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Riba-roja reclama su metro

Los vecinos de la localidad protestan contra el abandono del proyecto para unirla con Valencia El alcalde aseguró en su día que la conexión estaría disponible a principios de 2012

El exconsejero de Infraestructuras, Mario Flores, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en una imagen de archivo.
El exconsejero de Infraestructuras, Mario Flores, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en una imagen de archivo.

"Nos hemos convertido en una isla", protesta José Vicente Luz, portavoz de la plataforma Metro a Riba-roja ja! Para ilustrar esta situación recurre a su propia experiencia: "Yo tengo dos hijos que estudian en Valencia. El mayor, que va hasta el politécnico, tarda alrededor de una hora y media". Y pasa a explicarlo: "Coge un autobús -que pusieron provisionalmente- hasta Manises; desde allí toma el metro hasta Benimaclet y luego cambia al tranvía". Tres trasbordos en 20 kilómetros: "una odisea". Y este es solo un caso de entre los 22.000 habitantes de la localidad valenciana, que han formado un colectivo ciudadano para protestar por el abandono de la ampliación de la línea 5 de metro. Un proyecto que, a pesar de los múltiples anuncios, aún sigue sin funcionar.

Esta obra, cuya inversión asciende hasta casi 40 millones de euros, se inició en 2005. El proyecto, enmarcado dentro de la unión del aeropuerto con la capital y, más tarde, con las ciudades cercanas, tiene la infraestructura construida. Los trenes, no obstante, siguen sin funcionar. En marzo de 2011, el antiguo consejero de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, aseguró que la construcción estaba "totalmente terminada" y que en el primer semestre de 2012 estaría en funcionamiento. Aquel día de marzo también insistió en que solo quedaba adjudicar la señalización y las obras, con un coste de más de 8 millones de euros.

"Estamos hartos de promesas y de ver cómo se destina dinero a otros menesteres", se queja la plataforma

Cuando estamos a tres días de dar por finalizado el semestre aludido, el metro aún permanece ausente y los vecinos reclaman una promesa "más que justificada": "Solo hay que ver el tráfico de Valencia a Manises", añade Luz. Por eso, a la "despedida dulce" de su ferrocarril se le unía la esperanza de un transporte "fiable, económico, social y seguro". No ha sido así. Y esa "proyección" y "futuro" que avistaban para Riba-roja de Túria sigue sin concretarse. "Tenemos la suficiente entidad como para merecerlo", continua el portavoz, "y estamos dispuestos a hacer lo necesario para que nos devuelvan lo prestado". "Somos conscientes de que estamos viviendo una gran crisis, pero no pedimos nada nuevo", sentencia.

El proyecto -con una longitud total de 9.467 metros de los que 640 son de túnel, 311 son en trinchera y 8.516 corresponden al trazado en superficie- atraviesa también las estaciones de La Cova, La Presa y Masía de Traver. Ninguna de ellas goza del servicio, a pesar de que el consejero presumiera en su día del esfuerzo que estaban dedicando: "En un momento de crisis, en el que otras administraciones están aplicando recortes e incluso paralizando obras, la Generalitat está realizando fuertes inversiones para cumplir sus compromisos, en este caso para conseguir que el metro llegue a Ribar-roja lo antes posible”.

Tras "siete años de paciente espera" viendo cómo se destina dinero "a otros menesteres" y "hartos de promesas", los vecinos han dicho basta. Piensan recoger firmas y manifestarse hasta que se ponga en funcionamiento el servicio prometido. Por los 1.200 euros que calculan que se gastan al año en coche, por tener un acceso cómodo a la ciudad y, según Luz, "porque hay mucha gente que lo quiere". Por eso le piden a la población que se sume a esta llamada inmediata: "¡Metro a Riba-roja ya!".

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