lugareño. Por si acaso, los dueños de gatos mantienen durante este mes una estrecha vigilancia sobre sus mascotas.

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