Las protestas en Yemen dejan un muerto y 19 heridos

Una persona ha muerto y otras 19 han resultado heridas este domingo cuando la Policía yemení ha disparado balas reales y usado gases lacrimógenos para disolver una manifestación en Saná a favor del fin del régimen del presidente Alí Abdulá Saléh, han informado fuentes médicas. Según varios testigos, la mayoría de los heridos se vieron afectados por los gases lacrimógenos, pero otros recibieron disparos. Se cree que dos de ellos se encuentran en estado grave. Todos ellos participaban en los enfrentamientos, que se han producido junto a la Universidad de Saná, donde los manifestantes llevan varios días acampados.

La cadena de televisión qatarí Al Yazira ha mostrado imágenes de un hospital improvisado junto al campamento, epicentro de las protestas en la capital, en el que varios médicos atendían a personas cubiertas de sangre y tosiendo por haber respirado gases lacrimógenos. Miles de personas se habían concentrado allí a primera hora de esta mañana y habían montado barricadas con el fin de establecer una separación respecto a los policías antidisturbios, que usaron cañones de agua.

Los manifestantes llevaban pancartas en las que se referían a Saléh como "Alí el Químico', en alusión al uso, por parte de la Policía, de unos gases lacrimógenos que, según los médicos, afectan al sistema nervioso. El Ministerio del Interior ha rechazado esta acusación.

Mientras, en las protestas que se han llevado a cabo en Al Maafir, en la provincia suroccidental de Taiz, siete personas han resultado heridas este domingo, y un manifestante ha muerto por las heridas de bala que sufrió un día antes cuando la Policía disparó para disolver una protesta en la ciudad de Adén, en el sur. Este fallecimiento se suma al de otras cuatro personas que perdieron la vida en distintas protestas realizadas el sábado en el país, entre ellas un niño de doce años.

La violenta represión ordenada por las autoridades ha llevado a Abdelbari Dugheish, un diputado de Adén miembro del partido de Salé, a anunciar que ahora apoya a la oposición. "Las fuerzas de seguridad son responsables de la pérdida de vidas. Están disparando indiscriminadamente y usando una violencia excesiva", ha señalado.

Estados Unidos y la ONU han expresado su preocupación por la violencia, pero ni el presidente yemení ni sus oponentes parecen dispuestos a echarse atrás en un enfrentamiento que se ha cobrado la vida de más de 30 personas en los dos últimos meses. La ola de protestas, inspiradas por las revueltas populares de Egipto y Túnez, ha debilitado el control que ejerce Salé, que lleva 32 años en el poder. Aun así, se ha negado a satisfacer la demanda de los manifestantes de que dimita y, a cambio, ha propuesto reformar la Constitución y dar más poder al Parlamento. Lo que ha llevado a la población yemení a salir a las calles es la corrupción generalizada y una tasa de desempleo cada vez más alta, por lo cual reclaman cambios políticos.

Por otro lado, este domingo ha muerto un soldado y otros dos han resultado heridos en una emboscada contra una patrulla militar cerca de Zinjibar, en el sur del país, según una fuente de las fuerzas de seguridad que ha atribuido la autoría del ataque a milicianos relacionados con Al Qaeda.