_
_
_
_
_

La Cartuja encuentra otras fórmulas para incrementar su colección

Las donaciones de los artistas Carmen Laffón y Jordi Teixidor permiten al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo completar lagunas de su discurso expositivo

Margot Molina
Carmen Laffón junto a un dibujo de la serie 'La viña'.
Carmen Laffón junto a un dibujo de la serie 'La viña'.PACO PUENTES (EL PAÍS)

"Mi trabajo consiste en pintar y su resultado es el cuadro. En cierto modo, el autor debe desaparecer y dejar a la obra que hable. Por eso cualquier aparición pública del autor resulta un poco incoherente". Carmen Laffón justificaba así su eterno deseo de hacerse invisible detrás de su obra, algo que, por más que lo intenta, no consigue. La artista sevillana, dueña de un lenguaje figurativo lleno de lirismo, presentó este martes en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) el depósito, que ya había realizado al centro en 2010, de la instalación escultórica Espuertas cargadas de uvas y de dos dibujos de carbón sobre papel, todos de la serie La viña. Los dos dibujos se muestran ahora por primera vez al público.

La artista, que este jueves recibirá el título de Hija Predilecta de Andalucía, es también una de las personas que ha impulsado la donación de dos importantes obras de Jordi Teixidor (Valencia, 1941), uno de los más significativos representantes de la abstracción en España. "Se trata de dos obras distintas, pero complementarias que ilustran a la perfección la relación entre pintura y poesía que existe en toda su obra. Teixidor, como Carmen Laffón, está vinculado al Grupo de Cuenca con Fernando Zóbel a la cabeza", explicó el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes.

Para superar el pudor que le producen las apariciones en público, Carmen Laffón llegó con la lección escrita, un texto titulado Sentimientos encontrados de una hija predilecta. En él, la artista quiere agradecer el título que le concede la Junta, pero también recordar que las mujeres andaluzas, amenazadas por los desahucios, el paro o los contratos basura, necesitan ayuda. La artista, que el pasado sábado inauguró la exposición de litografías Visión de un paisaje en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla, quiso destacar también el trabajo de sus colaboradores y advertirle a la sociedad que los jóvenes artistas están encontrando más dificultades que las que tuvo que superar su generación y que están optando por buscar salidas profesionales fuera.

Jordi Teixidor junto a su obra 'Todo es presagio'.
Jordi Teixidor junto a su obra 'Todo es presagio'.paco puentes

"El centro tan solo tenía una obra de Teixidor de 1971 que se había quedado un poco huérfana en la colección, ahora estará mucho mejor representado. Nuestra política consiste en promover las donaciones y los depósitos porque es la única manera que tenemos de enriquecer el centro en estos tiempos que corren", añadió Álvarez Reyes.

"El objetivo de los artistas, ya sean poetas, pintores o músicos, es entender la realidad en la que estamos y captarla. Es obvio que una obra figurativa, como la pieza de Carmen Laffón Espuertas cargadas de uvas, va más allá de la anécdota. Mis cuadros están aquí muy cerca de las obras de mi gran amiga y esa cercanía puede servir para aclarar que no existe tanta diferencia entre la pintura figurativa y la abstracción. Cada uno representa la realidad, si es que puede representarse, de una forma distinta. Lo importante es el resultado final y creo que la intención final de la obra de Carmen se parece mucho a la de mis cuadros", explicó Jordi Teixidor, quien expuso por primera vez en Sevilla muy en los inicios de su carrera, en 1968 en una colectiva de la galería La Pasarela y, en 1971, realizó una muestra individual en la galería Juana de Aizpuru.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"El mejor sitio dónde pueden estar mis cuadros es arropados por los cuadros de una generación de pintores de los que soy amigo como Gerardo Delgado, José Ramón Sierra, Juan Suárez, Pepe Soto o Ignacio Tovar. Todos ellos, a principios de la década de los setenta, formaron un grupo de gran importancia para el arte contemporáneo español que creo que no ha sido bien entendido y al que habría que prestar más atención", apuntó el artista valenciano, quien ha donado un políptico formado por siete óleos sobre lienzo titulado Siete maneras de mirar una mañana de domingo (1991). La obra, que posee una cadencia poética, se inspira en dos poemas del norteamericano Wallace Stevens: Mañana de domingo y Trece formas de mirar a un mirlo. La otra pieza donada es un lienzo de grandes dimensiones (190x345 centímetros), cuyo título, Todo es presagio, es un verso de Antonio Gamoneda que habla de la pérdida y los límites del olvido, algo que al artista le parece muy apropiado "para la ciudad en la que nació Luis Cernuda".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_