Petro tiende puentes con los empresarios de más peso en Colombia en medio del estancamiento económico

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha reunido este martes con los llamados cacaos, los empresarios cuyas compañías tienen mayor peso económico en la producción nacional, para definir con ellos cuatro ejes sobre los cuales espera insistir en la construcción de un “acuerdo nacional”. Tras el encuentro, llevado a cabo en Cartagena, el mandatario indicó que los temas sobre los que más se conversó estaban relacionados con transformaciones sociales que fomentaran el empleo y el aumento de la producción en el país.

La reunión fue organizada por la directora del Departamento de Prosperidad Social, Laura Sarabia, y por el consejero de la Presidencia para asuntos empresariales, Juan Fernández. A ella asistieron Luisa y Carlos Eduardo Pacheco, miembros de la familia dueña de Colpatria; Luis Carlos Sarmiento Angulo y su hijo Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, propietarios del Grupo Aval; Carlos Julio Ardila, de la Organización Ardila Lülle; Alejandro Santo Domingo y su primo Carlos Alejandro Pérez, de Valorem; César Caicedo, de Colombina; Carlos Enrique Cavelier, de Alquería; y Harold Eder, de Manuelita. Según ha dicho Petro, se espera que a partir de este encuentro se sigan programando otras reuniones en las cuales se logre avanzar en los asuntos que han sido discutidos.

Al término del diálogo, Petro ofreció una breve exposición de los cuatro puntos sobre los que conversó con varios de los mayores empresarios del país. El primero de ellos es la educación, que debe apuntar a ser brindada en toda Colombia, en buena medida debido al papel que desempeña en la productividad. El siguiente punto aborda la cuestión de la inclusión de los territorios, con énfasis especial en la costa Pacífica y La Guajira, dos de las regiones que menos asistencia reciben del Estado, y en el desarrollo industrial de la Orinoquía, que Petro califica de “un sueño”.

El tercer punto se ocupa del uso de la tierra y de la necesidad de que la productividad en los terrenos más fértiles se convierta en uno de los mayores potenciales de Colombia. El último punto trata de la necesidad de desarrollar la economía popular a través de una mayor inclusión a posibilidades de crédito y al sistema financiero de los pequeños comerciantes, que constituyen una de las fuerzas laborales más grandes del país. “Si una persona sin mayores capacidades económicas puede tener acceso a un crédito barato, a una posibilidad financiera, podrá salir de la pobreza y hacer más rico a su país”, dijo el presidente.

Más temprano, en su perfil de X, su canal de comunicación más habitual, el presidente escribió un mensaje en que daba pistas sobre la tónica cordial que deseaba tener con los empresarios en su encuentro: “Para que la paz sea posible en Colombia, necesitamos dialogar, dialogar mucho, entendernos, buscar los caminos comunes, producir cambios. La paz implica que cambiemos, indudablemente”.

El encuentro de Petro con parte de la plana mayor del empresariado nacional ―que al menos en la reunión de Cartagena no tuvo representación del departamento de Antioquia― llega en un momento en que las reformas sociales de su Gobierno no logran avanzar en el Congreso. De hecho, la reunión de este martes ha sido leída como un intento del Ejecutivo por dar tranquilidad a los industriales en medio de una sensación de deriva que ronda a la figura del presidente. La semana anterior, los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelaron que el Producto Interior Bruto (PIB) del país disminuyó un 0,3% entre julio y septiembre en comparación con el mismo periodo de 2022.

La voluntad y necesidad de diálogo ha marcado las últimas semanas del Gobierno nacional. Este miércoles, Petro tiene programada una reunión con el expresidente Álvaro Uribe, líder del opositor Centro Democrático y una de las figuras más críticas del Ejecutivo y sus reformas. El encuentro fue confirmado la semana pasada por Uribe y tiene como objetivo discutir el futuro de la reforma a la salud, uno de los proyectos insignia del actual presidente que se ha topado con la negativa de sectores no solo de oposición, sino también de otros que, al menos en el papel, parecían más cercanos al Gobierno. Varios congresistas de esos sectores, de igual manera, han pedido asistir a la reunión en Palacio.

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