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Las movilizaciones del 28-F desembocan en un acto contra Rajoy

La asistencia a las manifestaciones fue menor de la esperada por los convocantes Antonio Banderas emociona con un discurso que homenajeó a García Caparrós

Foto: reuters_live | Vídeo: EL País-LIVE!

Por primera vez en 31 años, la celebración del 28 de febrero se trasladó a las calles de Andalucía, en lugar de los salones oficiales, aunque con una presencia reducida de manifestantes. Convocados por la plataforma Compromiso Social por el Progreso, ayer se celebraron manifestaciones en las ocho capitales de provincia, aunque en Sevilla la izquierda se partió en dos.

Por un lado, PSOE, IU, UGT, CC OO y 24 organizaciones sociales; y por otro, la CGT, la CUT —el partido de Juan Manuel Sánchez Gordillo— y el Sindicato Andaluz de Trabajadores. Las proclamas contra el Gobierno del Partido Popular, el caso Bárcenas y su política de recortes dominaron estas protestas.

La asistencia a estas marchas fue menor de la esperada por los convocantes: 20.000 personas en toda Andalucía, según cálculos de la Delegación de Gobierno, y 48.000, según los organizadores. El día fue muy frío —nevó en gran parte de la comunidad—, pero la razón de fondo del tímido respaldo ciudadano es que el Día de Andalucía nunca ha sido una jornada de reivindicación callejera, sino festiva y conmemorativa. Así lo han querido los grandes partidos, que nunca han optado por la pancarta y sí por los actos institucionales, salvo Izquierda Unida.

“Es un acto de defensa de nuestro Estatuto de Autonomía” Diego Valderas, vicepresidente de la Junta

La presencia de IU en el Gobierno andaluz de coalición es lo que este año ha provocado que el PSOE se lanzara a la calle y accediera a trastocar los horarios de los actos oficiales para que diera tiempo asistir a las manifestaciones, estableciendo un precedente para el futuro.

Los consejeros de IU (Diego Valderas, Elena Cortés y Rafael Rodríguez) acudieron a las celebraciones del Parlamento, a la manifestación de Sevilla y a la entrega de medallas en el teatro de la Maestranza, lo que les obligó a cambiar tres veces de vestuario. Los consejeros del PSOE no cogieron la pancarta —por orden de José Antonio Griñán—, aunque sí sus principales referentes como el vicesecretario general, Mario Jiménez, y el portavoz parlamentario, Francisco Álvarez de la Chica, así como otros miembros de la ejecutiva regional. El expresidente andaluz Manuel Chaves también asistió, acompañado del que fuera su mano derecha en el partido, Luis Pizarro, pero ambos se alejaron de la cabeza de la manifestación.

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“Se trata de un acto de legítima de defensa de nuestro Estatuto de Autonomía y una jornada de lucha frente al paro y la pobreza”, explicó Valderas, más comedido de lo habitual en este tipo de actos. Jiménez, por el contrario, estuvo más contundente: con esta manifestación, según él, se demuestra que “Andalucía no respalda los recortes del Gobierno central”. También acusó al PP de impedir la autonomía andaluza con decisiones como la de recurrir por tercera vez la subasta de medicamentos y la negativa a conceder todo el dinero pedido por la Junta del fondo de liquidez. “El Gobierno discrimina a Andalucía”, enfatizó. Eso lo dijo el mismo día en que se conoció que el déficit de Andalucía supera en medio punto el tope de 1,5% marcado por el Ministerio de Hacienda, un dato que la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, acogió con “una enorme satisfacción” porque la desviación ha sido “muy pequeña”. Según ella, este dato no obligará a la Junta de Andalucía a hacer nuevos ajustes presupuestarios, una hipótesis que encendería las luces de alarma en Izquierda Unida.

Muchas de las pancartas y de los lemas que se corearon en las manifestaciones —a las que se sumaron trabajadores de algunas empresas en crisis— tenían como protagonistas al extesorero del PP Luis Bárcenas: “No queremos paga extra, queremos una simulación diferida de la indemnización”; “Habéis robado por encima de nuestras posibilidades”; “Tu sobre es mi recorte” o “Andalucía es roja todos los días”. También hubo muchas pancartas críticas con la Monarquía y la presencia de banderas republicanas rivalizó con la blanca y verde.

Pero junto con las manifestaciones, el otro protagonista del 28-F fue el actor malagueño Antonio Banderas, distinguido con el título de Hijo Predilecto de la comunidad junto con la pintora sevillana Carmen Laffon y a título póstumo, el sindicalista de Comisiones Obreras Manuel José García Caparrós, muerto a los 18 años de un disparo de la policía en la manifestación del 4 de diciembre de 1977 en Málaga. Banderas, que estuvo también ese día en el paseo malagueño de la Alameda Principal, hizo llorar a medio teatro de la Maestranza —consejeros incluidos— con su discurso, un emotivo y sentido homenaje a su paisano Caparrós, un año mayor que él. La Junta ha tardado 35 años en distinguirlo.

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