Gustavo Petro promete un acercamiento con Nicaragua por la disputa limítrofe

La última sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la disputa limítrofe entre Colombia y Nicaragua ha dado una nueva oportunidad a ambos países para alcanzar un acuerdo. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado este jueves que su Administración solicitará un diálogo con el Gobierno de Daniel Ortega, que ya había expresado el miércoles su voluntad de acercarse. “Hablaremos con Ortega sobre cómo podemos hacer que los pueblos del Caribe, los pueblos raizales, puedan tener derecho a la pesca sin ser molestados”, ha declarado Petro durante un discurso que pronunció desde la isla de San Andrés como parte de las celebraciones por el Día de la Independencia.

Cuatro organizaciones raizales habían alertado el jueves pasado que sus problemas no acababan con el fallo que la CIJ profirió ese día y que negó a Nicaragua su pretensión de extender su plataforma continental. En un comunicado, habían pedido a Colombia que creara una comisión de acercamiento con Nicaragua para resolver los problemas transfronterizos que van más allá de la nueva sentencia. “Esperamos que las fronteras entre estados no se sigan poniendo por encima de las necesidades de pueblos originarios que habitan la tierra y el mar en cuestión”, subrayaron.

El territorio que habita esta comunidad de pescadores, de origen afro y caribeño, está fragmentado. Un fallo de la CIJ en 2012 ratificó la soberanía de Colombia sobre el archipiélago de San Andrés y Providencia, pero concedió a Nicaragua 72.000 kilómetros cuadrados de mares circundantes. Desde entonces, los raizales denuncian que tienen dificultades para pescar en zonas que históricamente les pertenecieron y que ahora están bajo la jurisdicción del país centroamericano. En 2022, otro fallo declaró que Bogotá había violado los derechos soberanos de Managua por mantener actividades de pesca y patrullaje en aguas que ahora eran nicaragüenses. La Corte pidió a los dos países que llegaran a un acuerdo para resolver sus disputas territoriales y evitar los constantes incidentes en el mar.

Un acuerdo pareció imposible durante años, por falta de voluntad política en ambos países. No obstante, Ortega anunció el miércoles su voluntad de entablar un diálogo con el Gobierno de Gustavo Petro. “Si la Corte ya falló a favor de ellos [la semana pasada] y la Corte ya falló a favor nuestro [en 2012], ya tenemos la salida para buscar la forma de plasmar esto en un acuerdo, decreto”, declaró durante un discurso por el aniversario de la Revolución Sandinista de 1979. Ortega, que ha prometido acatar el nuevo fallo, considera que el nuevo equilibrio en la balanza genera un incentivo para negociar: “Yo le digo a Petro que acate el fallo que nos benefició, quedamos una a una”.

El presidente colombiano ha asegurado en su discurso que negociará y que también promoverá una “confederación de los pueblos anglofonos del Caribe”, algo que también pidieron los raizales el pasado jueves. “[Queremos que] puedan comunicarse entre sí sin barreras, que los abuelos de la costa Mosquitia [en Nicaragua] puedan ver a sus nietos en San Andrés, o en Honduras o en Panamá”, dijo. Según él, es importante reconocer que “existe un pueblo con identidad propia” y que el Caribe es una unidad cultural diversa. “[La región] habla diversos idiomas, pero tiene un origen común, una música común, una sensibilidad común. Ese pueblo tiene derecho a conectarse, a organizarse”, agregó.

Petro comentó, además, que ya ha diálogado sobre el tema con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. Sin embargo, los desafíos de una negociación no son menores: Colombia nunca ha tenido un clima político favorable a la negociación y Nicaragua no ha realizado, hasta ahora, compromisos posteriores a sus victorias judiciales en la CIJ. El expresidente colombiano Iván Duque reiteró, tras el discurso de Petro, su postura de que celebrar el nuevo fallo no debe implicar que se acepten los dos anteriores: “Salen muy bravitos a dar discursos de soberanía y refundando la República, pero ya anuncian diálogos con el dictador de Nicaragua. Que después no vengan con la pirueta de aplicar el fallo del 2012 cediendo territorio. El país debe estar atento y evitar la entrega a Ortega”.

El discurso presidencial ha marcado un contrapunto con las estrategias de administraciones anteriores. “Se avecinaba una gran derrota hasta que llegó este Gobierno. Lo que nos hizo ganar esta vez fue el reconocimiento del pueblo raizal”, aseguró Petro. Según el mandatario, fue clave que el equipo de defensa ante La Haya incluyera a figuras como la isleña Elizabeth Taylor, coagente y actual viceministra de Asuntos Multilaterales. Asimismo, criticó al Gobierno de Juan Manuel Santos por la estrategia de retirar a Colombia de la CIJ en 2012, tras el primer fallo adverso. “Se le olvidó a los ilustres abogados que el Pacto de Bogotá seguía teniendo competencia [hasta un año después]”, ironizó.

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