La economía colombiana queda al borde de la recesión: el PIB cae 0,3% en el tercer trimestre

La economía colombiana se estanca y se salva por lo pronto de entrar en recesión por muy poco. De acuerdo con los datos del DANE, el Producto Interno Bruto (PIB) decreció entre julio y septiembre un -0,3% frente al mismo periodo del año pasado. Una noticia poco alentadora al contrastar los cálculos de los bancos y otras entidades financieras que proyectaban un comportamiento positivo de 0,3% en promedio. Será un argumento más para los mercados, el Ejecutivo y otros actores que vienen ejerciendo presión mediática sobre el Banco de la República para que recorte los tipos de interés en diciembre.

En una rueda de prensa caracterizada por la sobriedad del ente estadístico, su subdirector, Leonardo Trujillo, recordó que desde la época de la pandemia no se registraban “valores negativos” del PIB. Asimismo, explicó que las industrias manufactureras (6,2%), el comercio (3,5%) y la construcción (8%) fueron los rubros que más cayeron. El consumo de los hogares, en cambio, retomó el crecimiento en su dinámica trimestral. “En términos anuales llevamos un trimestre negativo”, explica el economista jefe de Scotiabank, Sergio Olarte, “pero de trimestre a trimestre la economía no está cayendo”.

Brevemente: no hay desplome, pero las tasas de crecimiento son muy débiles. “Crecer entre +0,3 y -0,3 es sinónimo de que tenemos una economía estancada”, añade Olarte. La tasa de crecimiento anual en lo que va corrido de año llega al 1% frente al mismo periodo de 2022. Unos resultados que no hacen otra cosa que confirmar de forma global los números rojos mostrados a lo largo del año en sectores como la producción industrial, las exportaciones o las utilidades de las financieras.

Como fichas de dominó se han sucedido las noticias sobre la ralentización en estas y otras áreas. Según explica el profesor de la Universidad Javeriana, Jorge Restrepo, el estancamiento deja al país muy cerca de una recesión técnica.

Con una preocupación adicional. La inversión, que es el motor del crecimiento futuro, va en franca caída. Un gráfico presentado por el exdirector de Planeación Nacional y cabeza del tanque de pensamiento Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, hace patente esa abrupta reducción.

Un asunto atado al incremento de las tasas de interés por parte del Banco de la República en su cruzada por enfriar la economía y bajar la sostenida alta inflación. Toda una operación de alto riesgo si se tiene en cuenta que nadie tiene la receta para graduar el proceso sin acercar al sistema a un indeseable estado de recesión. A tasas más altas, el dinero es más costoso de conseguir, por lo que cae el consumo y se frena el crecimiento. La meta del banco central es reducir el aumento del costo de vida a un 3% y, en el camino para llegar a esa meta, cerrar este año en un aún borroso horizonte inflacionario de un solo dígito. El de octubre fue del 10,48%.

En respuesta al nuevo dato, el presidente Gustavo Petro ha señalado dos medidas en el corto plazo. Una es, justamente, que el banco central ceda y reduzca la tasa. Otro es que el Gobierno a su cargo logre aumentar la inversión pública.

Para Restrepo, el economista de la Universidad Javeriana, más allá del estado evidente de contracción, lo grave es que no haya “fuentes de crecimiento a la vista”. A su juicio, la situación se agrava ante la perspectiva de que el Banco de la República mantenga las altas tasas de interés: “El estancamiento de la economía muestra que hay una alta probabilidad de que ocurra una recesión pronto. Y si bien no es necesariamente de gran tamaño, previsible por ahora, es factible que haya un estancamiento sostenido de la economía colombiana”.

“Preocupante”, sostiene el economista de la Universidad de los Andes Oska Nupia, “pero esta caída de la inversión no solo se debe a una cuestión de altas tasas de interés”. Nupia subraya que existe un “gran problema de incertidumbre” para los inversionistas, a pesar de que Colombia continúa siendo un destino atractivo: “A los inversionistas hay que darles tranquilidad para tratar de contrarrestar el alto costo del dinero con esas tasas tan altas”.

De la misma forma, recuerda que cualquier reforma política al sistema de salud o de pensiones, como los que hoy se debaten, tienen un impacto notable al momento de decantarse por desarrollar un proyecto en Colombia. La llave de salida a la situación, reitera, pasa por un acercamiento del Ejecutivo al sector financiero.

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