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25.000 dólares en una colecta en Twitter para liberar a un colombiano preso en Tanzania

Andrés Felipe Ballesteros lleva desde 2014 en una cárcel del país africano acusado, sin pruebas, de tráfico de drogas. Las gestiones diplomáticas del nuevo Gobierno y la solidaridad de cientos de ciudadanos lo tiene a punto de regresar a Colombia

Juan Miguel Hernández Bonilla
Manifestación para exigir su libertad del preso colombiano Andrés Felipe Ballesteros
A la izquierda, Andrés Felipe Ballesteros en el año 2019, a la derecha, una manifestación para exigir su libertad.GOBIERNO DE COLOMBIA

Andrés Felipe Ballesteros Uribe lleva ocho años preso en una cárcel de Tanzania, en la costa este de África Central, acusado sin pruebas de tráfico de drogas. En agosto de 2014 llegó para celebrar su cumpleaños 28 hasta Dar es-Salam, la sede del Gobierno y la ciudad más poblada del país, con la ilusión de visitar las playas de las islas del océano Índico y conocer ñus, cebras, leones, jirafas y elefantes en los safaris del Parque Nacional del Serengueti. La policía del aeropuerto, al saber que era colombiano, lo detuvo, lo requisó y lo acusó de narcotráfico. Todo ocurrió en suajili, un idioma nativo que Ballesteros no entendía. No pudo defenderse ni llamar a un abogado ni avisarle a su familia. Estuvo unos días en un centro de detención y un par de semanas después lo trasladaron a la cárcel de Keko. Allí, hacinado, enfermo, durmiendo en el suelo en medio de sus compañeros de celda y olvidado por el Estado colombiano, ha pasado los últimos ocho años de su vida.

Hoy, después de haber estado casi 3.000 días sin poder ver a sus padres ni a sus dos hijos, Ballesteros parece estar cerca de recuperar la libertad y de regresar a Colombia. Gracias a las labores consulares del nuevo Gobierno, a la difusión que ha hecho el periodista Andrés Felipe Giraldo en redes y medios de comunicación y, sobre todo, gracias a la solidaridad de más de mil colombianos que en cinco días donaron 120 millones de pesos (equivalentes a 25.000 dólares), la familia Ballesteros ha recuperado la esperanza de ver de nuevo a Andrés Felipe. En el momento en que se publica este artículo, un banco colombiano en el que se consignó todo el dinero de la colecta está haciendo los trámites financieros para pagarle la millonaria fianza a la fiscalía de Tanzania. Se espera que apenas llegue el dinero el fiscal dé por cumplida la condena y le pida al juez que deje a Ballesteros en libertad. Si todo sale bien, la embajada de Colombia en Kenia, que es el contacto diplomático más cercano, estará lista para protegerlo y traerlo de vuelta a su país.

¿Cómo logró el gobierno colombiano que el fiscal general de Tanzania aceptara una fianza para dejar libre a Ballesteros?

El 4 de agosto de este año, tres días antes de posesionarse como secretario jurídico de la presidencia de Gustavo Petro, el abogado Vladimir Fernández le envió un mensaje al periodista y politólogo Andrés Felipe Giraldo, conocido en redes sociales como El Antituiter. “Antes de llegar al cargo había leído las noticias del caso de Ballesteros escritas por Giraldo, me generaban mucha curiosidad e indignación y quería ayudar, pero no sabía cómo hacerlo”, cuenta Fernández a EL PAÍS. “Cuando ingresé a la Presidencia comenzamos a mover la diplomacia del Estado para establecer canales de diálogo con la justicia de Tanzania e intentar repatriarlo”.

El periodista Giraldo reconoce que cuando recibió los mensajes de Fernández no creyó que fuera el secretario jurídico del gobierno el que le hablaba. “Este caso estuvo abandonado por el Estado colombiano durante ocho años. Nadie había hecho nada para saber cómo estaba un compatriota preso injustamente en Tanzania”, dice Giraldo por teléfono. Él y Juan Carlos Ballesteros, hermano de Andrés Felipe, prepararon un documento que solicitó la presidencia contando los detalles jurídicos del caso. En 15 días, Vladimir Fernández habló con el ministro de Justicia, Néstor Osuna; con el canciller, Álvaro Leyva, y con la embajadora saliente de Colombia en Kenia, Mónica de Greiff. Fue ella la ficha clave para comunicarse con el fiscal de Tanzania.

Las gestiones diplomáticas y consulares lograron que el fiscal general revisara de nuevo el caso, muy famoso en Tanzania por tratarse del único preso colombiano. Semanas más tarde, después de la ayuda del embajador de Cuba, la justicia de Tanzania accedió a llegar a un acuerdo. Andrés Felipe Ballesteros, que había sido absuelto por falta de pruebas en 2019, pero vuelto a capturar por el mismo delito instantes después, debía aceptar un cargo, declararse culpable y pagar una multa para quedar libre. La fianza que pidió el fiscal fue de 50 millones de chelines tanzanos, más o menos 25.000 dólares americanos o 120 millones de pesos colombianos. Al enterarse del posible acuerdo, la familia, el periodista Giraldo y el gobierno se alegraron. Ballesteros aceptó cargos. Solo faltaba conseguir el dinero. Pero había muy poco tiempo. “Ballesteros estaba expuesto a una pena de cadena perpetua, pero ahora con el acuerdo está cerca de conseguir la libertad”, dice Fernández. Y explica que el gobierno de Colombia no podía poner los recursos. “No hay un monto disponible para esos casos”.

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Andrés Felipe Ballesteros y su hermano Juan Carlos Ballesteros, en una fotografía familiar del año 2013.
Andrés Felipe Ballesteros y su hermano Juan Carlos Ballesteros, en una fotografía familiar del año 2013.GOBIERNO DE COLOMBIA

¿Cómo se recogieron 120 millones de pesos en Twitter en solo cinco días?

Cuando el periodista Andrés Felipe Giraldo se enteró de que lo único que hacía falta para traer de regreso a su tocayo era dinero, decidió hacer una colecta pública en Twitter. “Colombia entera, apelo a su solidaridad para recuperar la libertad de Andrés Felipe Ballesteros. La fiscalía de Tanzania le fijó una fianza de 50 millones de chelines, que son más o menos 25 mil dólares. La familia no cuenta con estos recursos y el Estado no tiene un rubro específico”, escribió. En los tweets siguientes explicó los puntos principales del caso y publicó su cuenta personal de Bancolombia. Se comprometió, además, a responder “con su vida y su honra” por cada peso que llegara. En poco tiempo su mensaje se hizo viral y cientos de desconocidos comenzaron a donar dinero.

“Nunca pensé que lo fuera a lograr”, confiesa Giraldo. “Pensé que alcanzaría una parte mínima del dinero para entregarle a la familia, pero llegamos a la meta y la sobrepasamos, recogimos casi 130 millones de pesos colombianos”. A medida que Giraldo recibía dinero, iba publicando las imágenes de las transacciones en Twitter. Eso hizo que muchas más personas se animaran a donar. Incluso, cuando alguien donó mil pesos, menos de un cuarto de dólar, Giraldo escribió: “Todo suma. Absolutamente todo. No hay aporte pequeño. Esta persona sacrificó algo, un pasaje, un helado, una galleta, ¡lo que sea! Desde este recaudo por la libertad de Andrés Felipe Ballesteros no podemos más que darle un abrazo entrañable con toda nuestra gratitud. ¡Gracias!”. A la campaña se sumó el hermano de Ballesteros y la Presidencia de la República, que publicó un video con la historia e invitó a los ciudadanos a incrementar las donaciones.

En medio de la colecta, que se cerró este lunes, un periodista reconocido publicó una columna que le dio más vuelo a la causa. Jaime Honorio González escribió: “Ya era hora de que hiciéramos algo sin esperar nada a cambio, por alguien a quien ni siquiera conocemos, que tampoco nos importa y que el lunes, después de los goles del domingo, posiblemente pase a seguir donde ha estado en los últimos ocho años: en el olvido”. Al final, más de mil personas donaron casi 130 millones de pesos en cinco días, a través de una colecta en Twitter para ayudar a que Andrés Felipe Ballesteros pueda regresar a casa. Emocionado con la noticia, Giraldo le dijo a EL PAÍS: “Esto demuestra que como sociedad, los colombianos somos mucho más de lo que el mundo piensa de nosotros. Si el estigma del narcotráfico metió a la cárcel a un colombiano, con solidaridad lo podemos sacar”.

Una vez recogido todo el dinero, Giraldo y Juan Carlos Ballesteros comenzaron los trámites bursátiles para consignarle al fiscal. “La transferencia tomará un tiempo porque debe pasar por varios bancos del mundo hasta llegar a Tanzania. Es como un viaje con escalas. No hay vuelo directo para este giro”, escribió Giraldo en su cuenta de Twitter. “Esto se puede demorar unos tres o cuatro días, lo que prorroga la libertad efectiva de Andrés Felipe Ballesteros para la próxima semana. Parece mucho, pero después de ocho años, es el panorama más alentador que podamos imaginar”.

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Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.

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