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Ecuador pasa página: los 913 días de Gobierno de Lasso que debilitaron al país

El joven empresario Daniel Noboa tomará este jueves posesión como nuevo presidente en medio de enormes retos

Guillermo Lasso Ecuador
Guillermo Lasso en septiembre de 2021.Christopher Goodney (Bloomberg)

Cuando Guillermo Lasso deje este jueves el poder habrá cumplido 913 días en el cargo. Un tiempo en el que Ecuador fue colapsando progresivamente en lo político, social y económico. Tan extremo y acelerado ha sido el escenario que tuvo que recurrir por primera vez en la historia a activar la válvula de escape que contempla la Constitución: la muerte cruzada, para disolver al Legislativo y entregar el mandato anticipadamente. El ganador de las presidenciales fue Daniel Noboa, un joven empresario de 35 años que tomará posesión en la Asamblea Nacional, con la que habría logrado un pacto de gobernabilidad.

Para entender el país que deja Lasso se debe hacer referencia al Ecuador que recibió en el 2021. Era un año en el que todavía se atravesaba la emergencia por la pandemia de la covid. El nuevo presidente logró en tres meses vacunar a casi nueve millones de personas, lo que provocó la ilusión de que la economía se reactivaría rápidamente, porque la pandemia había destruido cerca de un millón de empleos. Lasso prometió recuperarlos en los dos primeros años de su Gobierno.

Una niña es vacunada en Cuenca (Ecuador), en noviembre de 2021.
Una niña es vacunada en Cuenca (Ecuador), en noviembre de 2021.Getty Images

Cuando el mandatario se sentó en el sillón de Carondelet, la inseguridad bordeaba una tasa de 12 homicidios por cada 100.000 habitantes, con la violencia ya en aumento. “Lasso recibió un Estado medianamente desmantelado, con poca inversión pública, alto endeudamiento y donde 8 de cada 10 ciudadanos eran pesimistas respecto al presente, pero él generaba muchísima expectativa”, dice Pedro Donoso, analista político. Y “después de intentar tantas veces llegar al poder, se esperaba que asumiera una gobernanza de estos problemas”, añade Billy Navarrete, director del Comité Permanente de los Derechos Humanos, que añade: “Eso no ocurrió, lo que ha sido evidente es un abandono total del país, nos ha dejado un Ecuador en esqueleto”.

Para el primer trimestre de Gobierno, el fenómeno Lasso y su plan de vacunación se valoraban positivamente por el 70% entre los ciudadanos, según la encuesta Perfiles de Opinión, pero se diluyó rápidamente con las primeras masacres carcelarias y su débil respuesta para controlar los centros penitenciarios del país. Después ocurrió la segunda, tercera, quinta masacre carcelaria solo en el primer año de mandato, en las que 148 presos fueron cruelmente masacrados. En 30 meses, los familiares de 573 personas privadas de libertad han enterrado los pedazos de cuerpos mutilados e incinerados como consecuencia de 12 masacres carcelarias en las cárceles del país.

La familiar de un preso llora afuera de una cárcel en Guayaquil, tras disturbios al interior del penal, en febrero de 2021.
La familiar de un preso llora afuera de una cárcel en Guayaquil, tras disturbios al interior del penal, en febrero de 2021.REUTERS

La violencia de las prisiones escaló los muros y se tomó las calles. Al inicio se concentraba solo en Guayaquil, pero rápidamente se extendió a otras zonas como Quevedo, Manta, Portoviejo, Chone, Esmeraldas, Sucumbíos y la capital, Quito. “En el ámbito comunitario lo que ha ocurrido es comparable a una catástrofe natural, el abandono estatal ha provocado eso”, dice Navarrete.

Para Carlos Jaramillo, un guardia de seguridad, el país que ha dejado Lasso es el más inseguro que recuerda en sus casi 60 años y los datos lo explican. De lo que va del año se cuentan 6.834 crímenes violentos, eso significa 3.000 más que el año anterior, que fue el peor año en inseguridad para el país. El Gobierno de Lasso deja un país con una tasa de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes. Carlos trabaja como vigilante de un edificio en un barrio residencial en Guayaquil. Estaba de turno cuando le robaron los cables de electricidad de su casa en el barrio Monte Sinaí, a una hora de distancia. “Mi esposa había salido a una consulta médica y los ladrones aprovecharon para llevarse todo, hasta el último cable de cobre, que es lo que venden”. Esa noche Paula, su esposa, durmió a oscuras y el impacto del robo le provocó uno de los tantos dolores de cabeza de los que padece. “Muchas noches no dormimos por los gritos de dolor que tiene”.

El país que le ha quedado a Carlos tampoco le dejó la salud. A pocos minutos de donde vive se encuentra uno de los grandes hospitales públicos de la ciudad, construido en 2018, del que queda solo la infraestructura, porque “adentro la atención es pésima”, relata Jaramillo, “uno debe esperar horas para que digan que no tienen los equipos para hacer los exámenes, o no están los especialistas y nos mandan a la casa con paracetamol”. En dos años, los hospitales públicos han sufrido constantes desabastecimientos de medicamentos e insumos médicos. Los pacientes deben comprar la medicina, los hilos para suturar y hasta los guantes para los médicos.

Una señora y dos niños observan un operativo de control en Esmeraldas (Ecuador), el 28 de abril de 2023.
Una señora y dos niños observan un operativo de control en Esmeraldas (Ecuador), el 28 de abril de 2023.Vicente Gaibor

Tampoco le ha dejado la educación, donde cerca de 50.000 niños y jóvenes abandonaron el sistema escolar en el último año para ser parte de las bandas criminales o porque no tienen los recursos económicos para, por ejemplo, comprar los uniformes o para el transporte. En ciudades como Durán, Guayaquil y Esmeraldas, los niños saltan constantemente a las clases virtuales porque el Estado no puede garantizar su seguridad en las escuelas.

En 913 días, la principal promesa de campaña, la estabilización de las cuentas públicas, tampoco se ha dado. Lasso deja una economía estancada y con una deuda pública de 75.000 millones de dólares, que equivale al 62% del PIB. En septiembre, el déficit fiscal alcanzaba los 3.200 millones de dólares, según el análisis de Cordes, e históricamente aumenta al doble en el último trimestre por los sueldos adicionales que se pagan en el sector público en diciembre. Esto se debe a que la exportación de petróleo ha caído en un 45% y la recaudación de impuestos también ha disminuido. La pobreza tampoco ha tenido una reducción significativa. Más de cinco millones de ecuatorianos viven con tres dólares diarios, y la brecha se marca aún más en la zona rural, tocando techos históricos que se alcanzaron en la pandemia. Sin embargo, el presidente suma entre sus logros haber sacado a 20.000 niños de la desnutrición crónica infantil.

Guillermo Lasso en la presentación del libro '900 días: democracia y resultados', en Carondelet, el 21 de noviembre.
Guillermo Lasso en la presentación del libro '900 días: democracia y resultados', en Carondelet, el 21 de noviembre.Presidencia de Ecuador (EFE/Presidencia de Ecuador)

Lasso no reconoce este Ecuador y para probarlo ha escrito un libro que describe sus aciertos: 900 días: democracia y resultados. “El libro se lo dedico a mis detractores, que dijeron que Lasso no hizo nada, para que tengan qué leer y no hablen pendejadas”, dijo el mandatario en un acto de entrega de viviendas, que sumadas a las de sus dos años de Gobierno son 30.000, aunque para este entonces, según su promesa de campaña, debieron haber sido 100.000.

En en el mismo evento, donde dio uno de los últimos discursos como presidente, volvió a culpar de las crisis del país a sus enemigos políticos. “Los zánganos, los que se preocupan solo de ellos, que viven en Bélgica, y desde allá pretenden manejar la política ecuatoriana”, dijo el mandatario en referencia al expresidente Rafael Correa. “Otra señora que vive en Washington y que controla votos en la Asamblea”, en referencia a María Paula Romo, la exministra de Gobierno de Lenin Moreno, “y por ahí otro que se pasa más en Miami que en Ecuador”, en referencia al líder del partido de derecha PSC, Jaime Nebot, quien lo apoyó para llegar a la presidencia y con quien rompió relaciones nada más llegar al poder al negociar con el correísmo las autoridades de la Asamblea.

La Asamblea Nacional ya prepara el cambio de mando que se realizará este jueves. Ese día no habrá cortes de electricidad, como tienen que soportar desde hace más de un mes los ecuatorianos hasta tres horas diarias, y que han provocado millones en pérdidas económicas. Los últimos días en el poder, Lasso ha inaugurado obras y ha condecorado a nueve ministros, entre ellos a los responsables de no controlar la crisis de inseguridad del país. Pero aún así, el presidente saliente zanja cualquier duda sobre su futuro: “En el 2025 regresaremos para ponerlos en orden y continuar con nuestro trabajo de servicio al pueblo ecuatoriano”. Según encuestas, el 88% de la población rechaza su Gobierno.

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