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La política exterior de Argentina cambiará el tono con Massa y sufrirá un gran volantazo con Milei

El candidato de la extrema derecha ha rebajado sus ataques iniciales contra China, el primer socio comercial, Brasil o el Papa Francisco, mientras el oficialista promete continuismo con matices

Naiara Galarraga Gortázar
Sergio Massa en su visita a Beijing, China
El candidato y ministro Sergio Massa saluda al ministro chino de Comercio, Wang Wentao, durante una visita a Pekín el pasado 2 de junio.ARGENTINE MINISTRY OF ECONOMY (via REUTERS)

La guerra en la franja palestina de Gaza, el asunto que acapara la política internacional desde hace seis semanas, casi no ha aparecido en la campaña electoral argentina más allá de alguna crítica del ultraderechista Javier Milei, de 53 años, al candidato oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa, de 51, por lo que considera una actitud blanda del Gobierno peronista ante el conflicto. Este replicó, por su parte, con un gesto llamativo: la crítica pública a una nota oficial de la Cancillería que censuraba la invasión israelí de Gaza y con la promesa de que, si alcanza la Presidencia, catalogará a Hamás como organización terrorista, en línea con EEUU y la Unión Europea.

La elección presidencial del domingo está muy abierta, con un gran numero de indecisos y unas encuestas que apuntan a un empate con una leve ventaja para el outsider Milei. El peronista ganó la primera vuelta con un 37% frente al 30% de su rival.

Poca duda cabe de que un triunfo de Milei, que se define como un liberal anarco-capitalista, puede ser un auténtico terremoto, al menos dialéctico, para la política exterior. Los observadores estiman que, con Massa, habría una política continuista respecto a las relaciones internacionales pero con un endurecimiento del tono hacía aliados problemáticos como Nicaragua, Cuba y Venezuela. El candidato que el peronismo presenta en esta ocasión se ubica más al centro que el Ejecutivo kirchnerista.

Milei ha dejado claro que pretende que sus aliados de preferencia sean EEUU, Israel y “el mundo libre” en general. Aunque ha rebajado la virulencia de proclamas y ataques tras quedar segundo en primera vuelta, no dudó en criticar a China, el primer socio comercial de Argentina, por comunista y anunciar que su plan es “bajar el precio” a la relación bilateral con la superpotencia asiática. Uno de sus mantras es que el Estado es “un estorbo” y por tanto dejará el comercio internacional en manos privadas, pero la analista Carolina Zaccato, investigadora del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), advierte de que esas palabras denotan “un gran desconocimiento de cómo funciona el comercio internacional, dado que son los Estados los que fijan aranceles, excepciones, normas sanitarias y fitosanitarias, etcétera”. Le guste o no, para que los argentinos puedan exportar sus productos y servicios el próximo presidente se verá obligado a “coordinarse con los gobernantes y ministros de economía de países de signo político opuesto” al suyo.

Cierre de Campaña de Javier Milei
Una réplica gigante de un billete de 100 dólares con la cara de Milei al centro, durante el cierre de campaña del candidato ultra, en Córdoba (Argentina), el 16 de noviembre e 2023. Sebastián López Brach

Jorge Castro, veterano analista, coincide en que, en caso de que Milei salga victorioso, sin duda en el caso de China “se impondrá la realidad de las cosas porque las relaciones internacionales no son una cuestión ideológica o doctrinaria. Lo que está en juego es una cuestión muy real”. Massa, el aspirante oficialista, aprovechó el último debate electoral para resumir esa cuestión tangible en una cifra: peligrarían dos millones de empleos.

Ambos especialistas recuerdan además que, en los últimos meses, China se ha convertido en prestamista de Argentina.

El brasileño Jair Bolsonaro ya vivió lo que supone el insoslayable peso de la realpolitik. Al llegar a la Presidencia, en 2019, y visto lo que estaba en juego, tardó poco en aparcar la retórica incendiaria hacia Pekín e incluso hizo una visita oficial a Xi Jinping.

Para el analista Castro, un triunfo de Milei “significaría el final de Mercosur”, el bloque que Argentina forma con Brasil, Uruguay y Paraguay, y el final de la relación estratégica con Brasil. Zaccato, también profesora en la Universidad británica de Saint Andrews, considera que, con el ultra Milei, “probablemente se acentúe el profundo impasse en el que se encuentra Mercosur, con riesgo de caer en la irrelevancia”, pero en un pronóstico más optimista tampoco descarta que sirva de revulsivo e impulse un debate centrado en “la renovación del bloque y [en] avanzar hacia una mayor liberalización de comercio intra-bloque así como propulsar una estrategia de exportación conjunta de industrias que están fuertemente entrelazadas como, por ejemplo, la industria automotriz entre Argentina y Brasil”. El 80% de las exportaciones del sector automovilístico argentino van al país vecino.

Castro recalca que, junto a China, Brasil es el otro socio comercial y aliado político estratégico vital. Una relación que es crucial mimar. Para presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con el que Milei anunció que no habrará antes de tacharlo de “comunista y corrupto”, la victoria de Massa sería un alivio, afirma el analista.

En cambio, si vence el ministro Massa también se esperan cambios en política exterior, pero cero radicales. Con el peronista en la jefatura del Estado, la analista Zaccato prevé “continuidad en la renegociación de la deuda con el FMI, continuidad en la relación con China, continuidad en la reafirmación del vínculo estratégico con Brasil”. Sí se espera una nueva retórica hacia los gobernantes de Nicaragua, Cuba o Venezuela, dice la especialista, “con más menciones a la erosión democrática y a las restricciones a los derechos humanos”.

Y como esto es Argentina, un país que aporta dos jefes de Estado al mapa mundial, en campaña electoral también se ha hablado mucho de Jorge Mario Bergoglio, máxima autoridad de la Iglesia católica y del Vaticano. El ultraderechista Milei, criado como católico y que coqueta con el judaísmo, ha insultado sin piedad al papa Francisco. E 2020 lo acusó de ser “el representante del Maligno en la Tierra” además de “un zurdo asqueroso”. En el último debate presidencial, Massa le preguntó a su adversario si pretende pedir disculpas Pontífice. Milei dijo que ya las había pedido en privado.

Los argentinos tienen clavada la espina de que, tras una década de pontificado, Francisco aún no haya visitado su patria. Massa ha prometido trabajar para que en 2024 se materialice un viaje papal. Interpelado por en el debate, Milei respondió: “Si hay que pedirle perdón, lo haré. Incluso, lo invito a venir a la Argentina. Lo recibiremos con todo los honores de un jefe de Estado y de jefe espiritual de la Iglesia”.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).
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