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El Parque Central rompe el discurso reivindicativo de Barberá con Madrid

La firmeza que mostró con el Gobierno de Zapatero se ha diluido con el de Rajoy

Cristina Vázquez
Rita Barberá ante el plano del Parque Central diseñado por Gustafson.
Rita Barberá ante el plano del Parque Central diseñado por Gustafson. TANIA CASTRO

La firmeza con que Rita Barberá defendió durante años el Parque Central pactado en 2003, con el soterramiento del ferrocarril y la ejecución en superficie de un gran parque verde urbano de 25 hectáreas, se ha diluido. Desde su ya célebre “habrá que tirarse por las ventanillas”, que soltó en 2008 cuando supo que el Gobierno socialista no tendría a tiempo la estación central del AVE para la llegada de la alta velocidad en diciembre de 2010, hasta su silencio y mansedumbre actual, ha mediado una de las peores crisis económicas y un cambio en el Gobierno de España, ahora del PP.

Si algo distingue a la alcaldesa es su tono hiperbólico. O algo es bueno o malo, o es blanco o negro, sin matices. “Si no veo que se hacen las obras para el soterramiento no permitiré el inicio de la estación provisional del AVE”, fue el ultimátum que Barberá dio en 2009 al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. En octubre de 2010 se quejó de los recortes presupuestarios y reclamó, vía enmienda, 200 millones de euros para el canal de acceso y el túnel pasante del AVE. En marzo de 2011 repetía que “lo más importante” era que el AVE entrase a Valencia soterrado y tildaba de “muy grave” que entonces “no se haya marcado una fecha” para el inicio de las obras de la estación de César Portela. Una estación que comenzó a diseñarse en 2004 —al año siguiente del convenio— y que en 2008, cuatro años después, Barberá seguía enmendando porque no le gustaba su volumetría.

Su fiereza reivindicativa ante los gobiernos de otro color político al suyo, se ha esfumado con la llegada de su compañero de filas Mariano Rajoy a la Moncloa. Lo que peleó a cara de perro, si era preciso, con Zapatero de presidente, se perdió a finales de 2012 tras una entrevista con la ministra de Fomento, Ana Pastor. Barberá dio un giro de 180 grados al tono y contenido de su discurso y mencionó, por primera vez, la renuncia al túnel pasante, que permite una salida directa de los trenes hacia Castellón y evitar que la estación central funcione en fondo de saco. “Supone una inversión brutal en un momento de crisis como este”, justificó.

Quince meses después, el consejo de administración de Valencia Parque Central, donde están las tres Administraciones, amortizó el pasado miércoles la operación ferroviaria más ambiciosa de la capital, el entierro de las vías que parten en dos la ciudad. Barberá se queda a cambio con el desarrollo de un 40% del Parque Central trazado por la paisajista norteamericana Kathryn Gustafson. La oposición no da crédito. “El cambio facilita el terreno a Fomento para olvidarse de la remodelación ferroviaria pendiente. Es una chapuza que nos va a hipotecar de por vida”, denuncian.

Declaraciones

Febrero 2008. La regidora era escéptica con la llegada del AVE a Valencia en 2010 y con que hubiera estación. Tendrán que "tirarse [los viajeros] por las ventanillas" porque no estará a tiempo, declaró.

Mayo de 2009. Barberá advirtió que no permitiría la obra de la estación provisional si no comenzaban las del canal de acceso. "Deberíamos viajar ya en AVE. Seremos la última gran ciudad en tenerlo".

Diciembre de 2012. Tras una entrevista con la ministra de Fomento, Ana Pastor, del PP, Barberá desliza que renuncia al túnel pasante: "Es una inversión brutal en tiempos de crisis", dijo a la salida.

Fomento asegura que no hay dinero suficiente y su prioridad es llevar el AVE a otras capitales españolas. De momento, estudiará una estación más barata que la de Portela. Fomento ha construido la mitad solo de las obras comprometidas en 2003, que sumaban 805 millones de euros. El ministerio ha gastado 300 millones en soterrar la entrada del AVE hasta 800 metros antes de la estación, a los que se suman los 135 millones del crédito de Valencia Parque Central. Un dinero que se debe todo y que debe comenzar a devolverse en 2016.

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Para entonces, ¿qué habrá hecho del parque? Una vez el Ayuntamiento apruebe la memoria corregida del plan urbanístico, será precisa los tres proyectos de reparcelación. No se puede licitar sin la reparcelación de los terrenos. La obra que sale a concurso antes del verano representa un tercio del parque y una cuarta parte de la edificabilidad del proyecto —unos 133.619 metros cuadrados de techo—.

En las pastillas de suelo residencial, situadas junto al puente de Giorgeta y entre las calles San Vicente y Maestro Sosa, caben unas 1.300 viviendas que podrían promocionarse y construirse a la vez que el 40% de parque. Adif sugirió que si esas plusvalías se materializan será posible devolver los 135 millones de Valencia Parque Central. Pero el resto de la actuación —en la otra mitad de parque y en el bulevar García Lorca— es imposible la promoción residencial o de oficinas porque están las vías del tren. Y nadie sea atreve a día de hoy a elucubrar hasta cuándo seguirán ahí.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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