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Boluda atribuye al rigor fiscal de Bruselas el cierre de Unión Naval

Las bonificaciones a los astilleros están congeladas desde hace un año a raíz de una denuncia La corporación marítima asegura que es imposible cerrar nuevos contratos sin esas ayudas

Boluda Corporación Marítima ha confirmado los problemas que atraviesa para mantener la actividad en el astillero de Unión Naval en el puerto de Valencia y anuncia que negocia con los trabajadores "una suspensión ordenada de la actividad" y que pretende alcanzar algún tipo de acuerdo con los 80 trabajadores de plantilla que incluiría un buen número de prejubilaciones.

Una nota de la empresa atribuye la ausencia de carga de trabajo a las exigencias de la Unión Europea. Todos los astilleros europeos disfrutan de algún tipo de ayudas y bonificaciones fiscales desde hace años para competir con los fabricantes asiáticos. En España regía un sistema denominado Tax Lease que suponía una reducción de las cargas fiscales de entre el 20% y 30%, según fuentes del sector.

El modelo español de Tax Lease fue denunciado ante la Comisión Europea por algún competidor europeo. A raíz de la denuncia, el comisario responsable de Competencia, Joaquín Almunia, paralizó las bonificaciones a los astilleros españoles en junio de 2011.

La nota emitida por Boluda Corporación Marítima señala: "Como consecuencia de la apertura del procedimiento de la Comisión Europea contra el régimen de tax LEASE español en junio de 2011, los astilleros españoles no cuentan con un marco legal que les permita acceder al mercado y contratar nuevos buques en las mismas condiciones que el resto de astilleros europeos que disponen de sistemas de tax LEASE y que precisamente son los denunciantes del sistema español".

La corporación propiedad del presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios carga contra el consejero español: "Las reiteradas negativas del comisario de Competencia, Joaquín Almunia, a admitir las alternativas para el nuevo régimen propuestas por el Estado español, rechazando la adaptación al sistema francés, que él mismo planteó, sumado al hecho de que, tras más de un año, desde el inicio del procedimiento, siga sin confirmar que el régimen español funcionaba al amparo de la confianza legítima y de la seguridad jurídica necesarias, provocan consecuencias demoledoras para la actividad naval en España".

Los responsables de la empresa explican que "el caso de Unión Naval Valencia no es excepcional, el astillero no ha podido acceder a nuevos contratos en estas circunstancias. Por ello se ha tomado la decisión de suspender la actividad de construcción naval tras la finalización de los contratos en vigor".

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Unión Naval construye en la actualidad cuatro remolcadores en el puerto de Valencia que deben estar terminados en otoño y no tiene más carga de trabajo. Respecto a las instalaciones de la factoría, "Boluda Corporación Marítima prevé mantener la concesión hasta su vencimiento, desarrollando actividades compatibles con el objeto de la concesión", según la nota de la empresa.

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