Un manifiesto nacionalista: la derecha española, según Jiménez Losantos

Para imaginar el regreso a la edad oscura es conveniente leer a Federico Jiménez Losantos. El último libelo del Savonarola de la derecha madrileña no lo está petando como Memoria del comunismo (114.000 ejemplares en papel) y a lo mejor la juventud voxista ya no lo tenga como el referente que fue, más atentos a nuevos influencers, pero este belicoso polemista conserva su influencia tóxica en el envalentonado espacio del nacionalismo conservador. Ahora se reivindica y, cuando no se sabía que se convocarían generales, invistió a la redentora pop como una trascendente heroína nacional: Isabel Díaz Ayuso, “el fenómeno político más importante, sorprendente y complejo en las cuatro décadas y media de la democracia española”.

Siempre está bien desvelar las relaciones privadas entre políticos y periodistas. En El retorno de la derecha no se ocultan, sino que su autor las exhibe. Describe una reunión con Cospedal en el Ministerio de Defensa, su conversación sobre las primarias populares y la rajada compartida sobre Sáenz de Santamaría. Con una entrevista en su programa Casado se entronizó y después, atendiendo una petición del mirlo blanco, el periodista fue el emisario del político para proponerle a Manuel Pizarro que fuese el candidato a la Comunidad. Mensajitos para comer. Luego, mal. En su tertulia tuvo al hombre que hizo renacer a Ciudadanos —Juan Carlos Girauta— y otra antigua tertuliana —Álvarez de Toledo— protagonizó la sesión más importante desde la llegada de Podemos al Parlamento. Tras la debacle andaluza, mantuvo una larga conversación en su casa con Macarena Olona para desaconsejarle que hiciese el Camino de Santiago al tiempo que ella le confesaba los delitos que había cometido su padre. Naturalmente se cruzaba mensajes con Díaz Ayuso sobre el desarrollo de la legislatura y las traiciones del partido y sus socios de gobierno.

Si acuden a él es porque excomulga, porque ha elaborado un discurso legitimador de posiciones reaccionarias que habían quedado en los márgenes del consenso y que, también gracias a sus sermones, se han normalizado. Sus oyentes comparten el credo, los que define como principios de la derecha española: “Unidad nacional, propiedad privada, igualdad ante la ley, familia, religión católica, tradiciones populares como los toros y, cada vez más, la monarquía como símbolo de unidad y continuidad de España”. Él, el más temido y mejor insultador del país, propaga esta agenda más bien alejada de la tradición ilustrada. Pero esa visión esencialista no abarca todo el espacio moderado. La hipótesis que desarrolla ahora para orientar y no perder poder es que la suma de esos principios (aparentemente liberales, básicamente nacionalistas) ha configurado una base social que no había tenido un liderazgo político sostenido que los defendiera. Los líderes de la derecha han sufrido un complejo de inferioridad cuyo paradigma sería el principal intelectual orgánico del Partido Popular: Arriola. El arriolismo subordinaba la conveniencia electoral a la defensa de los principios. Y ya no. El moderantismo debe morir.

Una de las hipótesis más inquietantes que plantea el libro es que la irradiación de un Vox desacomplejado está forzando al PP a defender, por fin, los principios nacionalistas con los que se identifica su base social. Por ello, como siempre ha defendido Díaz Ayuso, que conoció a Abascal en el País Vasco, el pacto con Vox es el pacto natural: acaba con la cobarde contemporización, posibilita el retorno de los principios que empezó a materializarse en el momento de máxima influencia de Jiménez Losantos. En la oposición antisistema durante la presidencia de Zapatero, saboteando el Estado del 78, cuando surgió la fundación Denaes en confluencia con el discurso de la COPE y se pusieron los cimientos del neofranquismo que nos acecha.

El retorno de la derecha

Federico Jiménez Losantos
Espasa, 2023
368 páginas, 22,90 euros

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