La U y los conservadores postergan la reforma a la salud en Colombia

El futuro de la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro aún depende del apoyo del Partido de la U y el Conservador, en un acuerdo que no termina de cerrarse. Dilian Francisca Toro, la presidente de La U, ha señalado este martes que las dos fuerzas, teóricamente aliadas del Gobierno en el Congreso, solo estudiarán el articulado del proyecto después de Semana Santa, lo que dilata unos tiempos legislativos de antemano apretados, mientras que el Partido Liberal ha desistido de sumarse a esa concertación.

La víspera, el ministro del Interior y vocero del Ejecutivo, Alfonso Prada, se había mostrado optimista al apuntar a un “inminente” consenso que permita al proyecto avanzar en el Legislativo. “Estamos muy cerca del texto final”, dijo Prada la noche del lunes, acompañado de la ministra de Salud, Carolina Corcho, después de una reunión del Gobierno con los ponentes y representantes de La U, los conservadores y los liberales –aunque con la notoria ausencia del expresidente César Gaviria–. Prada aseguró, sin entrar en detalles, que el manejo del sistema de salud será público-privado y que mantendrá a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) con el nuevo nombre de gestoras de salud y vida, e incluso señaló que todos estaban de acuerdo en un 99% de los puntos del proyecto.

Sin embargo, el 1% que -según el ministro- aún genera disputas no está resuelto. “Que se plasme lo que nosotros hemos acordado en un articulado es una dificultad grande que tenemos”, señaló la mañana de este martes Toro, la presidente de La U, en referencia a lo que aún hace falta. Con liberales y conservadores han coincidido en que los acuerdos que han conversado con el Gobierno no se han visto reflejados en el articulado, un escollo nada menor. Tanto así que a inicios de la tarde el expresidente Gaviria, director del Partido Liberal, hizo público que esa colectividad dejará de buscar un acuerdo. “No hemos logrado conciliar las líneas que el partido defiende, buscando la plena garantía del derecho fundamental de la salud que corrija sus problemas y no genere otros nuevos. El Partido Liberal ha tomado la decisión de apartarse de la construcción del proyecto de Ley de reforma a la salud liderado por el Gobierno Nacional”, cierra el comunicado que oficializa su ruptura.

“Vamos a esperar que los ponentes, que son los que hacen la ponencia, con los técnicos y los asesores de la ministra, escriban concomitantemente los artículos y queden plasmados los acuerdos”, explicó Toro más temprano a Caracol Radio. “Ahí ya nosotros, después de Semana Santa, miraremos el articulado y podremos definir si está realmente lo que nosotros creemos que es mejor para los pacientes y para los colombianos”, afirmó.

El representante Alfredo Mondragón, del oficialista Pacto Histórico y coordinador ponente del proyecto, ha dicho que aspira a tener un texto para el jueves, lo que en la práctica corrobora los plazos de Toro. Esos tiempos postergan una atascada agenda legislativa, pues el Gobierno se propone aprobar decenas de reformas que incluyen también al menos otros dos proyectos clave, el laboral y el de pensiones.

“La libre elección [entre diversas EPS y entidades de salud] quedó ya muy clara en la reforma”, ha concedido Toro, médica de profesión, en referencia a otro de los grandes puntos de fricción. De la libertad de elección se desprende en gran medida la controversia legal acerca de si la reforma debería ser presentada como una ley estatutaria, que requiere más debates y mayorías más sólidas, o una ordinaria, como lo hizo el Gobierno. Aunque parezca una discusión técnica, puede ser decisiva al momento de revisar su constitucionalidad. El acuerdo de conservadores, liberales y La U con el Gobierno hace unas semanas giraba alrededor de que las EPS conserven parte de sus funciones para que haya competencia y los usuarios puedan escoger.

“Las EPS tendrán una transición porque se convertirán en gestoras de salud y vida, y no es por cambiarle el nombre, sino porque van a ser distintas”, explicó Toro. En las nuevas condiciones, señaló, no van a poder tener integración vertical, posición dominante ni van a recibir recursos, pues la estatal Adres va a pagar directamente a los hospitales y las clínicas sin su intermediación. Serán principalmente administradoras del riesgo en salud. El consenso se da por descontado en otros ejes del proyecto en los que ha insistido el Gobierno, como la promoción de la atención primaria para ampliar la cobertura del sistema y fortalecer la prevención de enfermedades.

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