_
_
_
_
_

El peso valenciano en Bankia se reducirá tras la dimisión de Rato

La profesionalización de la entidad supondrá la salida de varios consejeros

La dimisión de Rodrigo Rato de la presidencia de Bankia provocó este lunes sentimientos encontrados entre el sector empresarial y financiero valenciano. Nadie lloró por su marcha —“nunca se distinguió por su afecto hacia los valencianos”, aseguró una fuente de la patronal—, pero nadie echó las campanas al vuelo por el nombramiento de José Ignacio Goirigolzarri para presidir la entidad. La llegada de un profesional del sector no fue la mejor noticia para una clase política y una parte nada desdeñable del empresariado que, pese a todo, siempre se ha sentido más a gusto negociando con personas con el perfil de Rato.

De hecho, en la Comunidad Valenciana, desde que Eduardo Zaplana modificó la ley de cajas, el sector financiero ha estado controlado por políticos. Una situación muy del agrado de la Generalitat y de algunos empresarios que se sentaron en los consejos de administración de las cajas.

La marcha de Rato, y en eso hay una coincidencia general, va a modificar por completo el panorama en los órganos directivos de Bankia, tanto por lo que respecta a los gestores de la entidad como a sus consejos de administración. Todas las fuentes consultadas dan por hecho que las cuotas territoriales que se establecieron tras la fusión entre Bancaja y Caja Madrid serán pronto historia. En consecuencia, la práctica totalidad de los valencianos que fueron elegidos para representar a Bancaja en el consejo de administración de Bankia tendrían fecha de caducidad.

La mayoría de ellos, con la salvedad de Francisco Pons que sustituyó hace unos meses a José Luis Olivas, tienen un largo historial en los consejos de administración de Bancaja. Desde el PSOE se señaló que “no parece normal que quienes han conducido a la caja a la actual situación continúen en sus cargos”. Este periódico pudo saber que, en lo que llevamos de año, la morosidad nueva de Bankia asciendo a 4.800 millones de euros. De esa cifra, 4.000 corresponden a Bancaja. Un dato que deja en una posición muy débil a la entidad valenciana frente a Bankia.

Tan débil que portavoces de empresarios valencianos estaban convencidos de la renovación de todos los miembros del consejo de administración de Bankia con la salvedad de Pons. Entendían que el expresidente de AVE no tiene nada que ver con la gestión —“la herencia”, dijeron— que ha llevado a las cajas hasta la situación actual.

Bancaja evitó este lunes ningún pronunciamiento oficial sobre la dimisión de Rato, pero es sabido que las decisiones del dimitido presidente de Bankia nunca fueron del agrado de la entidad que todavía preside José Luis Olivas, especialmente por lo que respecta a la gestión de la crisis del Banco de Valencia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El consejero de Economía, Máximo Buch, se limitó a señalar que “el Consell siempre ha respetado las decisiones adoptadas por los órganos de decisión de Bankia y, en este caso, de su presidente Rodrigo Rato”. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, reclamó una “revalencianización”, el mantenimiento de las condiciones de la fusión y exigió explicaciones por el “fiasco” del sistema financiero. Marga Sanz, portavoz de Esquerra Unida, recordó que el acuerdo con Caja Madrid es reversible y pidió al presidente Fabra que vele por los intereses de Bancaja.

“El acuerdo con el Valencia CF es irrevocable”, según el club

Renovación del Valencia con Jinko
Renovación del Valencia con Jinko
C. R. / C. V.

“El acuerdo con el Valencia CF fue aprobado por el consejo de administración de Bankia y no puede ser revocado”, afirmaron en la noche del lunes fuentes del club valenciano. En diciembre pasado, el Valencia llegó a un complejo pacto con Bankia, a la que debe 250 millones, en los siguientes términos: el club le vendía a la entidad bancaria —que constituirá una sociedad llamada Newcoval junto a otra empresa, Aedifica— los terrenos de Mestalla por 225 millones, los campos de entrenamiento de Paterna —pendientes de recalificación— por 53 millones, y el uso terciario del nuevo estadio por 46.

El Valencia se desayunó ayer con la crisis de Bankia, entidad con la que el club tiene cerrado ese acuerdo para enjugar parte de su deuda (de 360 millones) y reanudar las obras del nuevo estadio, paralizadas desde 2009 por falta de financiación. Las obras se reanudarán no en junio, como anunciaron en diciembre, sino en septiembre, según dijeron las mismas fuentes. El Valencia también esperaba recibir un nuevo préstamo de Bankia por unos 110 millones.

En total, el club de Mestalla ingresaría 304 millones con los que le pagaría a Newcoval para que se encargara de acabar el nuevo estadio, le abonara al Ayuntamiento la permuta adeudada por el club por los terrenos del nuevo campo, y construyera la nueva ciudad deportiva en Porxinos.

En enero, el todavía presidente de Bankia, Rodrigo Rato, refrendaba que el compromiso alcanzado con el Valencia garantizaba la “la viabilidad y la independencia” del club y la finalización de las obras de su nuevo estadio.

A mediodía del lunes, el presidente valencianista, Manuel Llorente, acompañado de Xiande Li, presidente de Jinko Solar, la empresa china de energía renovable que patrocina al equipo, celebró un breve encuentro con la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá. Se reunieron en privado, se hicieron fotos con la camiseta del club pero rehuyeron las preguntas de los periodistas. Barberá agradeció al presidente de Jinko su apuesta por el club. La empresa china cerró en enero un acuerdo con el club valencianista, que acababa el próximo 30 de junio, por 1,5 millones de euros. Anoche, el Valencia presentó la renovación por dos años de ese contrato de patrocinio de sus camisetas. El club cobrará tres millones por curso más unas cantidades variables por objetivos: 600.000 euros si entra en Champions y 500.000 si llega a la Liga Europa.

Llorente aprovechó el acto para agradecer en público el trabajo del entrenador que se marcha, Unai Emery. “Enhorabuena por las tres temporadas impresionantes que nos han dado vida económica”, declaró ante la presencia de Emery, sus colaboradores y buena parte de la plantilla encabezada por el segundo capitán, Roberto Soldado. Emery ha sido leal al club hasta el último día. Incluso en el acto en que Llorente iba a anunciar a su sustituto, el argentino Mauricio Pellegrino.

“Ha llegado el momento de querernos más”, enfatizó Damià Vidagany, director de marketing de la sociedad de Mestalla. “La plantilla, en su día libre, ha querido estar aquí apoyando al club”, añadió.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_