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crítica | jazz

Como pez en la pecera

El guitarrista de jazz Israel Sandoval se deja ver con su propio cuarteto en el Círculo de Bellas Artes

No se culpe el lector si no sabe quién es Israel Sandoval. Hay cosas peores. Para según quién, el sabadellense residente en la localidad madrileña de Bustarviejo es un tesoro escondido del jazz, o un “artesano”, como decía Alfonso Sánchez refiriéndose a quienes hacen su trabajo a consciencia, calladamente y sin levantar la voz. Como guitarrista de jazz, no hay quien le ponga la mano encima a Israel. Es un improvisador sensible e inspirado, un hombre de ideas, conocedor de la tradición de su instrumento, además de un compositor más que notable.

La noche del viernes se dejó ver y escuchar al frente de su propio cuarteto, algo infrecuente, pero no tanto como el marco: la pecera del Círculo de Bellas Artes, según se conoce popularmente a la cafetería de dicho edificio, sita en la confluencia entre las calles Alcalá y Marqués de Casa Riera. Antaño, el personal menos pudiente venía a asomarse a los ventanales del establecimiento para contemplar a las damas de alta cuna y baja cama soltar pompas de jabón por la boca.

Eran otros tiempos. Ahora, cualquiera puede venirse hasta aquí en viernes, y, por un precio módico, disfrutar de una hora y pico de jazz de altos vuelos en un marco exótico y acogedor que poco tiene que ver con el del club de jazz, o sí, según se vea. Y allá que se fue Sandoval la noche de marras junto a los suyos: Víctor Merlo, incombustible, al contrabajo; Guillermo McGill, tan estupendo como siempre, a la batería; y la ibicenca Ángela Cervantes, cantante de voz atildada y sedosa como un bote de suavizante concentrado. Lo suyo fueron las versiones, de Jobim a Stevie Wonder pasando por Abbey Lincoln, un Throw it away que la susodicha dedicó a Bebo Valdés, fallecido horas antes.

Total: una delicia de concierto que el personal disfrutó según corresponde, gin tonic va, whisky on the rocks viene.

En próximos viernes, desfilarán por Jazz Pecera Jorge Pardo y Caramelo a dúo; Babel Ruiz y sus canciones nobles y sentimentales, el tango + jazz de Federico Lechner...

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