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Antídotos artísticos contra el colonialismo

La nueva muestra de TBA21 en Córdoba corrige el discurso eurocéntrico e imagina formas de sanar las heridas del pasado

TBA21
Instalación con tejidos de ganchillo, lámpara de araña, mesas, sillas, bancos, almohadas, cestas, tambores, piedra y especias, realizada por Ernesto Neto y los Huní Kuin de la Amazonia por encargo del Thyssen-Bornemisza Art Contemporary.Imagen Subliminal (Rocío Romero + Miguel de Guzmán)

Entre abril de 2022 y marzo de este año, TBA21, la fundación privada establecida por Francesca Thyssen-Bornemisza, celebró sus 20 años y el inicio de su colaboración trianual con el Centro de Creación Contemporánea de Córdoba (C3A) con la exposición Futuros abundantes. Aireaba una selección amplia de sus fondos y se acompañó de dos programas de varios días de actividades, charlas y performances. El de junio pasado, Pasaje del agua, estuvo muy pensado y fue particularmente memorable.

Ahora y hasta marzo de 2024, TBA21 presenta una segunda ronda de obras propias o encargadas para la ocasión. Remedios: donde podría crecer una nueva tierra vuelve a estar comisariada por Daniela Zyman, su directora artística, y reúne obras de más de 40 artistas. Como en la primera entrega, se hace hincapié en creadores de la cuenca amazónica, la región Asia-Pacífico, los pueblos nativos americanos o la diáspora de origen africano para debatir, objetar y matizar los discursos eurocéntricos y atender a otras formas de entender o hacer arte.

Remedios. ¿Los hay aún? ¿Podemos tenerlo? ¿Quién sabrá ponerlo? La luminosa palabra que da título a la muestras ya apunta con su polisemia al propósito doble y posible de esa visión ampliada: por un lado, enmendar o corregir la narrativa escorada, exclusivamente occidental y colonial heredada de la modernidad. Por otro, aplicarse a un trabajo que consuele y repare las heridas pasadas y presentes que ese colonialismo causó y sigue causando. En eso prolonga la propuesta del año pasado, porque está en cuestión la capacidad de los artistas para articular futuros utópicos (pero no más insensatos que un presente cada vez más distópico) y alternativas visionarias, quizá, pero mucho más cuerdas que el colapso ecológico, material y moral de nuestro supuesto orden mundial, extractivo y depredador.

Las obras articulan alternativas visionarias, pero mucho más cuerdas que el colapso ecológico, material y moral del presente

Son exposiciones ambiciosas en el tiempo, porque un año de duración permite las visitas pausadas, la reflexión y la formación de lazos de trabajo con el contexto local cordobés y andaluz; y en el espacio, porque en las salas enormes y esquinadas del C3A, endemoniadas para pensar montajes, sí que caben obras también enormes que no sería fácil exponer en otros sitios. Es el caso de la que sirve de pivote de la expo y confluencia de sus hilos, la espectacular BasnepuruTxanaYube (2015), hecha por Ernesto Neto y miembros del pueblo amazónico de los huní kuin: una inmensa maloca o kupixawa colgante de fibras vegetales entretejidas con motivos tradicionales de esa cultura, pensada como lugar de reunión y sanación. En la inauguración albergó una performance musical y poética de David Caro Torralba, Patricia Rezai y Brad Kahlhamer, el autor también del hermoso Superatrapasueños inspirado en las culturas indias ojibwe y lakota de América del Norte, que da la réplica en la sala contigua a la estructura de Neto. Otra obra destacada, el trabajo de Sharon Lockhart en torno a la invención de una notación coreográfica en los sesenta de la israelí Noa Eshkol, parece entroncar con un cierto Zeitgeist del momento, porque tiene mucho que ver con el interesante trabajo del artista colombiano Felipe Arturo sobre los estudios de danzas folclóricas de la pionera de la etnología colombiana Delia Zapata (se expone ahora mismo en la galería Formato Cómodo de Madrid) o con el vocabulario coreográfico desarrollado por Lucinda Childs en los sesenta y los setenta.

Son intentos de codificar en un lenguaje comprensible y universal fenómenos inaprehensibles y estrategias que parten o llegan al lenguaje artístico por muy variados caminos. Al cabo, como escribe Rosa Ferré, la codirectora de TBA21, se trata aquí de reconocer la interconexión entre naturaleza y cultura, entre problemas sociales y medioambientales, de reimaginar el mundo mediante una idea más amplia y flexible de lo que puede ser el arte futuro y de proponer el remedio de “la alegría como contranarrativa a la ansiedad y la escasez”.

‘Remedios: donde podría crecer una nueva tierra’. C3A. Córdoba. Hasta el 31 de marzo de 2024.

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