La nueva Libia no quiere ser Irak
El Gobierno provisional apela a la ayuda internacional para evitar el caos
Los representantes de nuevo poder que se afianza en Libia han pasado de la etapa de liberación a la de estabilización, con un llamamiento para captar ayuda financiera internacional de urgencia, al tiempo que se perfila un plan para restaurar la seguridad. El Consejo Nacional de Transición ha comenzado a negociar en una cumbre en Qatar el apoyo de los países occidentales y del Golfo con el objetivo de evitar que el inicio de la era post-Gaddafi replique el caos que siguió al finiquito del régimen de Sadam Husein en 2003.
El espíritu de reconciliación nacional pretende guiar ese proceso de transición, aseguraba ayer en el emirato Aref Nayed, portavoz del equipo de estabilización del CNT, quien preguntado sobre la hipotética captura de Muammar el Gadafi respondió: "[El ex dictador] ya ha abandonado nuestros corazones y mentes". Pero reconoció que aún es "muy pronto" para hablar de su futura entrega a la justicia internacional. La prioridad del nuevo Gobierno, añadió, pasa por captar un paquete de ayuda inmediata de 2.500 millones de dólares y la garantía de que los bienes del anterior régimen congelados en diversos países serán pronto devueltos al pueblo libio.
La cita de Qatar reunió a miembros del CNT con enviados de Estados Unidos, Francia, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos para discutir la cobertura financiera de la reconstrucción de Libia y la instauración de nuevas estructuras de autoridad civil en un entorno seguro. El Consejo estima que los fondos libios congelados en cuentas extranjeras ascenderían a más de 160.000 millones de dólares. La Administración de Barak Obama se ha comprometido a liberar 1.500 millones y el Gobierno británico una cifra no especificada de dinares libios, mientras los diplomáticos de estos países y de Francia trabajan en un borrador que permita descongelar la totalidad de los bienes.
Para que ello sea posible, se requerirá que las Naciones Unidas levanten las sanciones que todavía pesan sobre Libia y reconozca al CNT como el único representante legítimo del pueblo libio. En principio estaba previsto que la resolución viera la luz verde durante la Asamblea General del próximo mes, pero fuentes británicas filtraron anoche que la votación podría adelantarse a esta misma semana para que el nuevo gobierno pueda costear suministros médicos y humanitarios vitales.
El 1 de septiembre el presidente francés quiere convocar en París una conferencia internacional sobre Libia, tal como anunció ayer tras recibir en el Elíseo al líder del CNT, Mahmud Jibril, a quien brindó todo su apoyo, incluido el militar mientras sea necesario. Francia fue el primer país en reconocer la legitimidad del CNT de Jibril.
La reconstrucción del país africano "será un proceso liderados por los libios y propiedad de los libios, con el apoyo coordinado de la comunidad internacional y la ONU", ha subrayado el primer ministro británico, David Cameron, cuyo país asesora en materia de seguridad al nuevo Gobierno. El Consejo, que según Nayed ya ha comenzado a operar desde Trípoli con el envío de cinco de sus representantes, quiere asegurar la continuidad de la burocracia y el funcionamiento de las estaciones de policía, a las que ha enviado mensajes para que los agentes permanezcan en sus puestos y sigan implementando la ley y el orden. Oficiales de enlace de la brigada de Trípoli que han recibido entrenamiento en Qatar garantizarán a los policías que sus trabajos serán respetados en la nueva etapa que encara el país.
El CNT también ha emitido mensajes a través de dirigentes religiosos en los que se apela a respetar la propiedad privada y "la memoria colectiva del pueblo libio", en alusión a los museos y bienes culturales del país (que, en el caso de Irak, fueron saqueados hace ocho años).
Nayer ha explicado desde el emirato del Golfo que ya se han iniciado los trabajos de reparación de las instalaciones dañadas desde el inicio del levantamiento contra Gaddafi en febrero, y que confía en que la producción de crudo alcance la capacidad de 1,5 millones de barriles diarios en el plazo de un año. El Gobierno provisional ha conseguido, asimismo, restablecer las redes de teléfonos móviles e incluso enviar mensajes de aliento a la población local de la capital libia.
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