‘Déjà vu’
En muchas de las cosas que duran más de unos días hay momentos en que uno siente que está metido en alguna especie de déjà vu, cuando llega el momento de renunciar a ese concierto, porque mañana madrugo y las noches largas cada vez son más difíciles de encajar en el manejarse con el mundo diurno. O, lo que es peor, aburrirte, no por donde estás, sino que más de la mitad de tu cabeza está en el mañana, cuando sabes que el jefe te mirará con esa mezcolanza entre enfadado y paternal que en realidad quiere decir: “Si no supiera que los donostiarras estáis de Semana Grande la mirada sería solo de mueve el culo que te arreo”.
Tras un día así en el trabajo un estado de cierto mal humor suele ser lógico. Entonces la mejor terapia es juntarte con los amigos en alguna buena terraza, que sobran por Donosti, un poco alejada del centro, sobre todo para que una txaranga no dé una puntilla en tu pesar. Y ahí puedes soltar toda la tinta negra.
Ayer o anteayer, no recuerdo, en una de esas charlas hablábamos de lo injusta que es la actitud de algunos deportistas de élite con la sociedad que los soporta,con lo que está cayendo; todo lo que podría hacerse con su poder mediático, y nada. Solo nos devuelven un desierto, tras salir en la foto haciendo el egipcio.
Tómate la última y a casa. Si aceptas sabes que te liarás
Un contertulio argumentaba que si lo ganan lo merecerán, porque generan cantidades a la par de su soldada, en eso estábamos de acuerdo. Aun así, el disfraz que llevan no corresponde con sus acciones. Incluso durante los Juegos Olímpicos el telediario deportivo habla más de nuestras giras americanas al estilo Hollywood que del acontecimiento deportivo mas importante. Sigamos sonriendo para la foto.
Una vez soltada la presión y bien reído, aunque aquí no os cuente los chistes, pues esos me los guardo, ya podemos ir pensando en marcharnos a la francesa,antes que alguno de nuestros compadres nos quiera convencer con una de las grandes mentiras de la humanidad. Tómate la última y a casa. Si aceptas sabes que te liarás; así que a casa que aún queda Aste Nagusia.
