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Cultura rebaja las expectativas de su plan estratégico para esta legislatura

Bizkaia acusa al Ejecutivo de “ineficacia” en la gestión del Consejo Vasco

El pleno del Consejo Vasco de la Cultura, ayer, en la sesión celebrada en el Artium, en Vitoria.
El pleno del Consejo Vasco de la Cultura, ayer, en la sesión celebrada en el Artium, en Vitoria. L. RICO

Cultura ha rebajado los objetivos de su plan estratégico, el denominado Contrato Ciudadano por las Culturas, que debía contar con el apoyo de instituciones y agentes sociales en el Consejo Vasco de la Cultura antes de ser aprobado por el Ejecutivo. En el inicio de la legislatura estaba previsto que el documento estuviera listo en el primer trimestre de 2011, pero la gestación del plan no avanza. Ayer la consejera Blanca Urgell trasladó al pleno del Consejo un borrador de la ley de Acceso a la Cultura, un proyecto que nunca ha entrado en el calendario legislativo del Gobierno, mientras el 85% de las iniciativas siguen en proceso de elaboración.

Josune Ariztondo, responsable vizcaína en esta materia, acusó al Ejecutivo de “ineficacia” en la gestión del organismo consultivo. “El texto presentado no tiene el mínimo nivel de maduración y contraste exigible a un borrador de proyecto de ley”, sostuvo.

La ley de Acceso a la Cultura no tiene posibilidad material de llegar a ser registrada en el Parlamento en la presente legislatura, aunque ayer se acordó la constitución de una comisión para el debate del borrador, en el que se habla de “una comprensión global, plural y universal de la cultura vasca”. El Consejo Vasco de la Cultura volvió a ser escenario de las profundas diferencias entre el Gobierno y la Diputación de Bizkaia. La diputada difundió una nota al término de la reunión en la que criticó la ineficacia de Cultura e insistió en la necesidad de “avanzar en las cuestiones debatidas” en las sesiones anteriores.

Una comisión estudiará el borrador de ley de Acceso a la Cultura

En el anterior pleno, celebrado el pasado mes de diciembre, Ariztondo ya mostró su oposición a la Ley vasca de Acceso a la Cultura, un texto que pretende establecer los compromisos mínimos de las administraciones en la materia. Ayer la diputada vizcaína incidió en que el Gobierno “no ha buscado el acuerdo” de las instituciones, ni ha dado a conocer a los partidos políticos o a los sectores culturales el borrador. También pidió, sin éxito, que la ley se retire de los proyectos que deben pasar por el Consejo.

La presentación del Plan de Lectura elaborado por el Gobierno fue la única actuación concreta que ayer se trasladó al pleno del Consejo, con la “invitación” a que sus miembros “muestren su adhesión”. No constituyó una novedad, ya que los detalles del plan fueron hechos públicos en el Parlamento vasco el pasado mes de abril. Con el objetivo de mejorar los índices de lectura y las competencias en la materia se prevén medidas de apoyo a los clubes de lectura, el carné único de bibliotecas, y la digitalización de bibliotecas públicas, entre otras.

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El marco teórico del Contrato Ciudadano de las Culturas fue sometido al visto bueno del Consejo en la reunión de diciembre de 2011, sin contar con el apoyo de diputaciones y ayuntamientos porque la consejera consideró que se trataba de un documento de su competencia. Mientras, sigue pendiente la fijación de la implicación económica de las distintas administraciones en los proyectos culturales.

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