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Colombia tiene ocho de las 50 ciudades más peligrosas del mundo

El país nunca había tenido una presencia tan grande en la clasificación que desde 2010 publica el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal

Buenaventura, Colombia
La zona de Puente Nayero, en el barrio La Playita, es custodiada por soldados de la Armada y por policías, en Buenaventura, Colombia, en agosto de 2023.Santiago Mesa
Jules Ownby

Mientras el presidente Gustavo Petro intenta que su política de la paz total enganche, la inseguridad se extiende por Colombia. La apuesta emblemática del Gobierno de Petro de negociar al tiempo con todos los grupos armados ilegales y varias bandas criminales contrasta con los datos. En la nueva lista de 2023 de las 50 ciudades más peligrosas del mundo que tienen más de 300.000 habitantes, aparecen ocho colombianas, la cifra más alta en la historia de esta clasificación, que se publicó por primera vez en 2010.

Se trata de un informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC (CCSPJP), una organización de la sociedad civil mexicana constituida por diversas organizaciones empresariales, académicas, universitarias y sindicales. Su lista anual de las ciudades más peligrosas tiene una metodología sencilla: compara las tasas de homicidios usando las cifras de criminalidad y de población de los Gobiernos. La organización destaca en su página web que “una parte de las cifras utilizadas son estimaciones, cuando no hay cifras oficiales o no han sido publicadas completas”, pero que la diferencia entre las oficiales y estimadas “son poco significativas”. También es importante aclarar que no incluyen estadísticas de muertes como resultado de conflictos bélicos.

La ciudad más peligrosa en 2023 fue, una vez más, mexicana. Ubicada en la costa Pacífica, Colima (Colima) terminó el año con una tasa de homicidios de 140.32 por cada 100.000 habitantes. Seis urbes mexicanas más aparecen en el top 10, además de la capital haitiana, Puerto Príncipe, Guayaquil (Ecuador) y Mandela Bay (Sudáfrica). Por primera vez desde 2012, tres ciudades colombianas están en el top 30: Buenaventura (Valle del Cauca), Sincelejo (Sucre) y Cali (Valle del Cauca). Estas son las ocho ciudades colombianas en la clasificación:

24. Buenaventura (Valle del Cauca)

Ubicado en el Valle del Cauca, el mayor puerto de Colombia cerró el 2023 como la ciudad más peligrosa del país. Hubo 162 homicidios en la urbe de unos 318.000 habitantes, de acuerdo con el informe, lo que da una tasa de 51 homicidios por cada 100.000 habitantes. No es una sorpresa: Buenaventura lleva años apareciendo en esta lista.

La violencia en el último año se ha debido, en su mayoría, a los enfrentamientos entre las dos bandas que compiten por controlar el narcotráfico en el puerto: Los Shottas y Los Espartanos. Las pandillas han participado en diálogos de paz con el Gobierno y han pactado treguas en el proceso, pero siguen encabezando una guerra urbana que, en 2023, resultó en la más elevada tasa de homicidios del país.

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25. Sincelejo (Sucre)

Es la primera vez que la capital del departamento de Sucre aparece en la lista, lo cual sorprendió al Consejo. “Cabe señalar que en años anteriores esta urbe no se caracterizaba por una elevada incidencia de homicidios y en 2023 tuvo un disparo súbito: un 73% más asesinatos que en 2022″, se lee en el informe. En la ciudad de alrededor de 304.000 habitantes, los homicidios pasaron de 89 en 2022 a 154 el año pasado, para dejar una tasa de 50,6 ―muy cercana a la de Buenaventura―.

La violencia se debe a enfrentamientos entre grupos de narcotraficantes, según Héctor Olimpo Espinosa, quien terminó su mandato como gobernador de Sucre el pasado 1 de enero. El comandante de la Policía en Sucre, Néstor Armando Pineda, coincide con Espinosa en señalar que la mayor banda del narcotráfico en Colombia, el Clan del Golfo, inició a finales de 2022 una guerra local con un grupo de disidentes que se hace llamar Los Norteños. La disputa dejó un número inédito de homicidios en Sincelejo y en Sucre.

29. Cali (Valle del Cauca)

La tercera ciudad de Colombia está ubicada en una zona estratégica para el narcotráfico porque representa un mercado importante: está cerca a los cultivos y laboratorios de coca del Cauca y queda en la ruta hacia el Pacífico, donde la droga se exporta. Por ello, desde hace varios años es una de las urbes más violentas del país. Eso no cambió en 2023. La capital vallecaucana, hogar de unos 2.400.000 habitantes, terminó el año como la ciudad colombiana con más homicidios: 1.046. Eso la deja con una tasa de 43,6 homicidios por cada 100.000 habitantes.

En medio de esa violencia, los caleños eligieron en octubre pasado como su nuevo alcalde a Alejandro Eder Garcés, portador de varios de los apellidos de mayor tradición e influencia de la región. El político empezó el 1 de enero su mandato asegurando que busca cerrar las brechas sociales y sanar las heridas de una de las ciudades más desiguales de Colombia, que quedó fracturada tras el estallido social de 2021. Tiene un gran reto entre manos: en octubre llega a Cali la COP 16, la cumbre de la ONU para la biodiversidad, y con ella, la mirada de la comunidad internacional.

38. Santa Marta (Magdalena)

La Perla de América aparece en la clasificación por segundo año consecutivo. Situada en la costa caribeña, la capital del departamento de Magdalena es una ciudad turística que registró 285 homicidios en 2023. Con una población de 719.345, tuvo una tasa de homicidios de 39.62 por cada 100.000 habitantes.

La violencia es consecuencia de los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN), un grupo sucesor del paramilitarismo local. Este año hay una esperanza. Las ACSN anunciaron el pasado 24 de enero que habían decidido “parar toda acción militar en Santa Marta Ciénaga y la Guajira”, con la intención de descongelar los diálogos con el Estado. El 29 de enero miembros de las ACSN se reunieron con representantes de la Iglesia, la comunidad internacional, líderes sociales y defensores de derechos en el corregimiento de Guachaca, en la zona rural de la ciudad, un primer paso para un acercamiento con el Estado. Ningún representante del Gobierno asistió.

42. Cartagena de Indias (Bolívar)

El mayor escaparate colombiano al mundo se ha convertido en los últimos años en un cóctel difícil de tragar para propios y ajenos, y una de las ciudades más violentas del país. Mientras los turistas se maravillan ante la belleza del casco histórico y las playas cercanas, casi el 70% de los cartageneros vive en la pobreza, lejos de las murallas. Es un contraste que ha marcado una violencia que queda reflejada en las estadísticas: la urbe de 1,3 millones de habitantes registró 488 homicidios el año pasado. Dumek Turbay, un político tradicional que ya fue gobernador de Bolívar, se posesionó el 1 de enero como alcalde con la promesa de retomar el centro histórico. Se enfrenta a una tasa de homicidios de 37,5 por cada 100.000 habitantes.

43. Cúcuta (Norte de Santander)

Desde que CCSPJP empezó a publicar esta clasificación en 2010, Cúcuta solo ha faltado en dos ocasiones. Casi siempre aparece entre los puestos 40 y 50, como también lo hace esta vez. Conectada con la vecina Venezuela por varios puentes internacionales ―e innumerables trochas escondidas― la capital de Norte de Santander ha sido conquistada durante años por bandas binacionales como el Tren de Aragua y el AK47. Precisamente, con menos de un mes en el cargo, su alcalde, Jorge Acevedo, denunció a finales de enero las amenazas de muerte de un cabecilla que decía pertenecer a esas organizaciones criminales.

A la violencia del crimen organizado se suma la vulnerabilidad de los miles de migrantes venezolanos que cruzan todos los días la porosa frontera en búsqueda de una mejor vida en Colombia, o en otros países del continente americano. Estos migrantes a menudo terminan víctimas de la prostitución, la extorsión, el hurto o los atracos. La ciudad de un millón de habitantes ―cifra que no toma en cuenta las miles de personas que la pueblan transitoriamente― registró 369 homicidios en 2023. Arroja una tasa de 36,9 homicidios por cada 100.000 habitantes.

44. Palmira (Valle del Cauca)

Palmira es la tercera y la más pequeña ciudad vallecaucana que aparece en la lista. A unos 45 minutos al oriente de Cali, la urbe de unos 361.000 habitantes cerró el año con 127 homicidios, para una tasa de 35,1. Padece los problemas crónicos del departamento: el narcotráfico, las bandas, el sicariato, la falta de oportunidades para los jóvenes.

Salvo en 2020, ha aparecido en esta clasificación todos los años desde el 2013, cuando quedó en decimoprimero lugar. Dos años más tarde, alcanzó el octavo puesto. Desde entonces ha ido descendiendo en la lista. Su nuevo secretario de Seguridad y Convivencia, Ludwing Jaimes, aseguró en enero al periódico El Tiempo que ser tildada como una de las ciudades más peligrosas del mundo “le hace daño” a Palmira. Quizás aterrizar en el puesto 44 sea un avance.

49. Barranquilla (Atlántico)

La principal ciudad del Caribe colombiano, Barranquilla, aparecía hasta hace poco como una de las capitales más seguras del país. Eso cambió tras la pandemia. La urbe y su área metropolitana, con casi tres millones de habitantes, vive hoy una guerra urbana entre varias pandillas que deja un rastro de muerte: 733 homicidios en el 2023, para ser exactos. La tasa es de 24,3 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Luis Trejos, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Norte, explicó en enero a este diario que una competencia criminal se ha apoderado del sur de la ciudad. “Es una guerra entre distintas pandillas por el control de la mayor cantidad de territorio posible. Esto, con el fin de obtener rentas por la vía de la extorsión y el microtráfico, entre otras cosas”. Los principales actores son el Clan del Golfo, los Costeños, los Rastrojos Costeños y los Pepes. En los últimos tres años estas bandas han aumentado la violencia a un nivel nunca antes visto en Barranquilla. Entre el 12 y el 14 de enero de este año, esa guerra urbana se vivió con toda su furia. Catorce personas fueron asesinadas en solo 48 horas, 13 de ellas en el sur del área metropolitana.

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Jules Ownby
Periodista de El País en Bogotá. Ha trabajado como redactor y productor audiovisual en varios medios norteamericanos. Estudió ciencias en la Universidad McGill en su ciudad natal, Montreal, y cursó el máster de Periodismo UAM-El País en la promoción 2022-2024.
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